ASAJA-Sevilla insta a la ministra de Empleo a reconocer la eventualidad en el reglamento de la reforma laboral

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, en su primer viaje institucional a Andalucía

Tras más de dos años al frente del Ministerio de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz visita por fin Andalucía, una tierra en la que la agricultura es santo y seña y donde el sector agrario, además de ser esencial, es motor de la economía regional y de la vida de cientos de pueblos. No en vano, la agricultura andaluza aporta el 36% de toda la renta agraria nacional y da empleo a algo más de 430.000 trabajadores, el 58,21 % de todo el empleo agrario.

Desde ASAJA-Sevilla nos congratulamos de que la ministra de Trabajo visite por fin Andalucía y le instamos a que recapacite y permita que ahora, en el desarrollo reglamentario, la reforma laboral encuentre un ajuste adecuado a la realidad económica y laboral del campo.

Un sector que en Andalucía, como en la mayor parte de la Europa mediterránea, tiene un carácter intrínsecamente eventual, pues eventuales son las recolecciones y las principales faenas agrarias (talas, podas, tratamientos fitosanitarios…) Este carácter eventual debe encontrar acomodo en la legislación, so pena de causar un daño irreversible a un sector que no atraviesa por su mejor momento.

Al campo andaluz se le amontonan los problemas. La grave crisis que se vislumbraba en el último trimestre de 2021 por el incremento de los costes de producción, los bajos precios en origen, la lesiva reforma de la PAC y la entonces incipiente sequía se ha visto agravada en este primer trimestre de 2022 con la reforma laboral, el nuevo incremento del salario mínimo y la propuesta de subida de las cotizaciones a los autónomos, medidas que pueden dar la puntilla al que hasta hace no mucho se consideraba un sector esencial de la economía andaluza.

La reforma laboral, tal y como se ha aprobado tiene más costes y más cargas para los empresarios agrarios (agricultores y ganaderos) y no favorece a los trabajadores. Se trata de una reforma que provoca en el sector agrario más costes, más cargas, más burocracia, y a la postre desincentivación y destrucción de empleo, porque las modalidades de contratación que contempla (fijo o fijo-discontinuo) no se adaptan a la realidad del campo, en el que la climatología, las plagas, y los vaivenes de los mercados confieren al empleo un marcado carácter eventual.

Por ello, desde ASAJA-Sevilla pedimos a la ministra de Trabajo que no confunda eventualidad con precariedad  y desarrolle para el campo una fórmula de contratación análoga a la desarrollada para el  sector de la construcción, en el que la contratación va ligada a la carga de trabajo, dado que el sector agrario tiene una situación similar, pues los factores que inciden en la contratación son múltiples y a menudo imponderables, necesita un tipo de contrato similar que se ajuste a su realidad empresarial y laboral.

Fuente: Asaja Sevilla