UPA Andalucía: «Los agricultores y ganaderos, más cerca de lograr precios justos y acabar con los abusos»

Desde UPA Andalucía consideran que el avance hacia la aprobación de la reforma la Ley de la Cadena Alimentaria, la aplicación del artículo 167 bis que permite la regulación del aceite de oliva, y la revisión de los tratados comerciales que la UE tiene con terceros países, son instrumentos indispensables que es necesario aplicar en cuanto sea posible para proteger al sector productor, corregir la falta de precios justos en origen, y acabar con las desigualdades y la especulación.

Partiendo de la propuesta del Ministerio de Agricultura, el Consejo de Ministros presentó el martes el anteproyecto de ley que modifica la Ley de Cadena Alimentaria, con el fin de avanzar en los pasos hacia un mayor equilibrio en las relaciones entre los distintos eslabones agroalimentarios. La modificación amplía la lista negra de prácticas desleales, también de las infracciones que son objeto de sanción, y recoge otras medidas encaminadas a corregir los desequilibrios de precios que se producen a lo largo de la cadena, y que perjudican especialmente a los agricultores y ganaderos.

Para evitar las prácticas comerciales desleales en el sector agroalimentario, la revisión de la ley de 2013 se completará con la Directiva comunitaria que implementa medidas de mayor calado que no estaban recogidas en la legislación española. Se espera que esto suponga un gran avance para luchar contra dichas prácticas. A partir de ahora, todas las operaciones comerciales que superen los 2.500 euros estarán obligadas a formalizar contratos por escrito.

Además, se protegerá a los operadores nacionales en las relaciones comerciales internacionales, lo que significa que los productos importados tendrán que atenerse a las prácticas comerciales contempladas en nuestra Ley de Cadena. Así mismo, la protección contra prácticas desleales se aplicará siempre que alguno de los operadores implicados en una relación comercial esté establecido en la UE.

En lo que respecta a las infracciones sancionables, quedan recogidas todas las que ya incluía la Ley de 2013, y se incorporan otras nuevas. Entre las leves podemos destacar que pasa a ser sancionable la cancelación de un pedido de productos perecederos en los 30 días previos a la entrega, así como la devolución al proveedor, por parte del comprador, de productos agrícolas y alimentarios no vendidos. Será infracción grave que un operador no suministre la información que le sea requerida por parte de la autoridad competente, o hacerlo de forma engañosa.

También será gravemente sancionado que no se presente el contrato alimentario en el momento de la inspección, y la obstrucción a los inspectores. La AICA (Agencia de Información y Control Alimentarios) será la encargada de establecer y desarrollar el régimen de control necesario para comprobar el cumplimiento de lo dispuesto en la ley.

En cuanto a los trámites a los que el anteproyecto ha de seguir sometiéndose, será objeto de informe por parte de las Comunidades Autónomas, el sector y la Comisión Nacional de Mercados de la Competencia, el Consejo Económico y Social y el Consejo de Estado.

Posteriormente, su texto se remitirá al Consejo de Ministros para ser aprobado en otoño, lo que coincide con el inicio de la campaña de olivar. Por tanto, desde UPA Andalucía consideran que sería muy importante y positivo que los olivareros puedan beneficiarse desde este mismo año de la aprobación definitiva y aplicación efectiva de la modificación de la Ley de Cadena Alimentaria.

Sería el instrumento útil y necesario para corregir la falta de precios justos en origen que el sector lleva ya arrastrando dos campañas, y para acabar con los movimientos especulativos y las prácticas abusivas. No obstante, es preciso recordar que la reforma del marco legal está aprobada desde febrero, y que los operadores están obligados a su cumplimiento, aunque aún esté sujeta a modificaciones.

Por otra parte, sin dejar de lado el sector del aceite de oliva, desde la organización agraria reivindican la necesidad de que se aplique, desde el inicio de esta campaña, el nuevo artículo 167 bis del Reglamento (UE) 1308/2013 de lo OCM que permite la autorregulación. Con su entrada en vigor, el sector oleícola tendrá la posibilidad de retirar parte de la producción cuando sea necesario regular la oferta y la demanda, tal y como ya se está haciendo con el sector vitivinícola.

Otro asunto en el que es indispensable avanzar para que los agricultores y ganaderos puedan estar más cerca de lograr unos precios justos para sus producciones, es en la revisión de los tratados comerciales que la Unión Europea mantiene con terceros países. Resulta absolutamente necesario que se proceda a ejercer un mayor control en nuestras fronteras y sobre nuestras importaciones, controlando que no entren contingentes mayores a los permitidos, así como evitando fraudes con la trazabilidad y la calidad.

También es fundamental defender en Bruselas el principio de preferencia comunitaria, es decir, que las producciones europeas estén en primer lugar, frente a las importaciones, de modo que se proteja a nuestro sector productor. Por otro lado, y no menos importante, es que los productos agroalimentarios que entran en el marco europeo cumplan con el principio de reciprocidad; esto es, se les obligue a estar producidos bajo los mismos requisitos medioambientales, de seguridad alimentaria y de condiciones laborales que la UE exige a los productores europeos.

UPA Jaén destaca que la campaña 2020/2021 traerá una menor producción mundial de aceite de oliva, un incremento de las exportaciones y un fuerte aumento del consumo mundial

Los datos previstos para la campaña 2020/2021 corroboran que no hay argumentos objetivos que justifiquen la crítica situación de bajos precios en origen del aceite de oliva que llevamos sufriendo desde hace más de dos años.

El último informe elaborado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) confirma que las previsiones de la próxima cosecha son de una disminución de la producción mundial de aceite de oliva que se situaría en la 3,03 millones de toneladas en la próxima campaña 2020/21 frente a los 3,12 millones de la campaña anterior, un incremento de las exportaciones y un fuerte aumento del consumo mundial. Situaciones que, para UPA, son mas que suficientes para que los precios en origen comiencen a repuntar y se produzca su alza.

El responsable de la Sectorial del Olivar y del Aceite de UPA y secretario general de UPA Jaén, Cristóbal Cano, considera que este informe vuelve a dejar evidencia que no existe razón alguna que pueda explicar que los precios del aceite de oliva en origen continúen en números de ruina para el olivar tradicional español.

«Se prevé una menor producción de aceite de oliva en la próxima campaña 2020/21, en concreto un 2,8% inferior a la campaña 2019/20, lo que implicará un tercer año consecutivo de disminución en la producción mundial. También se espera que las importantes existencias de aceite en el mundo, generadas por la fuerte producción de la UE en la campaña 2018/2019, disminuirán en la próxima debido al aumento del consumo impulsado por la preferencia de los consumidores del aceite de oliva en los hogares.

Un consumo que se verá incentivado aún más por la consideración del aceite de oliva como un producto de buen valor y de salud», concreta Cristóbal Cano. Con estas previsiones, el informe de Estados Unidos considera que los precios en origen «se recuperarán ligeramente» en la campaña 2020/2021.


Otros aspectos destacados del informe son el aumento de las exportaciones en la Unión Europea, lo que dará lugar «a una importante reducción de las existencias» y que prevé que la producción de Túnez «caiga en picado debido a un año de descanso en el ciclo productivo de la aceituna en los árboles».

El responsable de la Sectorial del Olivar de UPA hace hincapié en que, si unimos estas previsiones de Estados Unidos para la campaña 2020/2021 con los datos que tenemos de la pasada, confirman que «tendremos menos oferta y la demanda continúa evolucionando positivamente, pero sin embargo el precio en origen para los olivareros españoles sigue por debajo de los costes de producción en el olivar tradicional.

Este informe de Estados Unidos es una base muy sólida para prever lo que pasará dentro de unos meses. En España tendremos una mayor producción que el año pasado, aunque desde UPA aseguramos que estaremos lejos de las cifras de la campaña 2018/19, y eso significará que la producción española reinará una vez más en el mercado mundial, por tanto hemos de gestionarla correctamente para que marquemos un camino en los precios donde todos tengamos una retribución justa. Menos aceite a nivel mundial, más exportaciones y más consumo significan que el valor en origen tiene y debe ir al alza.

De lo contrario, se puede considerar que hay intereses ocultos y especulativos para que el precio no suba y se mantenga por debajo de los costes de producción en el olivar tradicional, mayoritario en nuestro país y absolutamente imprescindible y determinante para el sector. Continuaremos vigilantes con todas las herramientas de las que dispongamos para que esos intereses de unos pocos no continúen arruinándonos a los olivareros», concreta Cristóbal Cano.

En este sentido, el responsable de Aceite en UPA lanza un mensaje muy claro. «Tenemos un mercado que sigue vivo, que continúa tirando del sector del aceite de oliva, que lo reconoce como una de las mejores grasas vegetales que se puede consumir. Sin embargo, los precios en origen continúan hundidos.

Por eso es imprescindible un cambio en la dinámica de nuestro sector que ponga sentido y corrija esta situación insostenible, que la prosperidad que muestran todas estas cifras y las expectativas de un sector que indudablemente tiene un gran futuro sea compartida por todos, especialmente con los olivareros que somos quienes formamos un eslabón insustituible en la cadena del sector oleícola».

Fuente: UPA Andalucía