UPA Andalucía reclama a la Junta mejor gestión e inversión medioambiental tras el incendio en Huelva

El pasado jueves se desataba uno de los mayores incendios de los últimos años, en el paraje Olivargas, en el municipio onubense de Almonaster la Real. Tras varios días de intensas labores de extinción del fuego, por fin se encuentra estabilizado, aunque sigue activo, habiendo dejado a su paso calcinadas entre 12.000 y 14.000 hectáreas de monte de un alto valor medioambiental y ecológico.

Casi 3.500 vecinos de localidades próximas tuvieron que ser desalojados por precaución, pero poco a poco han ido volviendo a sus casas. No se puede decir lo mismo en lo que concierne a la agricultura y ganadería, con un panorama desolador: cientos de explotaciones forestales y ganaderas destrozadas, muchas cabezas de ganado ovino, bovino y porcino, así como varias especies cinegéticas, que han quedado atrapadas sin poder escapar de las llamas.

También se han quemado muchas colmenas y, por supuesto, mucha fauna y flora silvestre. En definitiva, daños muy graves que no podrán ser cuantificados ni evaluados hasta que el fuego quede extinto por completo, una vez que los propietarios y los técnicos de Medio Ambiente puedan acceder a las explotaciones. 

El incendio ha estado activo en varios focos, alcanzando un perímetro inabarcable de hasta 28.000 hectáreas, donde la orografía, el tiempo, la zona y las condiciones han dificultado mucho su control y extinción. Por ello, dado lo complicado de la situación, desde UPA Andalucía quieren resaltar y agradecer el excelente trabajo y esfuerzo que han llevado a cabo las unidades de emergencias, con más de 500 efectivos del Infoca, la Unidad Militar de Emergencias y los bomberos del consorcio provincial. Además, se activaron la Unidad Médica de Incendios Forestales (UMIF), la Unidad Móvil de Meteorología y Transmisiones (UMMT) y el Grupo Regional de Mando (Gremaf).

También han estado arrimando el hombro la Cruz Roja, Protección Civil, y otras entidades y personas que han ofrecido su colaboración. Conviene, así mismo, destacar la buena disposición de los ayuntamientos de las localidades afectadas y cercanas, de la Diputación de Huelva y, por supuesto, de los vecinos, que han sufrido mucho viendo cómo peligraban sus hogares, y ardía su tierra, el pulmón verde de la provincia.

Sin ánimo de caer en el oportunismo de la tragedia, desde UPA Andalucía consideran necesario aprender de los errores e instan a las administraciones competentes a invertir más en la limpieza de montes y bosques, y dotar de más recursos a las propias unidades de emergencias como el Infoca.

No en vano, Huelva es una de las provincias más azotadas cada año por los incendios, por tanto, es preciso plantear soluciones para evitarlos, en la medida de lo posible. En concreto, tras este incendio, desde UPA exigen a la Junta de Andalucía un Plan de Recuperación Ambiental y un Plan de Recuperación para los municipios afectados.

Por otro lado, desde la organización agraria, quieren matizar que las palabras de la consejera Carmen Crespo en las que estimaba el terreno calcinado como “de escaso o poco valor ambiental” por no pertenecer al Parque y no estar protegido.

Si bien la propia consejera se ha retractado, es preciso señalar que fueron unas declaraciones poco acertadas, fruto de cierto desconocimiento. Y es que no solo se trata del valor medioambiental y ecológico, que lo tiene; hablamos de valorar y reconocer que lo que ha ardido es el medio de vida y sustento que fija la población en las pequeñas localidades que se asientan en el territorio, dedicadas a actividades agro-ganaderas, forestales, cinegéticas, de turismo de naturaleza, etc.

Por tanto, hablamos también de que este suceso supone unos perjuicios de un grave impacto económico y social que, si no se protegen y reactivan, tenderán al abandono y la despoblación de la zona. Por ello, para el futuro, desde UPA Andalucía pedimos mayor compromiso, recursos, prevención y sensibilidad.