Feragua, con el campo andaluz

Como agricultores que somos, nos sumamos a todas y cada una de sus reivindicaciones que tienen el consenso unánime de todas las organizaciones agrarias…

El regadío representa el 65% de la producción agrícola andaluz, más del 60% de su empleo y más del 80% de las exportaciones agrícolas. Y con eso, está todo o casi todo dicho de cuál es nuestra postura en relación con las manifestaciones que las organizaciones agrarias vienen promoviendo durante todos estos días por Andalucía y por toda España.

Como agricultores que somos, apoyamos la tabla completa de reivindicaciones consensuada por todas las organizaciones agrarias y cooperativas: precios dignos, equilibrio justo de la cadena agroalimentaria, salario mínimo interprofesional ajustado a la realidad del campo, lucha contra la competencia desleal procedente de países terceros y contra los aranceles y barreras exteriores que nos expulsan del mercado…

A todas esas medidas, desde Feragua queremos insistir en otras demandas que son específicas del regadío y que también están asfixiando nuestro futuro. Necesitamos ya medidas de alivio frente a la subida desmesurada de los costes eléctricos. En particular, exigimos el urgente desarrollo reglamentario de la ley aprobada en 2018 para poder cambiar de potencia dos veces en el año, algo que aún no podemos hacer a pesar de estar aprobado mediante Ley.

Asimismo, rechazamos la nueva propuesta de tipos de tarifas y periodos tarifarios planteado por la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia que tiene previsto entrar en vigor el próximo mes de noviembre, ya que incrementaría aún más los abusivos costes energéticos para el regadío.

Por otro lado, necesitamos un impulso real a las energías renovables para autoconsumo, y particularmente que se dejen de poder obstáculos para la conexión a la red de las plantas solares promovidas por el regadío.

Finalmente, y ante las propuestas de modificación de los cánones y tarifas de agua que hay a nivel regional y nacional, advertimos que el regadío no admite más presión recaudatoria y subrayamos que si seguimos incrementando nuestros costes (por la vía eléctrica o impositiva), y en un escenario de caída en picado de los precios, la sostenibilidad del regadío estará en grave riesgo, no digamos los proyectos y las inversiones de modernización que los regantes han venido haciendo en los últimos años para mejorar su eficiencia y el impacto ambiental de su actividad.

Fuente: Feragua