Valoración de las Organizaciones Agrarias tras la presentación de la propuesta de la Comisión Europea para la futura PAC

UPA: “Hogan ha presentado una propuesta sin un respaldo presupuestario suficiente y cierto”

La Comisión Europea (CE) ha presentado en Bruselas su propuesta para la futura PAC sin un compromiso presupuestario cerrado. La propia Comisión reconoce que “es esencial alcanzar un acuerdo” y que, por ahora, los agricultores no tendrán “la necesaria certeza y previsibilidad para poder tomar decisiones sobre su actividad”. Lo que sí ha asegurado el comisario Hogan es su empeño en recortar la partida destinada a la PAC que, por otro lado, es la política más importante de la Unión Europea. Para la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) este es “el principal motivo por el que la propuesta de Hogan ha sido un artificio que mantiene la preocupación en el campo”.

Por otra parte, los agricultores y ganaderos se sienten confusos. “Nos habían prometido una simplificación, pero lo que nos presentan ahora hará más compleja la PAC”, han dicho. De hecho, UPA ha explicado que ejecutar la nueva política será más difícil tanto para los profesionales del campo como para la Administración y se ha quejado de que “todavía no hemos afianzado el sistema anterior y ya estamos anulándolo”.

Asimismo, UPA ha observado que el reglamento presentado insiste en la renacionalización, hecho que les parece “gravísimo” y “una pérdida de identidad para la Unión como potencia agraria”. UPA ha profundizado en este sentido, añadiendo que, con los Planes Estratégicos a elaborar por los Estados miembros, se debilitaría aún más el concepto de política “común” de la PAC. “Además, en un país como España la gestión se complicaría mucho más y requeriría una coordinación y un trabajo coordinado del que no se suele hacer gala en materia de agricultura”, han concluido desde UPA.

En contraposición, UPA ha opinado que “es una buena noticia que se avance en la definición de agricultor genuino, aunque, dado el reparto de ayudas de nuestro país es necesario mejorar mucho más esta definición”. “Es muy positivo que sólo puedan acceder a los pagos directos aquellas personas que su futuro depende de una manera importante de la actividad agrícola”, han concluido sus responsables. UPA ha manifestado su apuesta por establecer una figura con criterios de profesionalidad más exigentes que impliquen recibir además otros pagos, tales como el redistributivo. “La ayuda redistributiva que se plantea en el reglamento es una buena idea que plantea la Comisión para apoyar las pequeñas y medianas explotaciones familiares”, han dicho desde la organización.

El establecimiento de condicionantes medioambientales más exigentes para recibir la ayuda básica “debe ser consecuente con la necesidad de alcanzar una sostenibilidad económica de la actividad agraria”, han declarado los productores. “La sostenibilidad medioambiental por sí sola no garantiza ningún éxito, si no se mantiene la razón fundamental de las explotaciones agrarias, que es la producción de alimentos”, han sentenciado.

UPA ha manifestado que hay que incrementar el porcentaje dirigido a las ayudas acopladas. “Son las únicas que están unidas a un nivel de producción mínimo y además son fundamentales para las explotaciones familiares que ligan su futuro a la producción de alimentos; siendo muy importante para asegurar el abastecimiento para la sociedad”, han dicho. La organización ha añadido que el presupuesto del 10% es “muy limitado” y ha reclamado “llegar como mínimo hasta el 15 %”.

Nos preocupa que Hogan no haya presentado una ayuda acoplada para la ganadería sin tierras, tal y como estaba recogida en el anterior reglamento”. Y es que en la propuesta de hoy no aparece contemplada esta realidad de la ganadería española, “por lo que se margina a la ganadería sin tierras”, han reflexionado desde UPA. Por ello, la organización ha exigido que la PAC refleje una solución para estos profesionales.

Ausencia de las mujeres rurales

Por su parte, desde la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales, Fademur, han denunciado que en este reglamento “no hay mención alguna a la necesaria implementación de medidas de género que cualquier política debe contemplar”. Pero, lamentan en Fademur, “esto ya no resulta una novedad”.

ASAJA: «LA COMISIÓN EUROPEA, CON SU PROPUESTA DE REFORMA, MULTIPLICA LA COMPLEJIDAD DE LA PAC ACTUAL, MINA SU CARÁCTER COMÚN Y NO RESPONDE A LAS NECESIDADES DE LOS AGRICULTORES Y GANADEROS»

Desde ASAJA debemos denunciar que con las propuestas presentadas los agricultores dejarán de ser los protagonistas de la PAC a partir de 2021, puesto que la Comisión Europea relega a un segundo plano el carácter productivo, el fomento de la eficiencia empresarial y los mecanismos de regulación de mercado para dar mayor protagonismo a medidas cosméticas de supuesto carácter social o medioambiental.

Estas propuestas introducen además una mayor complejidad y abren aún más la puerta a la renacionalización y la regionalización de la PAC, en un ataque frontal al carácter común que ha distinguido hasta ahora a esta política y que socavará un principio básico como el de la unidad de mercado. La propuesta profundiza también en su renacionalización al trasladar a los estados miembros o incluso a las regiones muchas de las responsabilidades que ahora ostentaba la propia Comisión y  que tenían un carácter común para todos los agricultores europeos.

Y es que, contrariamente a lo anunciado, la reforma que se planteaba desde la simplificación, introducirá una mayor complejidad e incertidumbre al trasladar los mecanismos propios del funcionamiento del segundo pilar al primero -tal como se plantea en los denominados planes estratégicos-, lo que generará problemas de gestión en el primer pilar, el de las ayudas directas, y podrá conllevar mayor incertidumbre y retrasos en los pagos.

La Comisión Europea plantea además una nueva arquitectura medioambiental que, además de ser más compleja, establece mayores exigencias que pueden restar eficiencia a la actividad agraria de las explotaciones. En lo que respecta a los mecanismos de gestión de mercados, la CE persiste en su desmantelamiento, continúa por la senda abierta en 1992 y no aporta medidas nuevas para salvar oscilaciones de mercados que puedan sufrir los agricultores y ganaderos en determinados periodos, más graves si cabe en momentos de volatilidad de mercados como los actuales.

La CE se esfuerza en vendernos medidas de carácter cosmético como la figura del “agricultor genuino” (antes agricultor activo) o la introducción de límites en el pago de las explotaciones, medidas de cara a la galería cuya finalidad está más que en entredicho. Desde ASAJA somos firmes defensores de que los pagos lleguen en toda Europa a aquellas explotaciones donde se realice una agricultura efectiva y real.

Por su parte, la introducción de medidas de limitación de pagos o Capping carece de argumentación técnica o económica y ha sido rechazada por las organizaciones agrarias europeas y cooperativas integradas en el COPA-COGECA. No se ha valorado el impacto que tendría la aplicación de esta medida sobre la estructura de las explotaciones y sus repercusiones en las inversiones, el empleo, la capacidad productiva y la capacidad exportadora de las explotaciones. No obstante, la reforma contiene también algunos aspectos positivos. Mantiene la estructura de la PAC en dos pilares, permite que el estado miembro mantenga el sistema nacional -lo que ofrece la posibilidad de que España mantenga el modelo actual de pagos directos- y apuesta por la financiación íntegramente comunitaria de las ayudas directas.

Y por último, también entre los aspectos positivos, la reforma profundiza en el relevo generacional y la innovación, fundamentales para garantizar la continuidad de la actividad agraria más allá de 2027.

Desde ASAJA hemos manifestado que no se puede responder a más obligaciones con menos dinero por lo que entendemos que para desarrollar una propuesta agrícola a la altura de las expectativas es fundamental que se incremente el presupuesto de la PAC, y consideramos que la declaración común en defensa de una financiación adecuada para la PAC que firmaron ayer en Madrid los representantes de Francia, Finlandia, Grecia, Irlanda, Portugal y España es un punto de partida fundamental, por lo que el Gobierno de España debe perseverar para lograr que se amplíe el número de países firmantes de esta declaración.

Asimismo, desde ASAJA mantenemos nuestra apuesta por una posición nacional fuerte que permita defender en Bruselas una PAC al servicio de los agricultores y ganaderos con un presupuesto fuerte que garantice que se cumplen con todos los objetivos.

COAG: «LA “LETRA PEQUEÑA” DE LA PAC POST-2020 SIENTA LAS BASES PARA DINAMITAR LA ÚNICA POLÍTICA COMÚN DE LA UE»

COAG Andalucía califica de “grave error estratégico de consecuencias imprevisibles” la propuesta de textos legislativos de la PAC post-2020, presentada por el Comisario de Agricultura, Phil Hogan. Esta organización considera que los “Planes de Apoyo” nacionales, principal cambio en la arquitectura de la PAC, sientan las bases para dinamitar la única política común de la UE al habilitar a los EE.MM a establecer su propio marco jurídico para la concesión de las ayudas agrarias.

Para COAG este enfoque resulta inaceptable porque erosiona gravemente el principio del carácter comunitario de la PAC y puede provocar serias distorsiones entre rentas agrarias y agricultores de distintos países. La financiación debe ser 100% comunitaria del primer pilar (pagos directos) y los pagos anuales establecidos en el mismo deben estar completamente asegurados. Esta organización rechaza cualquier tipo de renacionalización de la PAC porque tendrá consecuencias imprevisibles para la delicada economía agraria y el medioambiente y pone en peligro el valor añadido que supone contar con un mercado único. Hasta ahora, el marco legal de la PAC ha sido establecido por la Unión Europea, tanto en los Reglamentos de Base como a través de Reglamentos Delegados y de Aplicación. Los Reglamentos han sido el instrumento legislativo que ha permitido conseguir una Política Agraria integradora y Común.

Asimismo, COAG considera lamentable que la única novedad de la Comisión a la hora de priorizar la ayudas a los verdaderos agricultores sea un cambio de denominación: de agricultor activo a genuino. COAG rechaza este cambio de nombre ya que introduce confusión y reclama que se recupere la iniciativa planteada en la reforma de 2013 para identificar a aquellos titulares que desarrollan una actividad agraria significativa, de forma personal y directa y cuya renta depende en un porcentaje apreciable de la misma.  De esta forma se evitaría que perceptores ajenos al sector se estuvieran lucrando de los pagos directos de la PAC. COAG propone que un agricultor/a sea considerado activo/a si cumple con la definición de agricultor profesional establecida en nuestro país.

Respecto a la condicionalidad de los pagos directos, la propuesta de la Comisión conlleva la incorporación obligatoria de los requisitos del Greening dentro del paraguas de una condicionalidad reforzada. Lo que no tiene sentido es que se establezca una nueva capa denominada “eco-esquema” que añada complejidad y duplicidad a la labor medioambiental de los agricultores, cargando de más burocracia la gestión. COAG apoya una condicionalidad adaptada a la realidad de las explotaciones agrarias, simplificada en su aplicación por parte de los agricultores con una reducción de la carga administrativa, siempre que exista un reconocimiento y legitimación del esfuerzo adicional que se le está pidiendo a los agricultores/as. No es de recibo que se planteen mayores exigencias medioambientales y de estándares de calidad y seguridad alimentaria y al mismo tiempo se propongan recortes presupuestarios que, sumados a la pérdida poder adquisitivo por efecto de la inflación, pueden alcanzar el  16,6% en los fondos agrarios para el periodo 2021-2027, incidiendo fundamentalmente en el capítulo de  desarrollo rural (-27%, en apoyo a la incorporación de jóvenes y mujeres, modernización de explotación, regadíos, innovación, agroambientales, mejora de infraestructuras, etc..) , pilar básico para los activos profesionales y para el modelo social de agricultura, mayoritario en España y Europa.

En el epígrafe de ayudas acopladas,  lamentamos el recorte del 15 al 13%  en la opción de establecer medidas vinculadas a la actividad, únicas ayudas del primer pilar dirigidas a sectores con dificultades y a los verdaderos activos del sector.

Entre los aspectos positivos de la propuesta, COAG destaca los siguientes:

Techo de ayudas por explotación. COAG siempre ha apoyado el establecimiento de un techo obligatorio a los pagos directos. Lamentablemente, estas propuestas han acabado frustrándose en anteriores reformas.  Valoramos la propuesta de la Comisión Europea de establecer un techo de 60.000 € a los pagos directos (siempre teniendo en cuenta el empleo en las explotaciones).

Pago Redistributivo Complementario a la Renta. Valoramos la introducción de un pago redistributivo a la renta para favorecer a las explotaciones del modelo social y profesional de agricultura. Consideramos que es imprescindible que dicho pago se establezca en función de las diferentes gamas de hectáreas que existen en el territorio español, con el fin de evitar transferencias entre diferentes sectores de producción. En cuanto al límite de hectáreas, debería establecerse un mecanismo que evite que esta medida beneficie a los absentistas. Asimismo, la puesta en marcha de este pago debe estar ligada a la instauración de una figura de agricultor activo similar al concepto de agricultor profesional.

En ese sentido, COAG Andalucía considera que el pago redistributivo debe ser obligatorio para todos los EEMM, y que a él debe destinarse un montante de los fondos de pagos directos adecuado al objetivo que se persigue, que es evitar la concentración de las explotaciones en pocas manos, el abandono de la actividad y el despoblamiento  del medio rural.

Sistema  de  asesoramiento  a  las  explotaciones  agrarias. La innovación debe considerarse siempre desde la participación del sector agrario y conforme a sus necesidades de desarrollo. Ha de dirigirse al desarrollo del modelo social y profesional de agricultura mayoritario en Europa y en ningún caso al fomento de macro-explotaciones y sistemas de integración, que desplazan a los profesionales implantando un modelo de agricultura sin agricultores y hurtan el valor añadido al medio rural y por tanto su desarrollo y bienestar.

Desde COAG queremos manifestarnos a favor de políticas que fortalezcan el proyecto común de la UE. Apostamos por más Europa, pero mejor Europa. Por eso reivindicamos una PAC que priorice el modelo social y profesional de agricultura como columna vertebral en la construcción europea. El debate sobre el futuro de Europa, es también el debate sobre el futuro de su Agricultura y su Alimentación. Es una cuestión estratégica. Sin Calidad y sin Seguridad Alimentaria, no hay seguridad que valga”, ha remarcado Miguel López, Secretario General de COAG Andalucía.