UPA Andalucía felicita al Parlamento por la aprobación de la proposición sobre la PAC

UPA Andalucía apuesta por la inmensa mayoría de agricultores y ganaderos que quieren cambios en la nueva PAC después del 2020, para seguir contando con personas que producen, transforman y comercializan alimentos de calidad, saludables y a precios razonables.

El Proyecto Europeo necesita de una PAC fuerte, tanto en contenido como en presupuesto, sin recortes ni debilitamientos, y que haga honor a sus siglas, que sea netamente agraria, donde tanto los objetivos como la financiación vayan destinados prioritariamente al sector agrario.

El sistema de ayudas que surja de esta reforma debe seguir contando con dos pilares, uno enfocado a la renta y a las medidas de mercado y un segundo orientado a la diversificación económica, medidas agroambientales, apoyo a la inversión e incorporación de jóvenes. Que habilite elementos diferenciadores para los agricultores y ganaderos profesionales y la agricultura familiar con multiactividad, centrándose fundamentalmente en aquellos que trabajan y viven en el medio rural. Que ponga en marcha instrumentos como techos en las ayudas para que unos pocos no se beneficien de la mayor parte del presupuesto, pagos decrecientes y que a medida que aumenta el tamaño de la explotación las ayudas disminuyan y pagos redistributivos que beneficien a los pequeños y medianos agricultores.

La ganadería extensiva y los sectores agrarios más vulnerables y de importancia social, económica y medioambiental deben ser objeto de pagos asociados (olivar en pendiente y bajas producciones, uva pasa, almendro, caprino, etc).

Desde UPA Andalucía demandamos una nueva PAC que aumente el peso de los productores en la cadena de valor, facilitando normas que mejoren el reparto y la organización colectiva de los agricultores, estableciendo marcos jurídicos sobre competencia, autorregulación y cadena alimentaria uniformes y claros a nivel europeo.

Desde UPA Andalucía creemos que para lograr una mejor adecuación de los Planes Estratégicos a la realidad social, económica, territorial y competencial, debemos exigir a la UE que los mismos, que incluyen ayudas directas y desarrollo rural, sean realizados por las Comunidades Autónomas.