La campaña de verdeo atraviesa su ecuador con la preocupación por la falta de agua, la mano de obra, los aranceles y la nueva PAC

Según Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, la estimación de cosecha continúa a la baja, a medida que sigue sin llover

La campaña de la aceituna de mesa atraviesa su ecuador en Andalucía, con las variedades manzanilla y gordal prácticamente cosechadas. La entrada de aceitunas en las cooperativas es continua, y los patios de fermentadores están a pleno rendimiento. En el campo, la recolección se encuentra en torno al 60% y marcha al ritmo que va imponiendo la escasa disponibilidad de mano de obra y el grado de aguante de las parcelas y los frutos para ser verdeados.

Actualmente, la actividad se centra en la cogida de la aceituna hojiblanca, una variedad que continúa mirando al cielo pues, si llueve en los próximos diez días, podría asegurar una segunda campaña, como ya ocurrió el pasado año. En caso contrario, el verdeo estará finalizado en las próximas semanas.

La ausencia de precipitaciones tiene al sector en vilo pues, a medida que continúa sin llover, la estimación de cosecha se corrige a la baja y se desinflan las buenas perspectivas iniciales. Así, si el aforo del sector señalaba unas 564.000 toneladas de aceituna de mesa a principios de septiembre, el cuarto y último aforo estima ya unas 498.000 toneladas verdeables, es decir, un 7% menos que en la campaña anterior.

La AEMET ha confirmado que hemos tenido el verano más cálido de la serie histórica, a lo que se suma un otoño prácticamente desaparecido. Las temperaturas diurnas vienen superando los 30 grados centígrados y las nocturnas no bajan de los 20 grados en los meses clave del otoño y en prácticamente todas las zonas productoras. Situación que incide en el normal desarrollo del fruto del olivo, afectando tanto a su cantidad como a su calidad, lo que se traduce en una clara pérdida de rentabilidad de los productores.

Revertir esta situación y elevar el volumen de la producción para poder atender las necesidades del mercado pasa por un recurso tan necesario como el hídrico. Hay que recordar que el 60% del olivar andaluz es tradicional y de secano, por lo que urge dar una solución definitiva al problema del agua y de la mano de obra en las plantaciones olivareras, que sufren un claro riesgo de abandono si no se adoptan políticas efectivas de gestión hídrica y apoyo a las inversiones en modernización y reestructuración del olivar.

Ante una amenaza real de cambio climático es indispensable dar estabilidad a las explotaciones con un recurso tan vital como el agua, pues sólo si lo tenemos garantizado podremos conseguir calibres óptimos para satisfacer las demandas de los mercados.

Aranceles

En materia de comercialización, hay que recordar que desde el año 2018 la aceituna negra española está grabada con aranceles antidumping y antisubvención que Estados Unidos (EEUU) impuso por competencia desleal y por las ayudas de la PAC, al entender que estas subvenciones hacían a la industria aceitunera de California menos competitiva. A este respecto, se fijaron tasas del 35%, que posteriormente lograron reducirse al 31%. Sin embargo, en agosto, el presidente norteamericano Donald Trump impuso un arancel adicional del 15% al sector.

Esta situación ha provocado cuantiosas pérdidas económicas y de cuota de mercado. Así, si en los tres años previos al arancel, España representó aproximadamente el 75% de las importaciones de aceitunas negras por parte de EEUU, en la campaña 2024-2025 este porcentaje cayó al 24%, mientras que otros países productores como Egipto, Marruecos y Portugal (que no están sujetos a los mismos aranceles) representaron el 62%.

Estados Unidos ha continuado incrementando la entrada de aceitunas de países foráneos para satisfacer su demanda. De hecho, en la última campaña, importó un volumen total de aceitunas de 40 millones de kilos destinados a aceituna negra (87 millones de libras) el más alto en los últimos nueve años.

En cuanto a la producción propia de aceitunas, la previsión de la cosecha en California para este 2025 son de 44.000 toneladas, es decir, un 10% menos que la cosecha del año pasado, según recoge el ‘California Table Olive Probability Survey Report’ del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).

Estas cifras revelan, según el presidente del consejo sectorial de Aceituna de Mesa de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Gabriel Cabello, que la importación de aceitunas españolas “no es la causa de la supuesta pérdida de competitividad de la industria aceitunera americana, razón que motivó la imposición de dichos aranceles a las industrias aceituneras españolas”.

Unas tasas que, pese a su prolongación desde hace ya siete años, “queda demostrado que no tienen efectos ni en los productores americanos ni en el consumo de aceitunas en Estados Unidos”, motivo por el que el presidente sectorial reitera que deben ser “anulados de inmediato”, al tiempo que exige al Ministerio de Agricultura y a Bruselas “alcanzar los acuerdos que sean necesarios para terminar de una vez por todas con esta situación”. Y es que, estos aranceles, además de ser ilegales según el dictamen de la Organización Mundial del Comercio, “son inútiles”, enfatiza Gabriel Cabello.

Nueva PAC

Otra de las incógnitas que marcará la campaña será el borrador de la nueva PAC post 2027, cuya propuesta ha sido rechazada por Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, al plantear un recorte del 22% de los fondos agrarios y su integración en un fondo financiero común.

En este sentido, Cooperativas Agro-alimentarias insta a todas las partes a mirar al futuro, que pasa por fortalecer al sector del olivar y a las cooperativas aceituneras, y existen instrumentos para ello a través de las intervenciones sectoriales para impulsar la capacidad de inversión, innovación y adaptación a los nuevos retos.

En este sentido, la federación urge a conformar una mesa de trabajo para buscar una solución conjunta, donde se contemplen los instrumentos que tan bien han funcionado en otros sectores como el de las frutas y hortalizas, ya que las medidas de inversión como los programas operativos tienen un efecto multiplicador de los fondos públicos y corresponsabilizan a los agricultores para mejorar su competitividad y resiliencia.

Fuente: Cooperativas Agro – alimentarias de Andalucía