La Red Estatal del Castaño, de la que forma parte la Plataforma Andaluza de la Castaña-COAG, participa en el Encuentro Europeo de la Castaña

La Red Estatal del Castaño, de la que forma  parte la Plataforma Andaluza de la Castaña-COAG, ha estado presente en el Encuentro Europeo de la Castaña, que se ha celebrado la pasada semana en Trancoso, en la zona de los Soutos de Lapa, en el centro de Portugal.

Francisco Boza, responsable de Castaño de Coag Andalucía, ha manifestado respecto a este encuentro europeo, en el que estuvieron presentes miembros de la Red Estatal del Castaño y sus equipos técnicos con el objetivo principal de ponerse en contacto con el resto de áreas productoras de Europa, compartir experiencias y evaluar soluciones a los problemas que acechan al castaño, que “como ya ocurrió en encuentros anteriores, se ha podido constatar la efectividad de la metodología utilizada en los diferentes países para superar la plaga de la avispilla, el uso del Torymussinensis como organismo de control biológico”.

En este sentido, según comenta Boza, prestigiosos investigadores y entomólogos de Italia, Francia y Portugal dan por superada la plaga y la metodología empleada para el control de la avispilla, aunque queda trabajo por realizar y tiempo convivir con la misma en los próximos años, “pero se puede afirmar que el castaño se  ha salvado y, con ello, todos los valores naturales, de paisaje y biodiversidad que con él van asociados”.

Es significativo el caso de Italia –destaca el responsable de Castaño de COAG Andalucía-, que llegó a perder casi el 100% de la cosecha en años pasados, lo que pudo haber supuesto el fin del castaño en la península italiana si no hubiese sido por la rápida y combinada respuesta del sector, investigadores y administraciones, que contribuyó a facilitar las sueltas de Torymussinensis en los castañares afectados.

Desde la Red Estatal del Castaño se espera que  las autoridades responsables de la biodiversidad en España autoricen la suelta masiva de Torymussinensis, y pongan en marcha el plan de contingencia pendiente, ya que no podemos permitirnos el riesgo de arruinar a miles de familias y perder un hábitat que alberga una enorme riqueza desde el punto de vista entomológico y de biodiversidad en general.

“Sin embargo –afirma Boza-, España sigue lejos de garantizar la conservación del castaño, hábitat que precisa de las medidas y recursos oportunos para el control de la plaga de la avispilla, así como de las medidas necesarias para la recuperación y puesta en valor de estos sistemas agroforestales como son los castañares. Así, desde la Red Estatal, se solicitará que se considere al castaño como sector estratégico para las zonas desfavorables de montaña, ya que son territorios deprimidos desde el punto de vista socioeconómico, y la castañicultura puede revertir esta situación, como ocurre en Italia, donde el castaño contribuye a vertebrar las economías de montaña”.

Desde la Red Estatal del Castaño, se recordará así mismo al Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente la necesidad de la puesta en marcha de las medidas previstas para la erradicación y control de esta especie invasora mediante la ejecución de un programa de control biológico, único método que se ha revelado eficaz hasta la fecha para el control de este insecto, dotando dichas medidas con la financiación necesaria. Igualmente, se espera que por parte del Ministerio se tengan en cuentas las imprescindibles medidas previstas por el GO Saluscastanea para la conservación del castaño.

El castaño, que actualmente ocupa una superficie superior a las 300.000 ha en nuestro país, es una de las especies cuyo aprovechamiento más recursos genera en las áreas donde está presente. La recogida y comercialización de la castaña es una de las actividades que más beneficio genera en las zonas productoras para sus habitantes,  gracias a la venta del producto en fresco y a la importante industria transformadora dependiente del mismo, que tanto empleo genera. Además no se deben olvidar otras actividades ligadas al sector de las cuales dependen centenares de empleos, como es el de los viveros de producción de planta y del sector de la máquina – herramienta que estaba tomando cierto impulso en el desarrollo de bienes para la modernización del sector.

Por tanto, la pérdida de producción de castaña puede representar a nivel nacional, no solo una pérdida ambiental y paisajística irreparable, sino también la pérdida de puestos de trabajo y de generación de rentas en el medio rural  de nuestro país, algo imperdonable en el estado actual de nuestra economía.

La Red Estatal del Castaño insiste –señala el responsable de Castaña- en la urgente necesidad de adopción de medidas y en evitar la pérdida de tiempo; la experiencia acumulada en las regiones de Italia o Francia en los pasados años debe aprovecharse para minimizar las afecciones en España. La inmediata puesta en marcha de las diferentes actuaciones que se pueden realizar para controlar la propagación de la plaga, si se realizan con celeridad tendrán un coste mucho menor que si se espera a la extensión a todas las zonas productoras, reduciendo igualmente la repercusión económica y los daños colaterales de su extensión.

El castaño, ya afectado por otras plagas y enfermedades, ha sufrido una importante regresión en las últimas décadas, por lo que esta nueva plaga puede suponer la puntilla final y  hacernos perder este valioso recurso para las generaciones venideras.

Fuente: COAG Andalucía