ES Andalucía exige que se cumplan las normas europeas y se indiquen el origen de los productos marroquíes y del Sáhara

El Parlamento Europeo ha aceptado incluir los territorios del Sáhara Occidental dentro del Acuerdo UE-Marruecos, a pesar de la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE de diciembre de 2016 que declaraba nula de pleno derecho la aplicación de dicho acuerdo al Sáhara Occidental, por ser dos territorios diferentes y espaciados. La adopción definitiva de esta propuesta depende de su aprobación por parte del Consejo Europeo.

Desde ES Andalucía lamentamos esta decisión de los eurodiputados, que permite extender a las producciones del Sáhara Occidental las ventajas comerciales de las exportaciones marroquíes a la UE. Esta aprobación perjudica los intereses de los productores hortofrutícolas, puesto que permitirá que aumenten las importaciones desde Marruecos, que además coinciden en calendarios y mercados con las producciones españolas.

Lo que ha planteado la Comisión (y ha aceptado el Parlamento) es que se incorpore un mecanismo de trazabilidad para poder determinar el origen de los productos. Pero la legislación europea sobre comercialización de frutas y hortalizas frescas ya obliga a incluir en las etiquetas la información necesaria para que los consumidores puedan conocer el origen de los productos. El Acuerdo de libre comercio agrícola UE-Marruecos acumula incumplimientos, al limitar el acceso a la información de los consumidores, de modo que resulta difícil conocer  si un producto etiquetado con origen marroquí realmente procede de este país o bien  procede del Sáhara occidental. ES Andalucía cree que es necesario reforzar el control del etiquetado con la indicación del origen en las fronteras.

En los últimos cinco años, el valor de las importaciones de frutas y hortalizas marroquíes y del Sáhara occidental a la Unión Europea  se ha duplicado, pasando de 992 M€ en 2013 a los 1.866 M€ en 2018. De este valor importado en 2018, el 86% se destinó a Francia (39,6%), España (36,3%) y Países Bajos (10,1%).

Prácticamente la mitad de las importaciones españolas de frutas y hortalizas procedentes de Marruecos y del Sáhara Occidental tuvo como destino Andalucía (46,5%), alcanzando en 2018 un valor de más de 317 M€ (un 21% más que en 2017 y más del triple que en 2013 cuando se importaron frutas y hortalizas por valor de 92 €) y un volumen de más de 187.000 toneladas (un 19,2% más que en todo 2017).

En 2018, los principales productos importados a Andalucía fueron judías (por valor de 82,4 M€), frambuesas (53,6 M€), arándanos (40,3 M€), aguacates (24,3 M€), pimientos (18,6 M€), tomates (con 18,4 M€) y sandías (con 17,7 M€).

Además, debemos tener en cuenta que la progresión de los cultivos de invernadero en el país vecino está siendo muy superior a la que se experimenta en España, y particularmente en Almería, que en estos momentos cuenta con algo más de 31.600 hectáreas de superficie invernada. Según los datos que maneja la Consejería de Agricultura, se observa un fuerte crecimiento de este tipo de cultivos en Marruecos, que ha pasado de unas 9.000 hectáreas en el año 2001 (cuando este país empezó a gozar de un estatus favorable en sus intercambios comerciales con los mercados comunitarios) a las cerca de 24.000 que estaban en cultivo a finales del año pasado. Se estima que en este año se acercarán a las 26.000 hectáreas.

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