Más del 40% de los percepctores de la PAC superan la edad de jubilación

El informe del Fega, dependiente del Ministerio de Agricultura, revela que más de un 40% de los perceptores de ayudas de la PAC ha alcanzado ya la edad de jubilación. La estadística del Ministerio de Agricultura de 2012, la última que ha trascendido hasta ahora, decía que el 40,18% de las personas que recibían ingresos por la actividad agraria en la región tenía 65 o más años. Siguiendo la tendencia de los últimos años, fuentes del sector consultadas por HOY estiman que ahora ese porcentaje global debe rondar el 43%, una situación que se circunscribe no sólo a esta Comunidad Autónoma, sino al resto del país. Un problema de relevo generacional que sigue sin encontrar solución. De hecho, desde Murcia, UPA crititicaba que la línea para incorporación de jóvenes y modernización de explotaciones «es insuficiente y excluyente». En el País Vasco, ENBA reclama en el Parlamento Vasco un mayor impulso al rejuvenecimiento del sector agrario vasco con unos titulares con 58 años de media.

   El informe del Fega indica que 24.224 personas tenían 65 años o más de un total de 60.295 con derecho a subvenciones de la PAC. Eso supone un 40,18 % (la media nacional era de un 40,57%). De esos 24.224 perceptores, 16.378 eran hombres y 7.846, mujeres en Extremadura.

   Aunque los datos oficiales del Gobierno dicen que los mayores son el grupo de edad más numeroso en cuanto a porcentaje de beneficiarios de la PAC, no son los que reciben los principales importes. Ese 40,18% de personas de más de 65 años recibió un 25,66% de la cantidad total ingresada en la región. Los que más recibieron del total de las ayudas de la UE (26,54%) fueron los receptores que tenían de 45 a 54 años.

   Con todo, el problema no es solo que más de cuatro de cada diez beneficiarios de las ayudas de la PAC tengan más de 65 años. El otro obstáculo para el sector a corto y medio plazo es que otra franja de edad con numerosos beneficiarios de ingresos comunitarios es la de personas de 55 a 64 años. Eran 12.482 (8.520 hombres, 3.962 mujeres), el 20,70% del total.

Murcia, pocas e insuficientes ayudas para el relevo generacional

    La situaciñn de Extremadura no es única. Recientemente desde UPA Murcia se criticaba que las ayudas para la incorporación de jóvenes agricultores «son totalmente insuficientes para atender las necesidades reales del campo murciano, al excluir expresamente de las ayudas a sectores estratégicos como es el caso de la ganadería integrada y a las inversiones en modernización que hagan agricultores y ganaderos (incluidos los jóvenes) cuando no se realicen por un joven que se incorpore al sector».

   Por ello, UPA Murcia considera “una irresponsabilidad marginar de estas ayudas la incorporación de jóvenes a uno de los sectores más importantes para el campo murciano, como es el  caso de la ganadería intensiva en régimen de integración, entre los que destacan en importancia el sector porcino y la avicultura, a lo que hay que añadir el abandono de la modernización de explotaciones agrarias en las que no se produzca la incorporación de un joven”.

   Asimismo, reiteraban que “por si esto fuera poco, dejar sin ayuda la modernización de las explotaciones agrícolas y ganaderas que no lleven aparejadas la incorporación de un joven agricultor supone una importante pérdida de competitividad con respecto a otras Comunidades Autónomas, existiendo un importante riesgo de deslocalización para algunos sectores,  al encontrarse explotación más modernas, y por tanto más competitivas, en regiones limítrofes”.

La media de edad de los agricultores vascos es de 58 años

    Un problema generacional que se extiende hasta el País Vasco. Por ejemplo, el sindicato agrario ENBA señala que los 58 años como edad media del los titulares de las explotaciones agrarias vascas, «lo que hace inevitable la reacción del conjunto del sector primario para asegurar un rejuvenecimiento del campo a través de políticas de instalación de jóvenes y de fomento de la transmisión».

   Estas palabras han sido depositadas en sede parlamentaria en Gasteiz por el coordinador de ENBA-Gipuzkoa, Xabier Iraola, que ha participado en la Ponencia creada para analizar y debatir los problemas de la juventud. Iraola ha mostrado un diagnóstico con un 10% de titulares por debajo de los 40 años y un 33% por encima de los 65 años, lo que a su entender, da cuenta de la gravedad de la situación pero, asimismo, ha querido mostrar su esperanza de que los jóvenes, bien sean provenientes del propio sector bien sean de fuera del mismo, puedan proyectar su futuro personal, familiar y profesional en el sector agrario.

   La visibilización del sector en el conjunto de la sociedad vasca, la asunción de la agricultura como futuro profesional de los más jóvenes tanto en el sistema educativo como en entidades de empleabilidad, el impulso de una red o ecosistema de la juventud agraria donde todos los agentes implicados adopten como prioridad el relevo generacional además de un fuerte y verdadero impulso a los Fondos de Tierras con incentivos fiscales para los particulares y empresas que colaboren con los Fondos de Tierras poniendo sus fincas o fondos a disposición de los jóvenes recién incorporados son algunas de las cuestiones que ha desarrollado el coordinador de ENBA-Gipuzkoa.

Becas específicas para estudiantes agrícolas

   En este panorama, destaca una propuesta de Ciudadanosen su programa electoral. La formación naranja cree que el mayor problema del sectoragroalimentario es el relevo generacional. Por ello, quiere incentivar también que los jóvenes se conviertan en trabajadores del campo. Para ello, además de fomentar políticas de bienestar que eviten la despoblación de las zonas rurales, contempla el pago de becas en el extranjero a aquellos que quieran formarse en este sector.

   Ciudadanos busca implicar a los jóvenes en este importante sector que supone más del 9% del PIB y más de 2,3 millones de empleos directos, según los datos que maneja el Gobierno. ¿Cómo lo quiere hacer?Los actuales programas de incorporación de jóvenes agricultores se dotarían de un plus de financiación, opcional para el joven, que implicará acciones de comercialización exterior en su explotación.

   Según detalla Pérez, se trataría de que una ayuda pública para que los jóvenes que quieran ser agricultores pasen de uno a tres meses en el extranjero, conociendo cómo se fabrica y comercializan los productos. Por ejemplo, un viticultor se formaría en Francia y un futuro productor de aceite de oliva a Italia. «Queremos que cojan experiencia a nivel europeo, que manejen el comercio exterior, y trabajen en un nivel superior al primario, que sería el mero cultivo, para que cuando regresen sepan como vender esos productos fuera, tengan conocimiento del mercado y ayuden a fomentar nuestra marca».

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