UPA Andalucía anima al sector a acudir a la manifestación del 10 de octubre en Madrid por la crisis de precios del aceite de oliva

La organización agraria UPA Andalucía informa de la convocatoria de una gran manifestación, que finalmente tendrá lugar en Madrid el próximo 10 de octubre, con objeto de denunciar la grave situación de crisis de precios del aceite de oliva. Tras las movilizaciones anteriores, secundadas en los meses de mayo y julio por esta misma organización en Jaén y Sevilla, todo el sector se une para elevar sus reclamaciones a nivel nacional y pedir a las diferentes administraciones que tomen medidas para poner soluciones a los problemas que acusa el olivar.

Y es que, efectivamente, desde UPA Andalucía, con estas reivindicaciones insisten en la necesidad de que se articulen medidas concretas, que no sólo solucionen los bajos precios de esta campaña, sino también los problemas estructurales que acusa el sector. Así, son precisos más recursos técnicos y humanos suficientes en materia de promoción, controles de calidad, ayudas para la concentración de la oferta, envasado y comercialización, etc.

También hace falta que el Gobierno central reivindique en Bruselas la autorregulación del sector, así como la modificación de la Ley de Cadena Alimentaria, para que se prohíban prácticas comerciales desleales y también puedan establecer contratos tipo que garanticen unos precios mínimos vinculados a los costes de producción; solo de esa manera se podrá aportar un equilibrio y garantía de renta a la cadena, y una estabilidad en el precio que posibilite un consumo constante.

La producción aceite de oliva en este año, aunque en el caso de España ha sido buena (siendo, además, la mayor productora), a nivel mundial ha sido menor que en anteriores campañas. Por tanto, no hay excedentes que la demanda global no vaya a absorber, aparte de que el consumo sigue aumentando año tras año. No obstante, el precio de venta en origen del aceite de oliva en nuestro país sigue siendo mínimo, situado muy por debajo de lo que cuesta producirlo. En cuanto al consumidor, continúa pagando lo mismo por el producto en los lineales, independientemente de que su precio suba o baje en origen. Así, no es de extrañar que todo el sector se halle perplejo, pues esta situación de crisis de precios está totalmente injustificada, y es fruto de maniobras de especulación por parte de otros agentes de la cadena muy concentrados y con mucho poder de decisión, como son la distribución y la comercialización, cuyos movimientos poco tienen que ver con las reglas de la oferta y la demanda del libre mercado.

Consecuentemente, UPA Andalucía considera que el sector tiene motivos suficientes y está plenamente legitimado para elevar sus protestas ante el Gobierno de la nación en la capital madrileña. Desde la última movilización, se ha dado un margen prudente a las administraciones para mediar frente a los bajos precios, pero no han hecho nada significativo. Mientras tanto, con esas prácticas especulativas que distorsionan el mercado, el sector deja de percibir por campaña 1.500 millones de euros.

Con todo ello, la organización agraria hace un llamamiento y anima a todos los olivareros andaluces a sumarse a las protestas. Además, en esta ocasión se alegra de que se hayan sumado a la unidad de acción otras organizaciones que no estuvieron en la última manifestación de Sevilla, pues todo el sector unido puede avanzar con mayor éxito y fuerza en la consecución de un objetivo: reequilibrar los mercados y avanzar en precios más transparentes y razonables para todos.

UPA Andalucía recalca y recuerda la importancia que tiene el sector del aceite de oliva, muy especialmente en el territorio andaluz, pero también en toda España. En términos económicos, la superficie de cultivo dedicada al olivar se eleva a 2,6 millones de hectáreas, distribuidas en más de 400.000 explotaciones. Todo ello supone un valor de la producción agraria de más de 4.000 millones de euros anuales. A nivel socio-económico, este cultivo mantiene 15.000 empleos en la industria y genera más de 50 millones de jornales por campaña.

Para muchos municipios andaluces y españoles representa la única alternativa de cultivo y de ingresos, que es lo que mantiene a la población fijada en medio rural. Finalmente, el sector del olivar también cumple una labor clave de protección del medio ambiente, pues es un cultivo que elimina mucho CO2 y mantiene la biodiversidad. Si hay población en los pueblos dedicada a la actividad agraria, al mismo tiempo estarán cuidando del ecosistema, pues es su medio de vida.

Fuente: UPA Andalucía