Ecologistas en acción: urgen medidas amplias, efectivas y duraderas para hacer frente a los incendios forestales

La organización ecologista señala que no hay soluciones fáciles ni simples para un problema tan complejo como la ola de incendios actuales, y pone el foco en la necesidad  de atajar las causas de las igniciones que son, en su inmensa mayoría, de origen humano.

La ola de incendios forestales de estas semanas vuelve a situar a la sociedad ante la misma y recurrente pregunta: ¿se podía haber hecho algo más por evitar tanto fuego y tanto daño? Para dar con la respuesta, Ecologistas en Acción recuerda que el Estado español, y por tanto las comunidades autónomas, así como el resto de los Estados de la cuenca mediterránea, estaba ya alertado de que las condiciones meteorológicas del verano serían de nuevo favorables a la generación e intensificación de incendios forestales.

Con todo, Ecologistas en Acción reconoce que no es fácil encontrar respuestas a la problemática de los incendios: “La urgencia de las situaciones que se están viviendo y las certezas que como sociedad y ciudadanía se demandan, hacen muy difícil hablar y entenderse sobre un tema tan complejo y diverso en su casuística y evolución como es el de los incendios forestales. Pero es necesario un esfuerzo colectivo para poner en marcha medidas de diversos ámbitos que contribuyan a reducir los riesgos para el medio ambiente y las personas”, afirman desde la organización.

En este marco de un problema tan complejo y que viene siendo estudiado desde diferentes ámbitos, Ecologistas en Acción defiende que es necesario ampliar la mirada y ver todo el problema en su conjunto. Hay dos cuestiones fundamentales que a menudo quedan en el olvido: la reducción de las igniciones y la actuación temprana en la extinción. Y para ello, se necesitan muchos más recursos y compromiso por parte de todas las Administraciones.

Respecto a la actuación temprana en extinción, Ecologistas en Acción reconoce algunos avances técnicos de las Administraciones, pero se insiste en que la dotación de medios de vigilancia y pronto ataque es insuficiente, y se deben dotar de medios suficientes y condiciones de trabajo dignas a los equipos de extinción.

Según el último informe decenal “Los incendios forestales en España” publicado en 2019 por el entonces Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el 80,77 % de los incendios fue de origen antrópico, bien con fines dolosos (52 %) o por negligencia (28 %). A pesar de ese nivel de conocimiento, solo en el 17 % de los casos de origen antrópico global se consiguió identificar a quien lo causó y, dentro de ellos, solo en el 2 % de los casos de incendios provocados se detuvo al culpable. Es decir, se está ante un nivel bajísimo de penalización de una conducta tan grave y que pone en riesgo vidas humanas.

Por todo ello, Ecologistas en Acción señala que atajar los orígenes antrópicos de la mayor parte de los incendios es una de las asignaturas pendientes que podría redundar con mayor calado en la disminución de los fuegos en España. Y para ello, insiste en que quienes generan incendios deben asumir las responsabilidades correspondientes  (penales o administrativas), algo que se debe atender con políticas de prevención adecuadas y con el debido apoyo político y social.

Aumentar la resiliencia del territorio

Ecologistas en Acción insiste en que combatir los incendios forestales requiere de un análisis más profundo y sosegado, así como de la concienciación e implicación de toda la sociedad y de la dotación de todos los recursos necesarios.

En el Estado español, la superficie forestal ocupa más del 55 % del territorio, con una tendencia al crecimiento lento pero sostenido como consecuencia del abandono rural, especialmente de la superficie arbolada que ahora ocupa el 37 % de la superficie estatal. Una superficie de más de 28 millones de hectáreas donde las acciones de gestión no pueden generalizarse y deben de realizarse priorizando diferentes objetivos en función de la zona. 

Para Ecologistas en Acción, la gestión forestal orientada a la prevención de incendios debe adaptarse a las características y necesidades específicas de cada territorio, y realizarse con criterios de conservación de la biodiversidad, mitigación y adaptación al cambio climático.

En zonas cercanas a núcleos de población, infraestructuras críticas o puntos estratégicos para la intervención de los servicios de extinción, puede ser necesario aplicar una gestión más intensa, que reduzca la carga de biomasa y facilite el acceso, aumentando la capacidad de extinción.

En aquellas áreas más amplias del territorio donde sea posible, la gestión extensiva debe centrarse en fomentar un mosaico agroforestal que combine espacios abiertos y áreas arboladas, contribuyendo a generar paisajes más resilientes al fuego. Finalmente, en espacios con masas autóctonas o en restauración, es clave favorecer la maduración y complejidad estructural de los bosques, ya que los ecosistemas forestales maduros presentan una mayor resiliencia frente a grandes incendios, especialmente los bosques de quercíneas.

“Cabe recordar que la gestión extensiva, la que genera el mosaico agroforestal, es posible en aquellas comarcas donde aún queda un mundo rural vivo. Pero lamentablemente ese no es el escenario generalizado, ya que la despoblación afecta a gran parte del territorio, por lo que son urgentes políticas que luchen contra el reto demográfico y faciliten el desarrollo del sector primario, especialmente el de base agroecológica”, concluyen las ecologistas.

Fuente: Ecologistas en Acción