Sánchez Haro define a los ingenieros técnicos agrícolas como un “eslabón fundamental” en el camino a la Agricultura 4.0

El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, ha definido a los ingenieros técnicos agrícolas como un “eslabón fundamental” en el camino hacia la agricultura 4.0, con un “papel decisivo” en la “espectacular evolución” que ha experimentado el campo andaluz en las últimas décadas a través de su labor de transferencia de conocimiento y tecnología. Con estas palabras ha abierto la conmemoración del 40 aniversario del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Almería (Coitaal), un acto en el que ha reivindicado su condición de “garantes de la sostenibilidad” con la introducción de técnicas novedosas como el uso de insectos auxiliares en el control biológico de las plagas y la virosis, la fertirrigación o la utilización eficiente del agua.

Sánchez Haro ha resaltado que este “meritorio trabajo”, realizado desde las firmas que suministran los medios de producción (semillas, riego, invernaderos, fertilizantes o fitosanitarios) o desde proyectos empresariales propios (semilleros), identifica como “singular” un modelo agrario almeriense que “despierta el interés de profesionales de los cinco continentes”. Éste es el legado, ha proseguido, de unos ingenieros técnicos que desde las cooperativas y comercializadoras, las asociaciones del sector, las organizaciones profesionales agrarias, los centros de investigación y conocimiento o desde la propia Administración andaluza, desde la cercanía, “mejoran la rentabilidad de las explotaciones, asesoran en ayudas y política agraria común y asisten para superar situaciones adversas con la evaluación de daños como los ocasionados por los vientos en el Campo de Dalías”.

Los datos, ha anotado el titular de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, “están sobre la mesa”. El sector hortícola de Almería, “símbolo de calidad, seguridad y sostenibilidad, es un referente en los mercados internacionales”. No en vano, es la mayor provincia exportadora de España, con ventas al exterior por más de 2.300 millones de euros en 2017, “batiendo récords año tras año”. Representa, asimismo, más del 60% de la producción hortícola de Andalucía con casi 3,7 millones de toneladas de frutas y hortalizas y un valor de comercialización de más de 3.150 millones de euros. “Una posición de vanguardia que nos conduce ya, para seguir marcando diferencias más allá de nuestras fronteras, hacia nuevos pasos en materia de conocimiento e innovación tecnológica”, ha apostillado.

Con ello, Rodrigo Sánchez, ha aludido a la oportunidad de la “nueva revolución verde”, que incidirá en ámbitos como la innovación digital, la bioeconomía y economía circular, la eficiencia energética e hídrica y la producción sostenible y ecológica. Para el consejero, se trata de unos campos en los que “se hace muy necesario” el asesoramiento de los ingenieros técnicos agrícolas, “para imprimir un mayor ritmo a la digitalización, a la mejora de la tecnificación y a la incorporación de la innovación y avanzar, en definitiva, hacia la agricultura 4.0 en Almería”.

Apoyo decidido

La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural “ya ha dado un salto importante en esta cuestión”. Rodrigo Sánchez Haro ha aludido así a la puesta en marcha de Andalucía Agrotech, un proyecto dirigido a potenciar la conexión entre las tecnologías digitales y el sector agroalimentario; la Red de Alerta e Información Fitosanitaria (RAIF), para el manejo sostenible de las plagas y enfermedades; el Observatorio de Precios y Mercados de Andalucía; y un modelo predictivo de cosecha de hortícolas.

Los Grupos Operativos de Innovación, por otro lado, cuentan con fondos para proyectos dirigidos al uso eficiente del agua en los cultivos hortícolas protegidos que llegarán a contar con hasta 300.000 euros para su financiación. Las 22 iniciativas aprobadas en toda Andalucía dispondrán de 7,4 millones de euros y, como ha anunciado el consejero, “en los próximos meses lanzaremos una nueva convocatoria específica para innovación digital”. A esto se suma una estrategia de restos vegetales que incluye una ayuda agroambiental para los invernaderos dotada con ocho millones de euros en 2018 y los dos millones puestos para la recuperación del potencial de los invernaderos dañados por los tornados que azotaron en enero el Campo de Dalías.