Un proyecto financiado con fondos europeos desarrolla un sistema robótico para salvar a las abejas

Un nuevo sistema robótico de modulación de la temperatura revela comportamientos colectivos de las abejas melíferas desconocidos hasta ahora, lo que abre la puerta a nuevas posibilidades para ayudarlas a sobrevivir en un clima cambiante.

El equipo del proyecto HIVEOPOLIS, financiado con fondos europeos, ha desarrollado un sistema robótico capaz de interactuar con colonias de abejas melíferas. Integrado dentro de una colmena típica, el discreto sistema mide e influye en el comportamiento de las abejas adaptando la temperatura de la colmena.

Según se describe en la revista «Science Robotics», el sistema compuesto por sensores térmicos y actuadores brinda la oportunidad de seguir investigando los comportamientos colectivos de los animales y las formas de ayudar a las abejas melíferas a sobrevivir a las presiones del cambio climático. Tal y como explica un coautor del estudio, el estudiante de doctorado Rafael Barmak, del Instituto Federal Suizo de Tecnología de Lausana (EPFL), entidad socia del proyecto HIVEOPOLIS, en una noticia publicada en el sitio web de la universidad: «Muchas reglas de la sociedad de las abejas, desde las interacciones colectivas e individuales hasta la cría sana, están reguladas por la temperatura, por lo que aprovechamos esta circunstancia para el estudio.

Los sensores térmicos nos dan una panorámica del comportamiento colectivo de las abejas, mientras que los actuadores nos permiten influir en su movimiento modulando los campos térmicos»

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Modulación de la temperatura desde el interior

Las colonias de abejas son sensibles al frío, de manera que, al abrirlas para estudiarlas en invierno, se corre el riesgo de influir en su comportamiento, por no hablar del perjuicio que pueden sufrir.

De acuerdo con otro coautor, el estudiante de doctorado Martin Stefanec, coordinador del proyecto HIVEOPOLIS en la Universidad de Graz (Austria), el sistema robótico biocompatible supera la dependencia de los estudios anteriores de la manipulación de la temperatura exterior para observar su comportamiento en invierno: «Nuestro sistema robótico nos permite cambiar la temperatura desde el interior de la colmena, lo que emula el comportamiento de calentamiento de las abejas presentes en el núcleo y nos permite estudiar cómo la agrupación invernal regula de forma activa su temperatura».

El sistema robótico del equipo de investigación permitió estudiar tres colmenas experimentales situadas en la Universidad de Graz en invierno y controlarlas a distancia desde el EPFL. El sistema consta de un procesador central que coordina los sensores, envía órdenes a los actuadores y transmite datos a los científicos, todo ello sin utilizar cámaras intrusivas.

«Recopilando datos sobre la posición de las abejas y creando zonas más cálidas en la colmena, pudimos animarlas a moverse como nunca lo harían en la naturaleza durante el invierno, cuando tienden a apiñarse para conservar su energía —afirma otro coautor, el doctor Francesco Mondada, también del EPFL—. Esto nos da la posibilidad de actuar en nombre de una colonia, por ejemplo dirigiéndola hacia una fuente de alimento, o disuadiéndola de dividirse en grupos demasiado pequeños, lo que puede amenazar su supervivencia».

Utilizando el sistema robótico en lo que el estudio describe como un modo de «soporte vital» —en el que la energía calorífica se distribuye a través de sus actuadores térmicos— el equipo también fue capaz de prolongar la supervivencia de una colonia tras la muerte de su reina. Esta capacidad podría ayudar a mejorar la supervivencia de las abejas ante la disminución de las poblaciones de polinizadores en todo el mundo.

Gracias a este sistema también se observaron nuevos comportamientos de las abejas melíferas. Según comenta el doctor Rob Mills, investigador posdoctoral del EPFL y autor principal del estudio: «Los estímulos térmicos locales producidos por nuestro sistema revelaron dinámicas que no se habían descrito antes y que están generando nuevas preguntas e hipótesis apasionantes.

Por ejemplo, en la actualidad, ningún modelo puede explicar por qué fuimos capaces de animar a las abejas a cruzar algunos “valles” de temperaturas frías dentro de la colmena».

Los investigadores de HIVEOPOLIS (FUTURISTIC BEEHIVES FOR A SMART METROPOLIS) tienen previsto utilizar el sistema para estudiar el comportamiento de las abejas melíferas en verano.

Fuente: CORDIS