REUTIVAR 2.0. avanza en la definición de un proyecto de plan de gestión de riesgos para el aprovechamiento de aguas regeneradas en el regadío

El proyecto Reutivar 2.0., que estudia la sostenibilidad de la aplicación de las aguas regeneradas al cultivo del olivar, está avanzando en la definición de un plan de gestión de riesgos para el aprovechamiento de este tipo de aguas en el regadío.

El objetivo de las organizaciones que lideran este proyecto de innovación (Feragua, la Universidad de Córdoba, Aguas de Montilla y la Comunidad de Regantes Tintín) es crear un proyecto de plan que pueda ser utilizado como modelo por las comunidades de regantes concesionarias de aguas regeneradas.

Uno de los grandes objetivos de REUTIVAR 2.0. (y uno de los resultados más esperados por todos los concesionarios de aguas regeneradas) es analizar el uso de estos recursos no convencionales para el regadío del olivar a la luz del nuevo Reglamento UE 2020/741, normativa comunitaria en vigor desde el pasado verano y cuya transposición al ordenamiento español está a la espera de un nuevo Reglamento de Aguas regeneradas en cuya tramitación avanza el Gobierno después de haber superado ya la fase de consulta pública.

  • Su objetivo es que pueda ser utilizado como modelo por las comunidades de regantes concesionarias de aguas regeneradas y se basa en el enfoque multibarreras que, como su nombre indica, propone levantar numerosos obstáculos para evitar cualquier riesgo de contaminación

Y precisamente, una de las principales novedades de esta nueva norma comunitaria, que tendrá su reflejo en el reglamento nacional, es la exigencia obligatoria de ese plan de prevención y gestión de riesgos para todos los aprovechamientos de aguas regeneradas.

Sin embargo, en el diseño de ese plan modelo, los promotores de Reutivar 2.0. se están encontrando con un problema fundamental, que es precisamente la indefinición actual de los parámetros y contenidos mínimos que debe tener ese plan tanto en la normativa comunitaria como en la transposición que el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITERD) está realizando de la misma, ya que aún no se ha publicado el acto delegado de la Comisión Europea que va a marcar las directrices. Asimismo, en el regadío preocupa la exigencia de que este plan sea revisado cuando haya cambios climáticos significativos que afecten negativamente a las masas de aguas.

Lo que preocupa sobre todo es cómo se establece de un modo objetivo que se han producido esos cambios y esa afección. De ahí que en sus alegaciones al nuevo reglamento, Feragua haya solicitado al Ejecutivo estatal que fije un criterio más específico, vinculado a la planificación hidrológica por parte de la administración hidráulica competente.

En cualquier caso, el plan de prevención y gestión de riesgos en el que están avanzando los promotores de Reutivar 2.0., con la intención de que pueda ser utilizado como modelo por las comunidades de regantes concesionarias de aguas regeneradas, se basará en el enfoque “multibarreras”, ya ensayado con éxito en la primera edición de Reutivar y que, como su propio nombre indica, propone levantar numerosos obstáculos para evitar cualquier riesgo de contaminación y proteger así de forma eficaz tanto al cultivo como el medio ambiente.

  • Este plan será un documento de obligado cumplimiento con la aplicación del nuevo Reglamento europeo, en cuya transposición al ordenamiento jurídico español avanza ahora mismo el MITERD con la participación de todos los actores implicados

Esta faceta de Reutivar 2.0 tendrá continuación en HAGRO, nuevo proyecto de I+D que ha logrado financiación de la Junta de Andalucía y de la UE a través de los Fondos Feader 21-27, y cuyo objetivo es crear una herramienta digital para la implantación y operación de esos prescriptivos planes de gestión de riesgos.

Más sobre Reutivar 2.0

Feragua, la Universidad de Córdoba, Aguas de Montilla, la Comunidad de Regantes Tintín lideran el proyecto Reutivar 2.0, que cuenta con financiación de la Junta de Andalucía y la Unión Europea a través del FEADER 2014-2020, en el nuevo marco de Ayudas al funcionamiento de los grupos operativos de la Asociación Europea para la Innovación (AEI) en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas en el sector Agroalimentario.

Además de los socios beneficiarios (Feragua, Aguas de Montilla, la Universidad de Córdoba, la Comunidad de Regantes Tintín) en REUTIVAR 2.0. participan también, como socios colaboradores, el organismo estatal Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), la agencia pública andaluza AMAYA, y la empresa tecnológica de equipos de riego Regaber.

Las actuaciones experimentales de Reutivar 2.0 se están realizando en el complejo EDAR Montilla-Sector I de la Comunidad de Regantes Tintín y la planta experimental de Carrión de los Céspedes (Sevilla), de AMAYA. En las primeras instalaciones, se están acometiendo ensayos, pruebas y mediciones relacionadas con la calidad del agua, análisis de la variabilidad espacio-temporal de las concentraciones de los nutrientes en el agua y de la variabilidad espacio-temporal de la calidad del agua regenerada en la red de riego en relación con posibles obstrucciones en la red de riego, así como del sistema de filtración por anillas.

En las segundas instalaciones se examinará el rendimiento del secado térmico de los lodos generados en la depuración, así como la calidad de esos lodos y su utilización para productos derivados que puedan aplicarse a la remediación de suelos degradados.

Interés de la aplicación de las aguas regeneradas en el sector del olivar

El interés del estudio de su uso en el olivar obedece a que este cultivo representa el 60% de la superficie de riego de Andalucía y es clave para la vertebración social y dinamización económica del medio rural andaluz.

En concreto son más de 650.000 hectáreas las ocupadas por el olivar en Andalucía, 19 los millones de jornales que genera una campaña media, más de 250.000 las familias de olivareros que viven de forma directa de este cultivo y 300 el número de pueblos andaluces en los que el olivar representa la actividad económica principal.

Pero el olivar necesita agua, y cada año ya consume en Andalucía una media de 988 hm3 anuales, más del 20% de la demanda total en la región. Resulta además que las previsiones de demanda de agua para el regadío aumentarán con el cambio climático, que profundizará así el déficit hídrico de las cuencas andaluzas cifrado en la actualidad en más de 400 hm3, obligando a recurrir a nuevas fuentes de aguas para atender cultivos de gran valor económico y social como el olivar.

Las administraciones son conscientes de todo ello y están impulsando el uso de las aguas regeneradas en la agricultura promoviendo los cambios correspondientes en los diferentes entornos regulatorios. Así, de acuerdo con las recomendaciones de la UE, tanto la administración central como la autonómica han contemplado la reserva de más de 150 hm3 anuales para este uso en los nuevos planes hidrológicos (2022-2027).

En concreto, el tercer ciclo de planificación hidrológica (2022-27) de la Demarcación Hidrológica del Guadalquivir reserva 20 hm3 para el uso de estos recursos no convencionales, que se añaden a los 20 hm3 ya contemplados en el segundo ciclo de planificación hidrológica 2016-2021, destinados de forma mayoritaria a crear nuevas zonas regables en zonas rurales de campiña donde el olivar es el cultivo predominante.

Por su parte, la Junta de Andalucía está promoviendo en las cuencas litorales el desarrollo de proyectos de reutilización de aguas regeneradas para lograr los objetivos agrícolas, medioambientales, de zonas verdes y golf, con más de 120 hm3 en los planes del tercer ciclo de planificación hidrológica (2022-2027) en las demarcaciones hidrográficas de las cuencas Mediterráneas Andaluzas, Tinto-Odiel y Piedras, y Guadalete-Barbate.

Los hallazgos de este proyecto serán claves, por tanto, para la implementación de estos planes y la aplicación de las aguas regeneradas al regadío de acuerdo con los estándares de calidad y requisitos de prevención y gestión de riesgos marcados por la UE y los criterios de viabilidad y eficiencia necesarios para el regadío.

Fuente: Feragua