El Consejo Andaluz de Biodiversidad informa favorablemente del anteproyecto de Ley de Montes

Catalina García ha presidido la reunión que ha congregado a cerca de 60 representantes de diversas áreas de instituciones públicas, asociaciones y organizaciones ecologistas

Consejo Andaluz de Biodiversidad (CAB)

Este martes se ha celebrado en Sevilla una nueva reunión del Consejo Andaluz de Biodiversidad (CAB), presidido por la consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta, Catalina García, que ha informado favorablemente sobre el anteproyecto de Ley de Montes de Andalucía.

Este encuentro ha reunido a cerca de 60 representantes de diversas instituciones públicas, entidades y organizaciones no gubernamentales, consolidando una vez más el compromiso de la Junta de Andalucía con la protección de la biodiversidad, la gestión sostenible de los recursos naturales y la participación activa de los agentes sociales en la formulación de políticas ambientales.

En su intervención de apertura, la consejera ha destacado la relevancia de este órgano, creado en desarrollo de la Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la Flora y la Fauna Silvestres, y cuyo funcionamiento está regulado por el Decreto 530/ 2004, de 16 de noviembre.

La consejera ha subrayado la importancia de esta convocatoria, en la cual se abordaron temas cruciales para la política forestal y de conservación de la biodiversidad en Andalucía, incluyendo el anteproyecto de Ley de Montes de Andalucía (actualmente en tramitación), el seguimiento del estado del lobo en la comunidad autónoma y la actualización del procedimiento de adjudicación de aprovechamientos apícolas en los montes públicos de titularidad autonómica.

Uno de los temas centrales de la reunión ha sido, precisamente, la presentación del anteproyecto de Ley de Montes de Andalucía. Al respecto, la consejera ha remarcado que esta nueva ley propone una actualización fundamental del Consejo Andaluz de Biodiversidad, transformándolo en el Consejo Andaluz de Política Forestal y Biodiversidad.

De este modo, este órgano de consulta y asesoramiento se actualiza según el régimen de materias y competencias actuales de la Administración forestal andaluza, atendiendo a las demandas de la sociedad y al avance de los conocimientos en gestión ambiental.

“La transformación del actual CAB en el futuro Consejo Andaluz de Política Forestal y Biodiversidad permitirá un enfoque más integral y especializado en la puesta en marcha de políticas ambientales, adaptándose a las necesidades cambiantes de la comunidad autónoma y promoviendo la colaboración entre expertos y representantes de sectores distintos”, ha dicho.

Además, la consejera ha hecho hincapié en la necesidad de una política forestal moderna y sostenible, fundamentada en tres pilares clave: la planificación estratégica a través del Plan Forestal Andaluz, una legislación actualizada con la futura normativa de Montes y un programa de inversiones eficiente, elementos todos que conforman la Estrategia Forestal Andaluza.

El estado del lobo en Andalucía

Otro de los puntos destacados ha sido el seguimiento del lobo en Andalucía. Durante la sesión, se presentó un informe detallado sobre el estado actual de la especie. La consejera ha señalado que este análisis, discutido previamente en el Comité de Flora y Fauna Silvestre, es fundamental para definir políticas de conservación efectivas que permitan preservar la biodiversidad de los ecosistemas andaluces.

“La preservación del lobo en Andalucía responde a un compromiso con la diversidad biológica, en consonancia con los objetivos de conservación a nivel europeo. En este sentido, la Junta de Andalucía se esfuerza en diseñar estrategias que integren la protección de especies y la coexistencia con las actividades humanas, promoviendo la sensibilización y el conocimiento en torno a la importancia del lobo y su papel en el equilibrio ecológico”, ha dicho.

Aprovechamientos apícolas en montes públicos

La reunión también ha incluido la presentación de una propuesta de Decreto para actualizar la regulación del procedimiento de adjudicación de los aprovechamientos apícolas en montes públicos de titularidad de la comunidad autónoma.

La consejera ha resaltado la relevancia de esta propuesta, que tiene como objetivo facilitar la actividad apícola de manera sostenible, garantizando el desarrollo económico local y el respeto al medio ambiente. “La actualización de esta normativa busca promover un equilibrio entre la explotación responsable de este importante recurso forestal y la conservación de los ecosistemas”, ha apostillado.

El Consejo Andaluz de Biodiversidad se consolida como un espacio de participación y diálogo entre la Administración andaluza, expertos, universidades, asociaciones ecologistas, organizaciones agrarias, deportivas y representantes de la sociedad civil.

Durante la sesión, los miembros del consejo pudieron expresar sus puntos de vista y hacer aportaciones en cada uno de los temas tratados, reafirmando el carácter participativo y consultivo de este órgano.

En esta línea, la consejera García ha indicado que el CAB es un instrumento esencial para la formulación de políticas ambientales en Andalucía, “al posibilitar un diálogo abierto y la construcción conjunta de estrategias y normativas que benefician tanto al medio ambiente como al desarrollo sostenible de Andalucía”.

Por parte de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente han participado también el viceconsejero, Sergio Arjona, y los directores generales de Política Forestal y Biodiversidad y Espacios Naturales Protegidos, Juan Ramón Pérez Valenzuela y José Enrique Borrallo, entre otros.

Del mismo modo, han asistido representantes de las consejerías de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa; Universidad, Investigación e Innovación; Industria, Energía y Minas; Salud y Consumo, y Cultura y Deporte.

Para finalizar, Catalina García ha agradecido la participación activa de las entidades presentes, entre las cuales se encontraban representantes de la Guardia Civil, la Administración Forestal del Estado, del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), CEA; la Federación Andaluza de Caza (FAC), entre otras asociaciones de cazadores y pescadores; asociaciones deportivas, UPA y organizaciones ecologistas, como SEO y Ecologistas en Acción, entre otros.

La salud de los bosques, uno de los grandes retos de la política forestal andaluza

La Estrategia Forestal de la Junta incluye un programa específico para el control de los agentes nocivos en los montes de Andalucía

El medio forestal afronta continuos desafíos debido a los permanentes cambios globales. Los nuevos escenarios climáticos, en particular, están provocando alteraciones en los equilibrios biológicos, apareciendo nuevos daños de importancia y afecciones por organismos hasta ahora inocuos debidos a modificaciones en su comportamiento.

La escala de estos problemas es muy superior a la que tradicionalmente se ha abordado por los equipos de Sanidad Forestal, ya que pueden afectar a superficies muy extensas a nivel comarcal e incluso regional.

Para ello, la Junta de Andalucía ha previsto un completo programa de gestión adaptativa de la vegetación forestal que se complementa con el control y seguimiento de plagas, enfermedades y otros agentes nocivos para los ecosistemas forestales.

A estas previsiones del Plan Forestal Andaluz 2030 se unen, ahora, el marco normativo en trámite de aprobación que supone la nueva Ley de Montes de Andalucía, que refuerza la protección integral de los montes contra los agentes nocivos que pongan en peligro sus funciones ecológicas, sociales y económicas, así como la salud humana.

Para el seguimiento de los equilibrios biológicos y el control de daños en los montes, la Junta dispone de la Red Andaluza de Seguimiento de Daños sobre Ecosistemas Forestales (SEDA), la Red de Alerta Fitosanitaria Forestal (FIFO) y una Red de Vigilancia de Agentes Nocivos, como herramientas para determinar el estado fitosanitario del arbolado, detectar tendencias y alteraciones de carácter general y puntual, generando información relevante sobre el vigor de los bosques y el estado de los principales agentes nocivos que lo amenazan.

Para el control de algunos de estos agentes nocivos se han desarrollado los Planes de Lucha Integrada, protocolos de trabajo en los que se indica el procedimiento a seguir para el control de la plaga de la forma más eficiente y con el menor perjuicio del equilibrio biológico.

Cumplen con los requisitos de la Gestión Integrada de Plagas, ya que suponen el examen cuidadoso de los métodos de protección disponibles y la posterior integración de las acciones de manera que se evite la aparición de nuevos brotes, contando además con un seguimiento del posible organismo objeto de control. Todo ello con un mínimo empleo de fitosanitarios y valorando los riesgos sobre la salud y el medio ambiente derivados de las actuaciones realizadas, basado en criterios técnicos y científicos.

Los Planes de Lucha Integrada más importantes están diseñados para prevenir y erradicar los efectos de las plagas de insectos perforadores floéfagos de coníferas, la procesionaria del pino y la lagarta peluda en encinares y alcornocales.

Tratamientos aéreos contra la procesionaria

Recientemente ha comenzado en Andalucía la campaña anual de actuaciones de control de procesionaria con medios aéreos en las provincias de Almería, Cádiz, Córdoba, Huelva, Málaga y Sevilla. La Consejería continúa implementando las medidas recogidas en el Plan de Lucha Integrada contra la procesionaria con la actuación sobre 14.295 hectáreas de pinar en las que se tratará de lograr un control de la plaga con una mínima alteración del equilibrio biológico.

El seguimiento de la población de procesionaria realizado por parte de personal experto en sanidad forestal de la Consejería en las más de 800.000 hectáreas de pinar presentes en Andalucía ha determinado que únicamente 14.295 hectáreas cumplen los requisitos necesarios para ser sometidas a una actuación de control con medios aéreos. 

La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) es una plaga defoliadora endémica presente en todos los pinares andaluces cuya alimentación produce una pérdida de acícula que debilita al pino. Este insecto, aunque es incapaz de acabar con el pino por sí solo aún con repetidas infestaciones, reduce su vigor haciéndolo más susceptible a otros agentes.

El carácter urticante de sus orugas sobre animales y personas condiciona, en casos de infestaciones elevadas, los aprovechamientos selvícolas del pinar, así como su posible uso social debido a las reacciones alérgicas que provoca.

El control de la procesionaria en pinares que se extienden sobre grandes superficies, con orografía compleja o que presentan condiciones diversas en cuanto a exposición al viento, temperatura y humedad únicamente es posible de manera efectiva mediante el empleo de medios aéreos.

La organización del tratamiento supone determinar la fecha idónea de actuación, así como el orden en el que se desarrolla el mismo. Para ello se lleva a cabo, durante el verano precedente, el cálculo de las curvas de vuelo de la mariposa que van a orientar sobre el momento más adecuado en el que debe realizarse la actuación en cada zona.

Esta priorización responde a que el éxito del tratamiento está condicionado por el desarrollo del insecto y tiene su máxima efectividad cuando la aplicación coincide con las etapas larvales iniciales.

Se emplearán varias aeronaves para que se pueda actuar de manera simultánea en bloques de tratamiento distantes, pero donde la procesionaria se encuentra en el momento óptimo para su control. Las superficies de tratamiento se distribuyen de la siguiente forma: 207,82 en Almería, 102,42 hectáreas en Cádiz, 2.968,05 en Córdoba, 5.706,92 en Huelva, 2.132,35 hectáreas en Málaga y 3.177,57 en Sevilla.

Para lograr un control efectivo de la procesionaria con el menor impacto sobre otros elementos del medio se cuenta con el equipo de técnicos especialistas de la Dirección General de Política Forestal y Biodiversidad que son los encargados de coordinar las actuaciones y controlar de manera continua las condiciones ambientales en las que se realiza cada vuelo, desde el despegue del avión hasta la vuelta a tierra, con el fin de garantizar una adecuada aplicación del producto.

Además, el empleo de un agente biológico (Bacillus thuringiensis) en suspensión acuosa y a ultrabajo volumen, supone un bajo impacto sobre la fauna auxiliar por su especificidad y por su reducida persistencia. 

La coordinación de los tratamientos atendiendo a los protocolos recogidos en el Plan de Lucha Integrada se apoya en una aplicación informática desarrollada por la propia Consejería denominada ‘Coplas’, que permite realizar un seguimiento de los tratamientos fitosanitarios aéreos a través de unos dispositivos ubicados GPS en los aviones.

Estas ‘cajas Copla’, además de registrar el trayecto de las aeronaves durante los vuelos de tratamiento recogen el caudal de producto vertido en la fase de descarga. De esta forma, una vez concluida la aplicación, el personal de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente puede procesar toda esta información y conocer con detalle las áreas tratadas, dosificación y el porcentaje de cobertura logrado frente a lo planificado.

One Health, una sola salud

En una entrevista reciente, la consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Catalina García, precisamente reflexionó sobre el concepto de One Health (Una sola salud) que integra la salud de las personas, los animales y los ecosistemas con el objetivo de mantener los equilibrios biológicos y proporcionar una mayor calidad de vida.

En su intervención, abordó los efectos del cambio climático en Andalucía, señalando que, con el aumento de las temperaturas y los cambios meteorológicos, enfermedades como el virus del Nilo o el dengue “se convertirán en endémicas, y tendremos que aprender a convivir con ellas”.

En este contexto, ha subrayado la necesidad de adaptar también nuestras masas forestales, que hacen frente ya a crecientes desafíos derivados del cambio climático. “Con la futura Ley de Montes y el Plan Forestal Andaluz 2030, estamos poniendo en marcha medidas concretas para mitigar estos efectos y promover la adaptación de nuestros bosques, esenciales para el equilibrio de la biodiversidad y la salud pública”, añadió la consejera, subrayando el compromiso de Andalucía con la protección del medio ambiente un escenario cada vez más complejo.

Fuente: Consejería de Sostenibilidad