Eduardo Díaz, de CREA: “Hay soluciones para la cuenca, dejemos de mirar al cielo y hagamos una transición hídrica justa”

Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir -CHG- de hoy

En la Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir -CHG-, que se ha celebrado esta mañana, se ha vuelto a exponer una realidad que se viene arrastrando desde hace cuatro años como consecuencia de la persistente sequía que padece Andalucía y, muy especialmente, la cuenca del Guadalquivir.

Frente al pesimismo que se impone en el seno de la Comisión, el vicepresidente de la Asociación de Comunidades de Regantes -CREA- de Andalucía, Eduardo Díaz, ha intervenido para decir un ‘basta ya’ a la apatía generada y ha apuntado a tomar decisiones cuanto antes y buscar salidas a lo que parece que se acepta como “una plaga de Egipto”.

Concretamente, Eduardo Díaz ha afirmado que “hay soluciones para la cuenca, dejemos de mirar al cielo y hagamos una transición hídrica justa.  Ya llevamos cuatro años de lamentos y de inacción, sin poder sacar adelante cultivos de gran calado social, y ya es hora de tomar decisiones, cambiar leyes y de dar una solución integral a la cuenca”.

Asimismo, el vicepresidente de CREA Andalucía ha destacado la importancia de hacer un reparto social del agua, priorizando los cultivos que generan más empleo y mantienen vivos los pueblos andaluces. El agua tiene que aportar una renta agraria mínima vital.

Entre estos cultivos se encuentran los hortícolas, que pueden suponer unas 80.000 has. en toda la cuenca, de éstas unas 15.000 has de tomate de industria llevan ya más de dos años sin poderse cultivar en el Bajo Guadalquivir, lo mismo que le ha ocurrido a unas 50.000 has. de algodón, al ajo, a la remolacha, y al olivar, que por la falta de aceituna ha provocado que se dispare el precio del aceite de oliva.

Por ello, para CREA Andalucía, es fundamental que una situación que es excepcional no se vea con normalidad, “sino que se reaccione y se busquen alternativas que las hay, en las aguas no convencionales, ya que el Bajo Guadalquivir, por ejemplo, puede hacer uso de las aguas regeneradas de la metrópoli de Sevilla y también tiene más cerca el mar, por lo que podría acceder a aguas desaladas”, ha comentado Díaz.

Por último, el vicepresidente de CREA ha incidido en que hacer un reparto social del agua, priorizando el riego de los cultivos sociales, tiene que ver con poner en valor el impacto socioeconómico que tiene un cultivo en el territorio.

En este sentido, ha explicado que genera mucho más empleo el cultivo de ajo, que necesita 40 jornales por hectárea, que uno de herbáceos o de arroz. “No es lo mismo -ha dicho. Y la repercusión en el territorio tampoco. Y no olvidemos que el modelo social y profesional de agricultura es el que mantiene vivos nuestros pueblos en Andalucía”.

Fuente: CREA