ADEMUR Jaén hace un llamamiento a las todas las mujeres para que se inscriban en el Registro de Titularidad Compartida de Andalucía

Satisfacción y confianza en un día para felicitarnos. Son las dos palabras que definen el sentir de la Asociación de Mujeres Rurales de Jaén (ADEMUR) ante la aprobación, por parte del Consejo de Gobierno de Andalucía, del Registro de Titularidad Compartida. Una medida ampliamente demandada por nuestro colectivo y ante la que ahora esperamos sea efectiva y eficaz para visibilizar la realidad de las mujeres rurales en las explotaciones agrarias y ganaderas. De ahí que la presidenta de ADEMUR, María Inés Casado, haga un llamamiento a todas las mujeres para que se inscriban, desde ya, en este registro y reafirmen la cotitularidad desde el punto de vista administrativo.

ADEMUR Jaén destaca la importancia de este Registro porque, por fin, se da respuesta a una de las reivindicaciones que más tiempo hemos reclamado para visibilizar la auténtica realidad de las mujeres, que han trabajado de manera intensa en la agricultura, aunque su trabajo no ha sido valorado como tal al no gozar de reconocimiento jurídico alguno, y apareciendo, por tanto, como cónyuges y no como propietarias. «El Registro corrige una situación de desigualdad e invisibilización del trabajo de las mujeres en el medio rural que ha tenido consecuencias nefastas no sólo para ellas sino para la sociedad en general. A partir de ahora, se impulsará el reconocimiento jurídico y los derechos laborales de muchas mujeres, con lo que se da un paso más y muy importante en la consecución de la igualdad real entre los hombres y las mujeres del campo y contra la masculinización del medio rural», afirma María Inés Casado.

La presidenta de ADEMUR Jaén resalta que la adscripción a la figura de titular superará, finalmente, la desigualdad existente cuando la actividad se realiza en pareja, «ya que de cara a la sociedad, hasta ahora únicamente uno de ellos, generalmente el hombre, era el titular, responsable y representante legal de la actividad agraria o ganadera, mientras que la mujer figuraba como ‘ayuda familiar’, realizando su trabajo como cónyuges en las explotaciones como una extensión de sus labores domésticas. La titularidad compartida elimina esa discriminación al considerar la explotación como una unidad económica donde la aportación de cada persona que la conforma tiene el mismo valor».

Y para darle fuerza y valor al Registro, María Inés Casado pide que todas las mujeres cotitulares se inscriban. «Es el momento de que las organizaciones agrarias y las asociaciones vinculadas a ellas le demos difusión y llenemos el registro de mujeres que puedan beneficiarse de este logro, como llevan haciéndolo en otras comunidades autónomas que han sido más rápidas en conseguirlo. Porque la titularidad compartida de explotaciones agrarias tendrá efectos cualitativos importantes, en la medida en que abre la posibilidad a la ejecución de otras iniciativas de igualdad de género y de mejora de las condiciones de vida de las mujeres en el medio rural, en la agricultura y en las explotaciones familiares. Y, sobre todo, servirá para reforzar el empoderamiento de las mujeres rurales», concreta la presidenta de ADEMUR Jaén.

María Inés Casado destaca: «También  facilitará un trato preferente en las ayudas y en las actividades de formación y asesoramiento promovidas por las administraciones, así como en la consideración de estas explotaciones como prioritarias. Entre otras ventajas, las personas titulares podrán beneficiarse de un descuento del 30% en las cuotas de la Seguridad Social, el reparto al 50% tanto de los rendimientos como de las ayudas agrarias y  el acceso a pensiones contributivas por la cotización a la Seguridad Social».

Pero, a pesar de la magnífica noticia que representa este Registro, todavía queda mucho trabajo por delante. «No nos cansaremos de repetir que es fundamental impulsar la integración de la mujer en el sector agrario, porque la realidad es tozuda y demuestra que en Jaén existen pequeñas explotaciones donde la labor femenina es fundamental para garantizar el futuro de sus pueblos. Y también es necesario que se incluyan a las mujeres en las juntas rectoras de las cooperativas y en los órganos de toma de decisiones que se pretenden crear, como el Consejo Asesor Agrario, el Consejo Agroalimentario o en el Plan de Igualdad de Oportunidades. Algo que entendemos como obligado», concluye María Inés Casado.