Más de 20.000 agricultores dicen “basta”, y protestan en Sevilla por la crisis de precios del aceite de oliva en origen

El compromiso que UPA Andalucía ha contraído con los olivicultores esta campaña para acompañarlos en su lucha por acabar con la actual crisis de precios en origen que atraviesa el sector del aceite de oliva, se ha visto ratificado y ha dado un paso más en el día de hoy. Miles de agricultores llegados de todas las provincias andaluzas, respaldados y convocados por las organizaciones profesionales agrarias UPA-A y COAG-A, han marchado por las calles de la capital hispalense reclamando un precio justo y digno por el aceite de oliva. A su reivindicación se han sumado UGT Andalucía, CCOO Andalucía, muchísimas cooperativas olivareras, ayuntamientos y otros organismos sociales y entidades vinculadas con el sector.

La cabecera de la protesta ha partido pasadas las 10:30 de la mañana de la Avenida de la Palmera, a la altura del Estadio del Betis. Ha avanzado con paso firme, entre gritos de protesta y ruido de silbatos a lo largo de toda la avenida, hasta llegar a la Presidencia de la Junta de Andalucía, en el Palacio de San Telmo. Los representantes de ambas organizaciones agrarias han podido acceder al edificio del Gobierno autonómico, donde han entregado un manifiesto que recopila las reivindicaciones del sector.

Posteriormente, los manifestantes han continuado su recorrido hasta la Plaza de España, deteniéndose ante la Delegación del Gobierno central en Andalucía. Allí, una representación de la protesta, han entrado al edificio, donde han entregado el manifiesto que resume las reivindicaciones del sector. Finalmente, Miguel Cobos y Miguel López, sendos secretarios generales de UPA Andalucía y COAG Andalucía, han dedicado unas palabras a los asistentes, poniendo de relieve la problemática que acusa el sector olivarero y reclamando las medidas necesarias para poner fin a la situación actual.

La urgencia se encuentra en el bajo precio que reciben los agricultores por su aceite de oliva, que lleva toda la campaña muy por debajo de los costes de producción y, lógicamente, está haciendo perder muchos millones de euros a este sector estratégico para la economía andaluza, sin motivos justificados. Pero además de la necesidad de solventar el problema coyuntural del bajo precio, el ramo productivo de nuestro “oro líquido” arrastra una serie de problemas y desventajas estructurales. Estas dificultades tienen más que ver con la posición débil y atomizada de nuestro modelo mayoritario de pequeñas explotaciones familiares frente a las pocas y potentes empresas industriales y de comercialización; también se deben a la falta de medidas legislativas que protejan a los agricultores de las prácticas de mercado abusivas, y la necesidad de inversión en el sector para que siga siendo viable, sostenible y tenga futuro. Por ello, las reivindicaciones de esta protesta se resumen a continuación.

REIVINDICACIONES DEL SECTOR DEL ACEITE DE OLIVA:

  • Puesta en marcha por parte de las administraciones de medidas urgentes que eviten los abusos al productor, con precios justos y estables.
  • Que la Unión Europea permita la autorregulación del sector para lograr una estabilidad dentro de los mercados y permita, por ejemplo, la retirada de producto en los momentos en los que sea necesario equilibrar la oferta y la demanda, evitando así oscilaciones importantes de precios.
  • Actualizar los precios de desencadenamiento del mecanismo de almacenamiento privado, pues son cifras de hace más de 25 años, por tanto, están obsoletas y no son acordes con los costes actuales de producción y el coste de la vida.
  • El olivar tradicional con bajas producciones y altos costes debe recibir un apoyo adicional en forma de pagos básicos y pagos acoplados provenientes de la PAC. 
  • Modificar la Ley de cadena alimentaria para prohibir y sancionar las malas prácticas como la venta a pérdidas o la utilización del aceite de oliva como producto reclamo.
  • Trabajar por una mayor unidad y concentración de la oferta por parte del sector productor para optimizar la capacidad de negociación. También hay que poner recursos para conseguir que el valor añadido derivado del envasado, la comercialización o la diferenciación de calidad, se quede en el sector productor.
  • Establecimiento de contratos tipo entre productores e industria que permitan fijar precios mínimos ligados a costes de producción.
  • Establecer mecanismos de control de calidad y sanciones para evitar fraudes al consumidor, así como trabajar en su formación para que sea capaz de detectar esos abusos. 
  • Que las Administraciones destinen recursos para promocionar el consumo interno e internacional, y los beneficios del aceite de oliva, a través de organismos como EXTENDA.

Fuente: UPA Andalucía