Preocupación en Feragua por la situación hídrica de nuestras cuencas

Con las cuencas andaluzas al 39,48% (el Guadalquivir al 34,82% de capacidad, el Mediterráneo al 36,73%, el Guadalele-Barbate al 42,36% y únicamente el Tinto-Odiel- Piedras al 71,68) sobre el futuro del regadío en Andalucía se ciernen negras perspectivas. El agua embalsada en nuestras cuencas se sitúa un 14% por debajo del año pasado en estas fechas.

Tras tres años medio secos, si las lluvias de otoño e invierno no salvan la situación, tendremos restricciones. Ya las hubiéramos tenido en el Guadalquivir si no hubiera sido por los embalses Breña II y Arenoso, en su día muy discutidos, en su día calificados de innecesarios. Pues bien gracias a esas presas construidas solo para llenar el bolsillo de las constructoras, según se dijo, hemos podido superar un tercer año de escasas precipitaciones.

La situación hidrológica actual vuelve a poner de manifiesto el carácter deficitario de nuestras Cuencas y la necesidad de nuevas obras hidráulicas que, cumpliendo todos los requisitos medioambientales necesarios, sirvan para aumentar la garantía de agua y por tanto para asegurar la actividad del regadío y de la actividad agroalimentaria asociada.  Como bien ha advertido en medios nacionales el presidente de Fenacore, Andrés del Campo, “la sequía severa afecta el primer año a los agricultores, pero al siguiente se percibe en todas las zonas de influencia”. Los agricultores tendrán que apostar por cultivos de menor rentabilidad, y eso se traducirá en pérdidas de ingresos brutos para el agricultor pero también en todo el complejo agroalimentario.

El cambio climático agranda la necesidad de nuevas obras regulación, al aumentar los períodos de sequía y también las lluvias torrenciales, frente a las cuales los embalses cumplen una función imprescindible de laminación de avenidas. Esperamos que las administraciones tomen nota y actúen con la determinación que merece y exige el sector del regadío, que tan relevante se ha mostrado para nuestra economía en estos años de crisis.