Posible rebaja del impuesto de sucesiones y donaciones para el campo

La consejera de Hacienda y Administración Pública de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, ha aceptado abordar esta semana en el Parlamento la posible reducción del impuesto de sucesiones y donaciones, que en el caso del secotr agrario se está convirtiendo en una losa que frena el relevo generacional en el campo. Pese ala presión del resto de los partido andaluces, que tiene mayoría en la Cámara regional, la consejera aun no ha dejado claro si la posible reducción del citado impuesto tendría que hacerse con cargo al Presupuesto de 2016 o del 17, aunque parece que hora se muestra a favor de incluirlo en las cuentas del próximo año si mejora la recaudación. ASAJA Andalucía es la principal valedora de este cambio, promoviendo varias iniciativas, ya que en la CCAA uno de cada tres agricultores ha superado ya la edad de jubilación y sólo uno de cada 20 es menor de 35 años, por lo que cree que deben reajustarse todas las políticas, incluida la fiscal, para evitar que el campo se quede

  Tal como recoge el informe que el presidente de ASAJA-Andalucía, Ricardo Serra, ha remitido a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, todas las comunidades autónomas, a excepción de Andalucía, dan un trato de favor al relevo generacional en este impuesto, bien porque así lo tienen establecido con carácter general para todos los sectores o bien porque contemplan alguna deducción específica para el sector agrario.

ASAJA pide igualdad de oportunidades con el resto de España

   Así, algunas comunidades autónomas plantean bonificaciones fiscales por parentesco que llegan hasta el 99%. Es el caso de Cantabria, Castilla La Mancha, Castilla León, Extremadura y Madrid. Mientras que otras plantean esta reducción por parentesco y además reducciones específicas para explotaciones agrarias que llegan hasta el 99%. Este último es el caso de Castilla León, Cataluña, Galicia, La Rioja, Murcia, País Vasco y Valencia.

   La formulación actual de este impuesto en Andalucía lleva a que muchos agricultores que reciben una explotación, en el momento de la sucesión no puedan asumir el pago de las cuantías del Impuesto, y dado que no se admite la dación en pago con parte de la explotación, se ven obligados a renunciar a la herencia y por tanto a la continuidad de la actividad agraria.

   Por todo ello, ASAJA-Andalucía, consciente de la gravedad de este problema y de la necesidad de fomentar el relevo generacional en el campo y lograr que las explotaciones agrícolas andaluzas se sitúen en condiciones similares de competitividad con las del resto de España, ha solicitado a la presidenta de la Junta la modificación de este impuesto.

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