UPA defiende los efectos “directos y positivos” en la ganadería del Acuerdo con el Ministerio

Medidas que inquietaban a los ganaderos, como el veterinario de explotación, el plan sanitario integral o la identificación electrónica quedan de momento aplazadas. Se abren ya las mesas de negociación en las que UPA pedirá su retirada definitiva

El acuerdo con 43 medidas de apoyo al campo firmado por UPA con el Ministerio de Agricultura contempla importantes medidas reclamadas por los ganaderos españoles que tendrán un impacto “directo y positivo”. Es la opinión de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, la primera organización en firmar un acuerdo con el ministro Luis Planas, el pasado 3 de abril.

Fruto del acuerdo, se ha pospuesto la entrada en vigor de normativas que estaban en preparación y que causaban inquietud a los ganaderos y ganaderas, y sobre las que UPA estaba trabajando para lograr su retirada. Una de ellas es la referida al veterinario de explotación, sobre la que la organización de ganaderos se había mostrado en contra, por comportar más burocracia y gasto para la explotación, sin mejorar la seguridad sanitaria.

De momento la figura que aplazada un año, aunque UPA pedirá la retirada definitiva. “El sector está haciendo las cosas bien”, asegura el secretario de Ganadería de UPA, Román Santalla. “Las explotaciones ya contamos con veterinarios suficientes con los que trabajamos mano a mano para mantener la salud de nuestros animales”, recalca.

Otro de los aspectos que contempla el acuerdo es la negociación del llamado “Plan Sanitario Integral”. Negociación que UPA valora muy positivamente y que debe comenzar en breve entre el MAPA las organizaciones firmantes para avanzar en un modelo “asumible” por las explotaciones ganaderas.

Esta normativa implicaba que todas las explotaciones españolas deben tener un plan integral que contemple aspectos como la sanidad, la alimentación o el bienestar animal. UPA reclama que este plan sea asumible por todas las granjas en términos de burocracia, costes… para no dejar fuera a las explotaciones familiares.

Inquietud por las exigencias a la ganadería

La identificación electrónica del ganado es otro de los asuntos que se posponen y se abren a la negociación. UPA cree que esta es una nueva exigencia tecnológica que genera dudas en el sector, sobre sus costes y su procedimiento. De momento se pospone un año para analizar el impacto de esta medida, periodo en el que UPA trabajará para adaptar estas exigencias a la realidad de las granjas.

Otro de las cuestiones más relevantes para los ganaderos y ganaderas es el saneamiento ganadero. A este respecto, UPA insiste en abrir una mesa nacional para seguir avanzando en la lucha y erradicación de enfermedades que son objeto de saneamiento. Las claves son mejorar la coordinación entre el MAPA y las Comunidades Autónomas y sobre todo, como pide UPA desde hace años, establecer unos baremos de indemnizaciones que cubran las pérdidas causadas como consecuencia del saneamiento ganadero.

UPA también ha conseguido introducir en el acuerdo que se abran a la negociación las exigencias que comporta el real decreto de ordenación del vacuno, en el que hay aspectos “muy mejorables” acerca de los tramos y categoría de las explotaciones ganaderas, entre otras cosas.

La organización de ganaderos ha pedido también al MAPA que, en relación con el Real Decreto 159/2023, de 7 de marzo, que afecta sobre todo al porcino, se abra una negociación que pase por ampliar el plazo y por apoyar a las explotaciones familiares a lograr su cumplimiento.

Fuente: UPA