Cómo producir más alimentos sin dañar el medio ambiente en la XI edición de la Andalusian Commodity Exchange

Esta mañana se ha celebrado en Sevilla la XI edición de la Andalusian Commodity Exchange (antes Bolsa Andaluza de Materias Primas) a la que han asistido 500 altos directivos, exportadores, importadores, brokers y comerciales en la compra-venta de cereales, procedentes de 25 países, y que ha estado organizada un año más por la empresa sevillana Northstar Brokerage.

Se trata de uno de los mayores encuentros mundiales privados del sector, donde se ha puesto de relieve el cada vez más difícil equilibrio entre una población mundial en constante crecimiento y los esfuerzos de los agricultores por ofertar alimentos y piensos para el ganado. La población mundial se sitúa hoy en 7.700 millones de habitantes, con crecimientos anuales de 80 millones de personas siendo la alimentación el principal problema al que se enfrenta el mundo.

Según ha expuesto a los presentes el cofundador de Northstar Brokerage, Philip Werle, las mejoras en los procesos productivos agrícolas “han supuesto aumentos significativos” en los rendimientos por hectárea, si bien esta revolución “ha dejado en el camino a miles de agricultores incapaces de mantener el ritmo tecnológico”. Las reflexiones expuestas en la ACE indican que las nuevas tecnologías, tales como la inteligencia artificial y el uso de robots, están cambiando las bases sobre las que hasta ahora se ha sustentado el sector, cambios que se acelerarán mucho más en los próximos años. Y es que los sistemas de inteligencia realizarán cálculos más exactos sobre la producción estimada y la forma de gestionar el negocio. Ante este escenario se hace cada vez más necesario compaginar el aumento de alimentos con el cuidado del medio ambiente, que presenta problemas tan acuciantes como el deshielo y la deforestación. Durante la jornada han tenido lugar cuatro ponencias a cargo de directivos de multinacionales de materias primas que han versado sobre la situación global.

COMPORTAMIENTO DEL MERCADO

TRIGO DURO: Andalucía es la principal productora nacional, con 170.000 hectáreas, seguida de Aragón con 60.000. Cifras que representan un descenso del 25% provocado por los bajos precios que se pagan al agricultor, que esta campaña ha preferido sembrar más trigo blando y cebada. Las 170.000 hectáreas andaluzas presentan rendimientos medios de entre el 2,7-2,8 toneladas/hectárea. Según los últimos datos de la Lonja de Sevilla, el trigo duro del grupo 2 se está pagando a 209-211 euros/tonelada. Las últimas lluvias caídas en Andalucía están favoreciendo el crecimiento de este cereal, lo que ha provocado cierto alivio en los precios, si bien aún es pronto para conocer su calidad.

La tendencia a nivel europeo sigue un patrón muy similar al campo español, dado que los principales productores presentan menos superficie cultivada. Grecia ha sembrado un 30% menos, Francia, entre un 12-15% menos e Italia, entre un 10-12% menos. Solo a este lado del Atlántico Kazajistán se ha mantenido estable. México también ha recortado su siembra entre un 5-7%, mientras que Canadá y EE.UU. acaban de comenzar la suya y es difícil en estos momentos cuantificarla.

TRIGO BLANDO: La producción en la UE rondará los 144 millones de toneladas, situándose en una horquilla media de producción. El mercado francés, por su parte, ha recuperado competitividad con respecto al inicio de la campaña y a partir de febrero ha intensificado las exportaciones a sus destinos tradicionales del Magreb y resto de África, así como a otros países como China, Cuba y Yemen. GIRASOL: Su cultivo sigue bajando en Andalucía, mientras suben los de almendro y olivar intensivos y otros cultivos alternativos, que presentan rentabilidades más interesantes. Si en 2014 se sembraron en la Comunidad 300.000 hectáreas, en la presente campaña se espera una superficie en torno a 200.000, de las que 75.000 hectáreas se esperan que sean alto oleico. Aunque las siembras andaluzas se ha realizado en un contexto incierto por la sequía de febrero y marzo, el agua caída en las últimas semanas favorecerán el cultivo, por lo que es de prever que la calidad y rendimiento de la cosecha sean correctas, como ya sucedió en la anterior campaña. Actualmente el precio del girasol convencional fluctúa entre los 310-330 euros/tn.

MAIZ: La cosecha de maíz nacional se estima en unos 4 millones de toneladas, por lo que el mercado doméstico seguirá dependiendo de las importaciones, dado que necesita entre 6-7 millones de toneladas para satisfacer sus necesidades. Una campaña más será Ucrania nuestro principal abastecedor, país en el que se espera una segunda cosecha récord, lo que comportaría precios estables. En España el maíz se está pagando a 170 euros/tn, es decir, casi 13 euros por encima del precio de intervención de la UE, situado en los 157,3 euros/tn. Se prevé que su producción mundial ronde en esta campaña los 1.110 millones de toneladas, siendo EE.UU. el principal productor, al representar un tercio del cultivo y con siembras al alza. En el Hemisferio Sur la producción será abultada, dado que entre Brasil y Argentina (principales productores de la zona) sumarán 150 millones de toneladas. A ello hay que sumar los stocks de Ucrania, por lo que se prevé una amplia disponibilidad de este cereal. SOJA: El abastecimiento mundial de habas de soja aumentó en 20 millones de toneladas la pasada campaña debido a las buenas condiciones climáticas, lo que se ha traducido en compras a precios competitivos en relación a las demás harinas proteicas y se sitúan aproximadamente en los 320 euros/tn. En las 42 semanas de ejercicio comercial las importaciones de habas de soja a la UE han aumentado un 9%, mientras que el aceite de soja lo ha hecho en un 47%.

PIENSOS: A nivel internacional destaca Asia, que presenta un mercado a la baja. Como elemento desestabilizador destaca la fiebre porcina africana que está afectando a la mitad de la cría de cerdos en China y al 20% de la vietnamita, circunstancia que acarrea un importante descenso en el consumo de piensos. A ello hay que añadir la guerra comercial entre EE.UU. y China que mantiene expectante al mercado de compra-venta de piensos, a la espera de que ambos países negocien y se estabilice la situación.