Biosabor, ejemplo de empresa familiar innovadora

En el año 2008, Francisco Belmonte, gerente y alma máter de Biosabor, comenzó a plantear en el seno familiar una nueva idea de negocio. En aquel momento encontró el apoyo de su mujer, María Dolores Morales -directora de administración y financiera en Biosabor-, de sus hermanos y cuñados. Todos ellos comenzaron a construir un proyecto que en siete años se ha convertido en un referente provincial de negocio familiar. Desde un primer momento, la producción en fresco, principalmente tomate ramo, estuvo alimentada con la idea de generar un valor añadido en su actividad, apostando por productos revolucionarios para el consumidor: zumo de tomate, sopa y salsa de tomate ecológica, gazpacho de verano e invierno, salmorejo, etcétera. Todo ello se ha ido cociendo a fuego lento para lograr la confianza y la aprobación de los consumidores. Hoy, además, presume de estrenar unas modernas instalaciones ideadas para hacer su proceso de producción más eficiente y a la vez facilitar la labor de sus trabajadores. Y es que, esta empresa familiar, ha logrado crear junto a sus empleados, una gran familia hortofrutícola en el municipio de Níjar.

El pasado viernes inauguró sus instalaciones en compañía de empresarios hortofrutícolas y agricultores, amigos, así como representantes de las empresas de la industria auxiliar y centro de referencia en I+D+i aplicada al sector agrario. También, para la ocasión, contó con la presencia de la consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Carmen Ortiz; el subdelegado del Gobierno, Andrés García Lorca; el presidente de la Diputación Provincial de Almería, Gabriel Amat; y la alcaldesa de Níjar, Esperanza Pérez, entre otras autoridades públicas y representantes de partidos políticos.

Francisco Belmonte guió a los asistentes en la visita que se llevó a cabo por todas las instalaciones, que en total cuentan con una superficie útil de 11.000 metros cuadrados, entre los que se encuentran 4.000 metros cúbicos de cámaras frigoríficas, y 1.000 metros cuadrados dedicados a oficinas y servicios. Pero la joya de estas instalaciones, es, como apuntó Belmonte, la sala de manipulado, con 5.200 metros cuadrados, acondicionada con la última tecnología, eficiencia energética, y en la que prima la higiene en el proceso y la comodidad para el empleado. «Es importante que los clientes perciban, cuando nos visitan, un entorno limpio para el manipulado del producto y comodidad para realizar el trabajo. Queremos destacar la limpieza con la que se trabaja en Biosabor, como se manipula el producto, que por otra parte, desde que se empaqueta no lo vuelve a tocar nadie hasta que llega al consumidor final, algo muy importante. Además, que las personas que trabajan estén en las mejores condiciones», comentó Francisco Belmonte.

Biosabor procura una agricultura 100% ecológica, natural y sostenible con el medio ambiente, cuentan con 180 hectáreas en producción propias. La última finca construida es Retamar, la cual tiene una superficie de 30 hectáreas, está dotada con la última tecnología para la producción ecológica.

En el último ejercicio alcanzó una facturación de 30 millones de euros. Genera aproximadamente 600 puestos de trabajo, 220 envasadores en la nave de envasado y el resto peones agrícolas, en fincas de la empresa.

La consejera de Agricultura, durante el discurso que ofreció en los minutos previos a la celebración de la comida de la que disfrutaron los asistentes a la inauguración, resaltó el carácter innovador de la empresa, así como el hecho de haber proyectado «unas instalaciones de primera, magníficas».

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *