Identifican una nueva proteína que controla la producción del color rojo en las fresas

Personal investigador del grupo BIO278 «Biotecnología y farmacognosia vegetal»

Un grupo de investigación de la Universidad de Córdoba caracteriza un nuevo factor de transcripción que regula, durante la maduración de las fresas, la producción de antocianinas encargadas de darle el color rojo

Las fresas son un fruto que destaca por su color, aroma, sabor y textura. Estos aspectos, conocidos como propiedades organolépticas y que determinan su calidad y la preferencia de quienes las van a consumir y de los insectos encargados de dispersar las semillas y favorecer el posterior crecimiento de futuras plantas, se producen en el proceso de maduración de la fresa.

El grupo de investigación de la Universidad de Córdoba Biotecnología y farmacognosia vegetal, que bajo la dirección de Juan Muñoz Blanco lleva varios años estudiando la regulación genética de la maduración de las fresas, ha dado un paso más en el conocimiento de este proceso clave al identificar una nueva proteína que interviene en el control de la producción del color rojo de las fresas. Se trata de una proteína, de las conocidas como factor de transcripción (FaMYB123), que se encargan de activar o reprimir la expresión de otros genes.

Según el estudio, que forma parte de la tesis doctoral del investigador formado en la UCO Félix J. Martínez-Rivas y que se ha publicado en The Plant Journal, este factor de transcripción se encarga fundamentalmente de la producción de las antocianinas que son los pigmentos que, en el caso de las fresas, otorgan su color rojo tan característico.

Para comprobarlo crearon una planta de fresa transgénica a la que le reprimieron la expresión del factor de transcripción FaMYB123 y lo que vieron es que la cantidad de antocianinas estaba más reprimida en esas plantas transgénicas que en comparación con los frutos normales. Es decir, sin el factor de transcripción descrito, la fresa no produce la totalidad de su color rojo.

Pero esto no lo hace esta proteína sola ya los factores de transcripción no trabajan aisladamente, sino que se combinan entre ellos. Y, en este caso, el equipo de investigación ha encontrado que FaMYB123 se relaciona con otro factor ya conocido de antes (FabHLH3) que también estaba relacionado con la pigmentación de las fresas. La interacción de ambos contribuye al aumento de la producción de antocianinas durante la maduración.

El estudio, en definitiva, aporta un nuevo conocimiento sobre el control de la maduración de las fresas. Según explica Francisco Javier Molina Hidalgo, del equipo de investigación, “conocer qué pieza del puzle controla cada parte del proceso de maduración, en este caso, el color rojo, nos permite luego manipularlo genéticamente o usarlo como herramienta en los programas de breeding en los que se mezclan diferentes variedades para tener otras nuevas”. Conocer con más detalle cómo las fresas maduran es clave en un país como España que es el principal productor europeo de fresa, con la provincia de Huelva a la cabeza.

Referencia:

Martínez-Rivas, F.J., Blanco-Portales, R., Serratosa, M.P., Ric-Varas, P., Guerrero-Sánchez, V., Medina-Puche, L., Moyano, L., Mercado, J.A., Alseekh, S., Caballero, J.L., Fernie, A.R., Muñoz-Blanco, J. and Molina-Hidalgo, F.J. (2023), FaMYB123 interacts with FabHLH3 to regulate the late steps of anthocyanin and flavonol biosynthesis during ripening. The Plant Journal, 114 (3): 683-698. https://doi.org/10.1111/tpj.16166 

Fuente: UCO