UPA Andalucía denuncia la situación de asfixia que sufren los ganaderos de Andalucía

Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Andalucía (UPA Andalucía), denuncian que el obligado cierre de restaurantes, bares y hoteles, por el estado de alarma derivado de la crisis sanitaria por COVID-19, está poniendo en jaque a los ganaderos que destinan buena parte de sus producciones de carne (cordero, cabritos y cochinillo) al canal HORECA. El sector de los quesos también se ha detenido, arrastrando a la leche a unos precios por debajo de los costes de producción.

Las ventas de carne delicatesen se ha estancado, prácticamente solo hay mercado para el porcino blanco y el pollo. El resto de productos, más enfocado a restauración y celebraciones, ha dejado de tener demanda. Los cebaderos de corderos están llenos, sin poder venderlos, aumentando los costes de alimentación. No hay demanda de cabritos, y si no se venden como lechales (con menos de 6 semanas), su precio baja de manera importante. Los pedidos de lechones también han bajado, provocando una pérdida de valor.

En cuanto a la leche, con las queserías bajo mínimos de producción y con las cámaras llenas por la ausencia de venta para hostelería, hay exceso de leche, lo que desciende su precio de manera alarmante. Precisamente, antes de esta crisis, atravesábamos un periodo con precios más altos que en las últimas campañas, pero se ha truncado y, actualmente, los precios no permiten la viabilidad de las explotaciones lácteas, sobre todo de cabra.

La producción de leche de cabra es estacional, más en primavera y menos en invierno. Durante la estación fría tuvimos un precio de la leche de cabra por encima de la media de los últimos años, lo que auguraba una primavera con buenas expectativas.

Sin embargo, ahora los precios se han desplomado. Si durante los meses de marzo y abril de 2019 teníamos precios de 0,70 €/litro (datos oficiales FEGA), en 2020 los precios están en torno a 0,50 € el litro. Tomando como referencia la leche producida en marzo de 2019 (22.194.000 litros) y abril (23.809.000 litros), los ganaderos de caprino de Andalucía van a perder de la noche a la mañana 9,2 millones de euros. Y, estas cifras, se calculan tomando como referencia los precios de antes de la subida, por lo que las pérdidas serán mucho mayores.

Al problema de precios ruinosos para la leche que se vendía a las queserías industriales y envasadoras, se añade la paralización de la demanda de quesos artesanales, al no poder venderlos en los mercados de proximidad. Estos productos artesanales, en muchas ocasiones ecológicos, tienen en los mercados locales y el pequeño comercio una vía de comercialización muy importante. Al cesar esta actividad y limitar los desplazamientos, esta vía se ha ralentizado llegando casi a desaparecer, perjudicando seriamente la economía de estas explotaciones.

En general, afirman desde la organización agraria, la suspensión de los mercados que se realizan semanalmente al aire libre han dejado sin uno de los principales canales de distribución a las producciones agroecológicas.

Ante esta situación, UPA Andalucía demanda a las administraciones medidas para paliar las graves pérdidas del sector ganadero:

  • Permitir instalar puestos de alimentación en los mercados locales, tomando las debidas medidas sanitarias y de seguridad para trabajadores y consumidores.
  • Adelanto de todas las líneas de ayudas del Programa de Desarrollo Rural que gestiona la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.
  • Reducción de módulos fiscales tanto para la leche como la carne.
  • Moratoria en el pago de impuestos, autónomo y seguros sociales.
  • Plan de reestructuración de los sectores ganaderos, sobre todo ovino y caprino con ayudas al desvieje y reducción del número de animales.
  • Almacenamiento privado de carne congelada.
  • Préstamos a interés 0 y con dos años de carencia.

Fuente: UPA Andalucía