COAG Andalucía pide al Gobierno cautela ante la posibilidad de entrada algodón transgénico

COAG Andalucía ha escrito una carta al Delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, en la que le comunica que ha tenido conocimiento de que en los próximos días llegará al puerto del Algeciras un barco procedente de Argentina con semillas de algodón transgénico.

Esta organización ha explicado que si bien en Argentina hay cuatro variedades aprobadas, sólo una de ellas está autorizada para su entrada en la Unión Europea con destino a alimentación animal. Las restantes pueden emplearse exclusivamente para la obtención de aceite. No hay información sobre el uso que se dará a estas semillas, por lo que es imprescindible garantizar que el material que entra en nuestro territorio cumple con la legislación correspondiente y,  además, descartar cualquier posible contaminación, que supondría un serio varapalo para un sector que lleva años trabajando de forma conjunta para mejorar su calidad.

Además, se da la circunstancia de que en el país de origen de estas semillas, la plaga del picudo del algodonero, Anthonomus grandis, ha tenido un avance incontrolado desde su entrada procedente de Brasil. En la última campaña 2016, su importancia ha sido tan relevante que se ha producido una drástica reducción de la superficie sembrada, según datos del Ministro de Producción de Chaco, principal región productora de este país sudamericano. Esta plaga se expande sobre todo en situación de altas temperaturas y humedad, pero también presenta un alto grado de colonización en regiones semiáridas, por lo que el riesgo es muy elevado. Por ello, y dado que no conocemos el fin con el que se importan estas semillas (alimentación animal, aceite, etc.), hemos solicitado que se retenga el material hasta que se verifique la ausencia del citado coleóptero, pues los daños fitosanitarios y para el sector serían irreversibles.

COAG Andalucía recuerda que en nuestra comunidad autónoma se produce un algodón no transgénico y que el sector, altamente estructurado y tecnificado, trabaja de forma conjunta desde hace años con el objeto de avanzar en la sostenibilidad del cultivo, mejorar la calidad de las producciones y obtener un mayor valor añadido como consecuencia de la adaptación de éstas a las demandas de la sociedad. A este respecto, hemos de mencionar que la asunción de los métodos de Producción Integrada por parte de los algodoneros se ha traducido en la supresión del uso de plástico, reducción del 40% de los fertilizantes, la eliminación del 42% de los tratamientos fitosanitarios, un ahorro del 30% en el uso del agua y la sustitución de la aportación de fertilizantes por el abonado en verde, todo en aras de asegurar un control más sostenible e integrado del cultivo.

La petición al Delegado también se ha remitido a los representantes de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, para que en la medida de sus competencias activen los protocolos que estimen oportunos, y se va a trasladar a los representantes del Ministerio de Agricultura, dado que nos consta que entrarán otros cargamentos en los próximos meses por los puertos de Santander y Tarragona.

* Situación del sector del algodón.

España y Grecia son los mayores productores de algodón en la Unión Europea, cuya producción sin embargo no alcanza el 2% del total mundial. Andalucía cuenta actualmente con una superficie de algo más de 60.000 hectáreas, una producción de unas 150.000 toneladas y casi 6.500 explotaciones. El cultivo del algodón genera más de un millón de jornales.

El algodón modificado genéticamente no resulta rentable, porque exige mayor gasto en insumos y semillas, ya que sigue siendo necesario aplicar productos fitosanitarios (necesidad que se incrementa con el tiempo, porque la resistencia a las plagas se hace mayor en las sucesivas campañas) y el rendimiento no ofrece diferencia significativa con respecto a las variedades convencionales. Además, los transgénicos pueden combatir algunas plagas, pero potencian otras secundarias. Todo ello, sin mencionar las posibles consecuencias para la salud y el medio ambiente.

El futuro del algodón pasa necesariamente por el mantenimiento de los apoyos públicos a la actividad productiva y por seguir avanzando hacia la calidad y el respeto al medioambiente que demandan los mercados y consumidores más exigentes.