Sánchez Haro destaca el respaldo a 2.000 familias que supone la declaración de la uva pasa como Patrimonio Agrícola Mundial

El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, ha anunciado que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha comunicado oficialmente este lunes su decisión de conceder el reconocimiento de Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (Sipam) al contexto ambiental, económico, social y paisajístico que rodea la producción de la uva pasa moscatel de Málaga. Esta “merecida distinción” que viene a salvaguardar este cultivo tradicional y supone un importante respaldo para las 2.000 familias que viven “de un producto único tanto por su excelente calidad como por la tradición ancestral de su elaboración que, además, está muy ligado a la tierra y es garante de biodiversidad y sostenibilidad”, ha resaltado.

El proceso de elaboración de la uva pasa moscatel de Málaga, la red de personas que se emplean en esta tarea y el entorno natural donde se lleva a cabo, se convierten así, junto al Valle Salado de Añana (Álava), en los primeros sistemas agrarios europeos que alcanza ese reconocimiento internacional. “Una declaración que contribuirá a poner en valor sus producciones y mantener las superficies tradicionalmente dedicadas a este cultivo, así como la población rural de la zona vinculada a esta actividad”, ha resaltado el consejero.

La Junta de Andalucía ha apoyado firmemente la solicitud de este reconocimiento internacional desde el principio, abanderando la candidatura y trabajando en colaboración con el sector y otras administraciones para dar a conocer las bondades de este alimento. Muestra de este respaldo fue el viaje del delegado territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de Málaga, Javier Salas, a China para defender la uva pasa andaluza como merecedora de este título en el Congreso Internacional de la FAO.

Rodrigo Sánchez ha aplaudido el impulso que supone esta declaración para la comarca de la Axarquía malagueña, donde la comercialización de la uva pasa moscatel supone una importante fuente de ingresos para alrededor de 2.000 familias. Además, el reconocimiento como Sipam incidirá en la conservación de los paisajes, la biodiversidad agrícola y las tradiciones que rodean a la producción de la uva pasa moscatel.

Además, ha puesto en valor que el cultivo de la pasa contribuye a evitar la erosión y emplea en gran medida tecnologías tradicionales y manuales que hacen de esta actividad productiva “un ejemplo de armonía entre la comunidad rural y su entorno”. La singularidad del sistema radica tanto en el método de obtención del producto, en una zona con condiciones orográficas adversas, como en su elaboración con un método de secado por exposición directa al sol, sin aplicar tratamientos físicos o químicos.

Apoyo al sector

Este reconocimiento honorífico supone además un apoyo en términos de promoción para un cultivo que tiene dificultades por los elevados costes de producción y escaso rendimiento económico.

Este respaldo se une, como ha recordado Rodrigo Sánchez, a la decidida apuesta que viene haciendo el Gobierno andaluz por la uva pasa y que se muestra, por ejemplo, en la apertura de una línea específica de ayudas agroambientales para este cultivo. En concreto, la Consejería de Agricultura destina 2,2 millones de euros a este sector para los cinco años de compromiso de estos incentivos.

Asimismo, la uva pasa recibe también apoyos a través de las subvenciones que se conceden a las ayudas a zonas con limitaciones naturales o específicas, que en 2017 han contado con una dotación de 12,2 millones de euros para toda Andalucía. “Estas ayudas pretenden compensar a los agricultores por las desventajas que conlleva desarrollar su actividad en estas zonas que presentan dificultades añadidas” al tratarse de áreas de montaña, con otras limitaciones naturales significativas o explotaciones ubicadas en espacios con limitaciones específicas.