Los polvorones de Estepa reconocidos por la Unión Europea con una Indicación Geográfica Protegida

La Comisión Europea ha aprobado la inclusión de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) ‘Polvorones de Estepa’ en el Registro de Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) e IGP, según se recoge en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) del día 9 de marzo 2016. Este reconocimiento se suma a los otros dos con los que ya cuenta la localidad sevillana, la IGP ‘Mantecados de Estepa’ y la del aceite Denominación de Origen Protegida.

Entre las características que definen a los productos amparados por la IGP ‘Polvorones de Estepa’ se encuentran sus ingredientes fundamentales: harina de trigo, manteca de cerdo, azúcar glas (azúcar molida), almendra, canela y aromas naturales, pudiendo añadirse clavo como elemento alternativo. Estas materias primas son comunes a los dos tipos de polvorones que protege este figura de calidad: ‘caseros’ y ‘almendra’ (o ‘tradicional’) en función de la cantidad de almendra que incluye la receta empleada para su elaboración (un mínimo del 8% en el ‘tradicional’ y del 15% en el ‘casero’).

Estos dulces, que deben estar envasados individualmente y pueden pesar un máximo de 50 gramos, presentan una forma oblonga y cobertura de azúcar glas. En cuanto a su color y textura, los ‘Polvorones de Estepa’ son marrón tostado, compactos en su exterior y tiernos en su interior, con la superficie ligeramente cuarteada y suave al paladar. La Indicación Geográfica Protegida ‘Polvorones de Estepa’, que pone en valor la excelencia y tradición de estos productos, se basa en la reputación del producto adquirida a lo largo de más de 100 años que llevan fabricándose en el término municipal sevillano de Estepa, donde se ubican las industrias dedicadas a la elaboración y envasado de los productos.

Aunque el origen de los polvorones se remonta al siglo XVI según está documentado en el convento de Santa Clara de Estepa, la ‘inventora’ de este dulce tal y como lo conocemos hoy es Micaela Ruiz Téllez, ‘La Colchona’, que vivió en la localidad sevillana entre 1824 y 1901. Para mejorar su sabor y su resistencia durante los posibles desplazamientos, introdujo modificaciones en la elaboración de los polvorones como, por ejemplo, el secado exterior, que mantiene tierno el tradicional dulce navideño.

El pliego de condiciones de la IGP recoge específicamente que todas las entidades elaboradoras-comercializadoras interesadas en llevar al mercado productos con el logotipo de esta mención de calidad deben estar inscritas en el correspondiente registro del Consejo Regulador de la denominación y ubicarse en la zona delimitada para su producción.

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