Reservas Marinas: ejemplo de gestión para la conservación y regeneración de las especies pesqueras

La Red de Reservas Marinas de interés pesquero conforma una serie de espacios naturales protegidos que tienen como principal objetivo la conservación y regeneración de los recursos pesqueros autóctonos. Gracias a una adecuada gestión, se contribuye a mantener la pesca profesional artesanal, al tiempo que se favorecen otras actividades sostenibles, como el buceo de recreo. Las reservas marinas son creadas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a partir de peticiones del sector artesanal y de la información científica actualizada, y forman la Red de Reservas Marinas de España. En sus 34 años de existencia han demostrado los buenos resultados de la zonificación, los planes de gestión y la vigilancia, así como la compatibilidad de los usos pesqueros y de recreo. En este sentido, las reservas marinas se configuran como uno de los principales exponentes de la política de Crecimiento Azul del Ministerio. Su gestión se inspira en un enfoque ecosistémico de la pesca, que permite las actividades pesqueras responsables, al tiempo que se realiza un seguimiento de su hábitat, con lo que se contribuye a un mejor conocimiento y la sensibilización de los ciudadanos.

En la actualidad, la red de reservas está compuesta por 11 espacios (8 en el Mediterráneo y 3 en Canarias) que ofrecen protección a más de 103.468 hectáreas, de las que algo más del 10% son zonas de protección integral (sin actividades autorizadas en su interior). Cinco de estas reservas están gestionadas en exclusiva por el Ministerio, mientras que las otras seis son de gestión compartida con las comunidades autónomas. Para un adecuado control de las actividades que tienen lugar en las reservas marinas, el Ministerio dispone de una flota de 18 embarcaciones, de entre 6 y 20 metros de eslora, dos radares instalados en tierra y equipos de visión nocturna, entre otros medios técnicos.

En lo que respecta a Andalucía, la Reserva Marina de Cabo de Gata-Níjar se localiza en una zona de confluencia de corrientes, una cálida procedente del Mediterráneo y otra de menor salinidad y más fría procedente del Atlántico que se encuentran frente al Cabo de Gata, formando un área de alta productividad y riqueza biológica. Cuenta con 4.653 hectáreas. Como especies de interés para su conservación destacan el coral anaranjado, la nacra o el gasterópodo que forma, junto con el alga calcárea, una estructura rígida denominada arrecife de vermétidos, similar a la de los arrecifes coralinos tropicales.

Informa: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación