UPA Jaén exige a la CHG que autorice ya las concesiones para que los olivareros comiencen a regar con el agua de la Presa de Siles

El secretario general de UPA Jaén, Jesús Cózar Pérez, junto al vicesecretario Elio Sánchez, representantes de varias comunidades de regantes y olivareros, protagonizan un acto reivindicativo en la infraestructura al cumplirse diez años de su inauguración.

Acto reivindicativo en la Presa de Siles

Diez años viendo pasar el agua sin poder aprovecharla para el riego. UPA Jaén exige a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que autorice, de una vez por todas, las concesiones para que los olivareros de la comarca de la Sierra de Sgura comiencen a regar con el agua de una infraestructura que cumple 10 años de su inauguración, pero de la que todavía no se pueden aprovechar los recursos embalsados para destinarlos al fin de su construcción: el regadío del olivar. “Estamos hasta las narices de ver en la zona cómo el agua se marcha río abajo sin poder sacarle provecho. No es lógico que una infraestructura tan demandada y necesaria, que lleva 10 años construida, siga sin poder utilizarse, pero que sirva para que el agua embalsada en ella sí la puedan aprovechar en otras zonas del bajo Guadalquivir. Ya está bien de la pasividad y la lentitud de las administraciones”, lamenta el secretario general de UPA Jaén, Jesús Cózar Pérez.

UPA Jaén recuerda que la Presa de Siles se comenzó a construir bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que fue inaugurada el 19 de octubre de 2015 por la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, y que, después de tres años de Gobierno de Mariano Rajoy (PP) y siete de Pedro Sánchez (PSOE), la infraestructura sigue sin poder utilizarse. Se trata de una cronología plagada de incongruencias desde que en diciembre de 2019 la CHG decide encargar una asistencia técnica para fijar las bases del concurso de competencia de proyectos para asignar la reserva de agua. Dieciocho meses después, el 24 de junio de 2020, el organismo de Cuenca recibe la definición de la zona regable del embalse de Siles por parte de la Junta de Andalucía. Y cuatro años y siete meses después de su inauguración, el 17 de marzo de 2021, el BOE publica el anuncio del concurso de riego de la Presa de Siles, con un plazo de solicitud de seis meses, hasta el 17 de septiembre. Finalmente, el 30 de septiembre de 2021 se procede al desprecintado y apertura de los sobres. 

Sin embargo, ese día no sería el final del camino para que los regantes de la comarca de la Sierra de Segura pudieran comenzar a regar. En el mes de abril de 2022 se abre el primer plazo para la corrección de las duplicidades halladas en las solicitudes de riego, un procedimiento paralizado por la denuncia ante la Audiencia Nacional hecha por algunos regantes.  En enero de 2024 se pone en marcha el segundo plazo para la corrección de las duplicidades y un año y seis meses después “no sabemos nada del proceso”, critica Jesús Cózar Pérez. “En definitiva, diez años después de la inauguración, nos encontramos en otro mes de octubre en el que termina una nueva campaña de riego en la que, a pesar de tener comunidades de regantes que pueden regar ya, hemos vuelto a ver el agua bajar por el Guadalquivir sin que los agricultores de la comarca de la Sierra de Segura la hayan aprovechado”, lamenta el secretario general de UPA Jaén. 

Entre medias, Jesús Cózar Pérez recuerda que la Organización elaboró, en 2018, un estudio “objetivo, riguroso y viable” en el que se delimitaba la zona regable de la presa y se apostaba por conceder las autorizaciones “de forma inminente” para que las comunidades de regantes que tenían la capacidad para regar pudieran hacerlo. “En 2018 presentamos un informe basado en la potencialidad de la infraestructura, cogiendo los 15 hectómetros cúbicos previstos originariamente en la declaración de impacto medioambiental, teniendo en cuenta los medios físicos de la comarca, las diferentes cotas del río y las demandas reales de los agricultores. Y pusimos de manifiesto que se podrían regar más de 12.000 hectáreas. Un estudio, financiado por la Diputación Provincial de Jaén, que le entregamos a la Confederación y a la Junta, y que, en lugar de servir de base para poner en funcionamiento la infraestructura, abandonaron en un cajón. Mientras, los olivareros de la Sierra de Segura siguen sin poder aprovechar un agua que se desembalsa río abajo”, concluye Jesús Cózar Pérez.

Fuente: UPA Jaén.