El sector del limón en Europa captura al año el C02 equivalente al generado por 140.000 coches recorriendo 20.000 km

Los últimos ocho años han sido los más cálidos desde que se inició el registro moderno de la temperatura del planeta, según el Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS) de la NASA. De hecho, conforme a esta institución, la Tierra estuvo en 2021 cerca de 1,1 °C por encima de los datos anotados en 1880, cuando comenzaron las primeras mediciones precisas del clima.

Por ello, cada vez tiene más importancia el Día Mundial de la Acción frente al Calentamiento Terrestre, celebrado todos los 28 de enero, cuyo objetivo es concienciar de las consecuencias del aumento de la temperatura media y la trascendencia de adoptar una postura sostenible y respetuosa con el medioambiente, valores implantados desde hace tiempo por el sector del limón en Europa, que se ha alzado como un aliado eficaz contra el cambio climático.

Y es que este cítrico es un excelente fijador de gases de efecto invernadero. Por ejemplo, en España captura 360.550 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año, cifra equivalente a la contaminación que causan 140.000 coches de gasoil recorriendo 20.000 km. Esto se debe a que dispone de un bosque de limoneros que supera los 15 millones de ejemplares, donde cada árbol absorbe 26,2 kg anuales de CO2, según el estudio ‘Huella de carbono del sector del limón español’ elaborado por la Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo de España (AILIMPO). 

El dióxido de carbono o C02 es uno de los gases de efecto invernadero que más contribuye al calentamiento global, pues se adentra en la atmósfera a través de la quema de combustibles fósiles (carbón, gas natural o petróleo), residuos sólidos y materiales biológicos. También por ciertas reacciones químicas, como la producción de cemento. Además, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), es el responsable de más del 53% de la subida generalizada de los termómetros y el 80% permanece en la atmósfera hasta 200 años después de su emisión.

Próximo a la estrategia “De la Granja a la Mesa”

La fijación de gases de efecto invernadero resulta determinada por las diversas técnicas que aplican los productores de limón en Europa. Así, el incremento de la superficie ecológica a lo largo de la última década ha colaborado en reforzar la captura de CO2. “Aparte, este tipo de cultivos proceden de una agricultura que conserva y protege la biodiversidad al fomentar la plantación de setos y arbolado y suprimir productos de síntesis que afectan a la fauna que rodea las explotaciones y a la cadena alimentaria”, declara José Antonio García, director de AILIMPO.

De esta manera, el sector del limón en Europa está próximo a la meta de la estrategia «De la Granja a la Mesa» del Pacto Verde europeo, que tiene como objetivo que en 2030 el 25% de las explotaciones sean ecológicas. España ya ha adaptado aproximadamente 8.300 hectáreas a este fin, según el Ministerio de Agricultura, lo que supone más del 17% de la superficie de limón. El dato es muy relevante, puesto que los productores españoles aportaron durante la pasada campaña 2020/21 el 65% (1.100.470 toneladas) del limón comunitario, según datos de Eurostat.

Estas y otras características del limón de origen europeo son difundidas por la Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo (AILIMPO) en la campaña de información Welcome to the Lemon Age, que cuenta con el respaldo de la Unión Europea, con la finalidad de fomentar su consumo entre las nuevas generaciones de consumidores de Alemania, Francia y España; y que se valoren y aprecien más propiedades diferenciadoras como, por ejemplo, su calidad, frescura, sostenibilidad, trazabilidad y seguridad alimentaria respecto a los limones extracomunitarios.

Fuente: AILIMPO