UPA Andalucía señala la subida del gasóleo agrícola y propone medidas y hace balance de los daños causados por los temporales

Es sabido que los precios de los hidrocarburos suelen ser muy fluctuantes. Si en 2012 el litro de gasóleo agrícola llegó a estar a 0,99 euros, después fue experimentando un descenso progresivo hasta colocarse en los 0,58 euros en 2016, dato especialmente positivo e inusual. Posteriormente se ha mantenido a 0,68 euros, y si bien es cierto que no se han alcanzado las cifras de 2012, en octubre el precio del gasóleo agrícola ha subido estrepitosamente, hasta colocarse en 0,89 euros. Este repunte supone un aumento de un 27% con respecto al último año.

Este ascenso estrepitoso en los precios del gasoil de las últimas semanas, llega en un momento pésimo para el sector agrícola: los agricultores andaluces se encuentran en plena campaña de siembra de cereales de invierno, y en la recogida de la aceituna de verdeo, que este año se ha retrasado un poco. Así mismo, la campaña de recogida de aceituna para aceite es también inminente. Por tanto, “es una época en la que las explotaciones usan más maquinaria y, por tanto, tienen que asumir un mayor consumo de carburantes. Esta subida, en una pequeña explotación, puede traducirse en un gasto añadido de varios cientos de euros más”, han declarado desde UPA Andalucía.

El gran inconveniente de esta subida del precio del combustible es que, los agricultores y ganaderos, no tienen la fuerza, ni el peso en la cadena comercial para poder repercutir este sobrecoste en el precio al que venden sus productos. Más bien viene ocurriendo lo contrario, pues casi todos los sectores arrastran un grave problema de precios injustos y por debajo de unos costes de producción, que no dejan de aumentar.

Así, desde UPA, consideran que “es necesario poner un tope a estos aumentos de precio del gasóleo, para que no alcance máximos históricos que sigan dificultando la supervivencia de miles de pequeñas y medianas explotaciones agrarias cuya rentabilidad ya está al límite”.

UPA Andalucía hace balance de los daños causados por los temporales de este otoño

Desde que el pasado mes de septiembre comenzara el temporal de precipitaciones, tormentas y granizo, hasta hoy, Andalucía ha sufrido una suerte dispar en cuanto a los efectos ocasionados por estos fenómenos meteorológicos. En aquellas provincias andaluzas situadas cerca del levante andaluz, las precipitaciones, en general, han caído bien repartidas, y han venido como agua de mayo. Sin embargo, en las provincias más occidentales como Málaga, Sevilla, Huelva, las lluvias han provocado importantes daños y desperfectos.

Los perjuicios ocasionados por inundaciones, arrastres, derrumbes y filtraciones, han afectado seriamente al sector agrario de estas provincias, en lo que respecta a explotaciones agrarias, caminos, infraestructuras hidráulicas, canales de riego y cauces públicos, entre otros.

Aunque las provincias más orientales han gozado de unas lluvias más benévolas, también ha habido excepciones. Así, en el mes de septiembre, tuvieron lugar importantes episodios de granizo de gran diámetro que afectaron a varias provincias. La provincia de Jaén fue una de las más afectadas, especialmente en Alcaudete y sus alrededores, y también por la zona de Beas de Segura, donde los olivares se cubrieron de un manto blanco, dañándose seriamente muchos árboles de este cultivo. En algunos puntos de la provincia cordobesa, el olivar también se vio afectado. Tampoco se libró la comarca de Baza, en Granada, donde el temporal provocó daños en cultivos de almendra y hortalizas al aire libre (tomate y pimiento, fundamentalmente), así como en infraestructuras de invernaderos.

UPA Andalucía ha resaltado especialmente a la provincia de Málaga, por ser una de las más castigadas. En el mes de octubre, municipios como Marbella, Cártama, Alhaurín el Grande y Coín, y dos días después, Teba, Campillos, Almargen, Ardales, Humilladero o El Saucejo, entre otros, se vieron gravemente afectados, viviendo incluso momentos de pánico. Las fuertes tormentas acumularon hasta 400 litros/m2 en algunos puntos. Además de importantes pérdidas personales y materiales, multitud de explotaciones han visto dañados sus cultivos, y muchas explotaciones ganaderas contemplaron cómo perecían todos sus animales por ahogamiento.

En octubre, también la Sierra Sur de Sevilla y municipios como Ronda en Málaga, sufrieron importantes daños por el temporal de tormentas. La crecida de sus cauces ocasionó importantes inundaciones que mantuvieron en vela a miles de vecinos, y provocaron destrozos en infraestructuras de una veintena de municipios.

A esto hay que sumar que, sin ir más lejos, en la madrugada del pasado domingo las fuertes lluvias inundaron la costa onubense. Lepe, Cartaya, Isla Cristina y La Antilla sufrieron las intensas precipitaciones acompañadas de tormentas, produciéndose cuantiosos daños en el campo. Así, muchas explotaciones agrícolas de fresa se vieron afectadas por dos tipos de daños: los originados por arrastre de aguas que provocaron la pérdida de plásticos, lomos y plantas, y los provocados por inundaciones, que han dejado bajo el lodo muchas parcelas. Los cítricos en Huelva también han sufrido anegaciones, y aunque se estima que no ocasionarán graves perjuicios, se aumentará el gasto en las explotaciones por la necesidad de tratamientos contra enfermedades.

UPA Andalucía valora positivamente que la Junta de Andalucía haya acordado destinar 37,7 millones de euros a las primeras obras de máxima prioridad para reparar los daños de las últimas lluvias torrenciales en Andalucía. No obstante, “estimamos que esta partida es insuficiente dada la magnitud de los perjuicios, e instamos a la Junta y al Gobierno central a aumentar los recursos económicos para las provincias damnificadas”, han declarado desde la organización agraria.

En principio, se va a actuar en 40 términos municipales malagueños15 sevillanos11 jiennenses13 granadinos y 9 almerienses. Las intervenciones en los caminos públicos repararán unos daños que han dejado aisladas muchas explotaciones agrícolas y ganaderas, y están impidiendo el desarrollo normal de la actividad agraria. El decreto ley en este ámbito dispone, asimismo, que se podrán respaldar trabajos preventivos, como habilitación de cunetas o pasos de agua, frente a los riesgos de nuevos fenómenos meteorológicos adversos.

Finalmente, desde UPA Andalucía, han querido recordar una vez más que “la única garantía de renta frente a catástrofes meteorológicas para las explotaciones agrícolas y ganaderas es el seguro agrario” y, por lo tanto, recomiendan a los agricultores que tengan siempre aseguradas sus explotaciones frente a estos fenómenos meteorológicos tan peligrosos.