Feragua: «El regadío podrá cambiar la potencia contratada dos veces al año…»

Una aprobación con trampa. Una transformación a medias. Un sí pero no, o un sí pero ya veremos. Nos habíamos hecho grandes expectativas de las medidas eléctricas que iban a recogerse en la Ley de Medidas contra la Sequía que acaba de aprobarse. Pero la redacción final las ha descafeinado completamente. Podríamos decir que el Gobierno se ha atrevido y se ha arredrado al mismo tiempo. Una marcha adelante, con marcha atrás incluida.

La marcha adelante es que se abre el camino para que a través de reglamento se determinen las condiciones en que el regadío (por fin) pueda disponer de dos potencias diferentes a lo largo de doce meses, una reivindicación histórica del regadío, castigado hasta ahora a contratar una única potencia al año pesar de su consumo intensivo y estacional. Además, la ley establece que los precios del término de potencia no surtirán incremento alguno respecto de las tarifas de aplicación.

La marcha atrás, bastante cobardona, es la coletilla introducida al final del texto: todo esto será posible “siempre que la fijación establecida sea consistente con la seguridad y la sostenibilidad económica y financiera del sistema”. O sea, un sí condicionado… que esperamos en la práctica no sea un sí condicionado al lobby eléctrico español que, desde hace años en España, parece gobernar más que el propio Gobierno.

Como poco es menos que mucho, pero también más que nada, habremos de valorar positivamente este paso adelante, y pedimos al Gobierno que no demore el desarrollo reglamentario que habrá de hacer realidad (o no, ya veremos) esta vieja reivindicación histórica del regadío. En su rapidez en el desarrollo reglamentario estará la voluntad política del Gobierno de querer compensar de verdad los injustificados costes que están asumiendo los regantes desde la desaparición de las tarifas especiales para regadío, que ha supuesto la duplicación del coste eléctrico para los regantes desde 2008.