La Fundación Savia insta a la Unión Europea a cambiar su modelo de compra de materias primas y de producción animal

Para alcanzar los compromisos de lucha contra el Cambio Climático en una economía basada en procesos productivos y cadenas de valor globalizadas, los criterios de producción, distribución y consumo tienen importantes áreas de mejora como es el sistema de producción animal.

Es evidente el compromiso de la Unión Europea “en el diseño y aplicación de políticas responsables y éticas” y para ello, hay que “trabajar de forma decidida para limpiar nuestras cadenas de suministro de productos causantes de la deforestación”. A

sí, la Fundación Savia, le ha transmitido al Vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, su preocupación por la deforestación causada por la producción agrícola industrial destinada a exportación en América Latina, África y Asía, responsable de más de dos tercios de la deforestación mundial.

Más de 50 millones de hectáreas de bosque han sido destruidas para producir materias primas vegetales, la mayoría de ellas, piensos para alimentar ganado intensivo. “Lo que realmente está alimentando es la Emergencia Climática y alterando los ecosistemas, favoreciendo con ello la zoonosis”, declaran en la misiva remitida al Vicepresidente.

El comité holandés de UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) y la Organización The Sustainable Trade Initiative (IDH), han emitido un informe donde sostienen que sólo el 22% de la soja utilizada en Europa en 2017 cumplía con los estándares establecidos por la Federación Europea de Fabricantes de Piensos para ser considerada sostenible o libre de deforestación.

En Italia, Portugal y España se consume el 30% de soja a nivel europeo y el informe concluye que, en estos países, prácticamente no hay demanda de soja cultivada y comercializadas con criterios de sostenibilidad ambiental y social. “El 87% de la soja importada por la UE se destina a pienso para el ganado intensivo. Un modelo de producción industrializado que está siendo trasladado también a la producción de carne: El 93,7% de la carne de cerdo, el 94,2% de la carne de aves de corral, el 80,6% de la leche y productos lácteos son producidos con sistemas de ganadería intensiva en macrogranjas”.

En la reunión del Foro de Bienes de Consumo en 2010, se comprometió poner fin a la deforestación mediante el abastecimiento responsable en 2020 de carne, aceite de palma, soja y otras materias primas, objetivo que ha quedado incumplido.

La Fundación Savia afirma que “es necesario recuperar modelos de vida, de alimentación, de producción, transformación y comercialización más responsables y éticos”, y para ello, las instituciones públicas y la Unión Europea tienen que asumir compromisos más ambiciosos.

La organización le ha trasladado una serie de propuestas y líneas de trabajo que se basan en exigencias en los criterios y requisitos de sostenibilidad para las importaciones de materiales primas en la UE, avalando, a través de certificaciones internacionales, que el modelo de producción no es causante de deforestación; premios a las empresas de alimentación que apliquen criterios de responsabilidad social y ambiental en sus cadenas de suministro y producción, y sanciones para aquellas que no lo hagan; puesta en valor de las virtudes y beneficios del sistema de producción ganadero ecológico y extensivo; y, por último, fomento de las dieta saludable y equilibrada que se compongan de productos locales, de temporada y ecológicos.

La Fundación Savia finaliza su carta afirmando que “las directivas de Biodiversidad 2030 y de la Granja a la Mesa deben, para tener un claro efecto en las dinámicas sociales, económicas y ambientales, ser acompañadas de otras medidas que sean sintónicas con las mismas, que las refuercen, que nos permitan de verdad lograr esos ambiciosos objetivos comunes que en realidad son de mínimos para las futuras generaciones”.

Fuente: Fundación Savia