Sánchez Haro reclama el apoyo de todos los grupos del Parlamento para impulsar «la PAC que necesita Andalucía»

El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, ha desgranado en el Parlamento las «líneas rojas» sobre la futura Política Agrícola Común (PAC) en las que están trabajando Junta y sector desde hace más de un año con el convencimiento de que «Andalucía y Europa necesitan una PAC que nos prepare para los grandes retos y que mantenga la población en el medio rural y el tejido productivo». En este sentido, y tras subrayar que «es necesario que estemos todos juntos» porque «el camino no va a ser fácil», ha reclamado el apoyo expreso de todos los grupos parlamentarios, un «respaldo unánime de la Cámara» para así «impulsar entre todos la PAC que necesita Andalucía».

Sánchez Haro ha recordado que «desde Andalucía defendemos una PAC con un presupuesto que permita afrontar desafíos sociales, medioambientales, aquellos relacionados con la competitividad y sostenibilidad del sector y el mantenimiento de espacios rurales vivos». Para ello, se aboga por la continuidad de la estructura actual de la PAC, con dos pilares (ayudas directas y desarrollo rural), y la recuperación del nivel presupuestario que tenía Andalucía en 2007-2013 en ambos apartados.

Como ha reiterado el consejero, para Andalucía, los pagos directos deben seguir siendo el núcleo de la PAC, ya que «son indispensables para mantener el nivel de renta de los agricultores y garantizar la viabilidad económica de las explotaciones, y fijar así la población al medio rural». Por ello, en su opinión, «deben ser financiados al 100% por la Unión Europea, ya que su confinanciación pondría en peligro el mercado único«, ha asegurado. Para el titular andaluz de Agricultura, las ayudas directas deben destinarse a quienes realizan la actividad agraria y cumplen los objetivos de la política europea, y esto incluye, ha especificado, «tanto a quienes viven exclusivamente de esta actividad como a aquellas explotaciones familiares y pequeños agricultores que, debido a su baja renta, complementan su actividad agraria con otras». Además, ha defendido que se apoye de forma singularizada a sistemas agrarios diferentes que reconozcan las particularidades de la agricultura andaluza.

En cuanto a la distribución de las ayudas, ha resaltado que «compartimos el enfoque comunitario mediante instrumentos como un tope máximo de ayudas por explotación (capping) o la reducción de la ayuda a partir de una determinada superficie (degresividad), siempre que el ahorro de esta modulación se quede en Andalucía». En este sentido, ha explicado que podría destinarse a pagos complementarios o a jóvenes y mujeres.

Otra de las cuestiones clave que ha resaltado el consejero es que sectores agrícolas y ganaderos más vulnerables y de importancia social, económica y medioambiental puedan optar a pagos asociados que garanticen el mantenimiento de la actividad, como es el caso del olivar de montaña, un cultivo complejo muy presente en Andalucía.

Gestión de crisis

Con la finalidad de contribuir a equilibrar la cadena alimentaria, Sánchez Haro aboga por que se actualicen los mecanismos e instrumentos de gestión de crisis y regulación de mercados, agilizándolos y sin coste para el presupuesto comunitario. Reivindica también más ambición en los temas de competencia y de cadena alimentaria, con reglas del juego claras y homogéneas en todo el mercado único, otorgando más peso a las organizaciones de productores y mejorando la organización colectiva de los agricultores.

El fomento de la contribución de la agricultura a la mitigación y adaptación al cambio climático, así como el relevo generacional y la innovación son otras de las cuestiones prioritarias para Andalucía. «Tenemos que conseguir atraer el talento joven con políticas dotadas con presupuesto que garanticen su incorporación a la actividad agraria y  hay que seguir avanzando en un sistema eficiente de asesoramiento, apoyando la inversión en la digitalización del sector o la coordinación de la investigación y transferencia tecnológica al servicio del campo», ha destacado Sánchez Haro.

Asimismo, el consejero ha subrayado que la futura PAC debe integrar de forma transversal la igualdad de género para «combatir la situación de desventaja de las mujeres en un sector tradicionalmente masculinizado«. En este sentido, ha subrayado que, en su opinión, las ayudas europeas deben fomentar, de forma prioritaria, la «participación de las mujeres en la actividad y en la toma de decisiones, la visibilización de sus necesidades para que dejen de estar en segundo plano y el sector deje de funcionar a medio gas».

Según el representante del Gobierno andaluz, sobre este planteamiento de una «igualdad de género real y efectiva, que debemos procurar entre todos, es sobre el que pivota el posicionamiento de la Junta, que venimos analizando con el sector y que vamos a defender en las futuras negociaciones».