Ecologistas en Acción: «El Plan Nacional Integrado de Clima y Energía (PNIEC) aumenta un 9% la ambición, pero aún es insuficiente»

El Consejo de Ministros acaba de aprobar la remisión a la Unión Europea del borrador del nuevo Plan Nacional Integrado de Clima y Energía (PNIEC). El aumento a un 32% de la reducción de las emisiones es un pequeño compromiso adicional, pero está muy lejos de aún de situarse en el -55% necesario.

La situación meteorológica de los últimos años es una muestra clara de las consecuencias del cambio climático en la salud de las personas, en la alimentación, en el incremento de la desigualdad y en muchas otras cuestiones vitales.

Emprender medidas adicionales en la planificación energética en sectores como el transporte, la agricultura o la gestión de los residuos podría ayudar a cumplir con los objetivos.

Ecologistas en Acción vuelve a señalar que el proceso de elaboración de este borrador de Plan Nacional Integrado de Clima y Energía se ha realizado sin someter a debate los objetivos del plan, lo que hubiera permitido la mejora de muchas de las acciones contempladas. Este borrador se ha dado a conocer tras su aprobación en el Consejo de Ministros.

En él no existe evaluación alguna de si los costes y beneficios de plantear reducciones superiores al 55% de las emisiones, tal y como reclama la comunidad científica y la sociedad civil.

Alianza por el Clima, plataforma de la que forma parte Ecologistas en Acción, señalaba hace unos meses que el proceso de participación pública para la elaboración de este borrador no había sido adecuado.

El plan incluye 46 nuevas medidas para alcanzar los nuevos objetivos propuestos. Sectores como la producción eléctrica, la industria del refino y las industrias sometidas al sistema de comercio de emisiones afrontan una mayor reducción respecto al plan anterior.

Sin embargo, para Ecologistas en Acción resulta paradójico comprobar que un incremento sustancial de la implantación de energías renovables, el desarrollo del almacenamiento y un incremento en el autoconsumo aún no es capaz de alcanzar una generación eléctrica completamente renovable, lo que, en opinión de la organización ecologista, debería ser posible antes de 2030. 

Este despliegue de renovables debe realizarse en consonancia con sustanciales valores ambientales y sociales en el territorio. Así, aunque el borrador recoge la necesidad de incorporar medidas para la compatibilidad de las renovables con los ecosistemas, la realidad es que muchas de las medidas contempladas ya deberían estar en marcha o no han sido suficientes.

Por el contrario, se sigue apostando por la abreviación de los trámites en el desarrollo de esta tecnología que ha sido claramente rechazado por numerosas organizaciones y plataformas territoriales.Ecologistas en Acción señala que este PNIEC debe de someterse a una Evaluación Ambiental Estratégica pormenorizada capaz de ordenar la sustitución tecnológica hacia el mínimo impacto climático, social y ambiental.

La organización advierte de que es necesaria una apuesta por un modelo energético más cercano a los puntos de consumo y en manos de la ciudadanía. También señala la importancia de iniciar la descarbonización de algunos procesos industriales.

En ese sentido, tecnologías como la del hidrógeno podrían ser de ayuda, pero la apuesta por incorporar la producción de grandes cantidades de hidrógeno para su exportación, o sustituir usos que pueden basarse directamente en las energías renovables, supondrá mayores tensiones territoriales y detraerá recursos de la descarbonización de la producción eléctrica. 

En el plan las medidas relacionadas con el transporte y la agricultura son tímidas. Apenas sufren cambios respecto a la propuesta anterior y a sus emisiones actuales. Estos sectores son altamente emisores y su transformación es necesaria para la reversión de una economía de alto impacto en carbono.

La disminución de las largas cadenas de comercio globales, la reducción de la dependencia del vehículo privado o la transición a una alimentación cercana o más agroecológica son medidas urgentes que no se pueden demorar. Debe priorizarse el transporte de pasajeros y mercancías por ferrocarril, mejorando la calidad y eficacia de este medio de transporte. También se debe limitar el crecimiento y ampliación de grandes infraestructuras de transporte.

El objetivo es reducir la demanda, no ampliarla. Asimismo, hay que garantizar el cumplimiento de las reducciones de emisiones a nivel local, de acuerdo con la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y el Real Decreto de Zonas de Bajas Emisiones, limitar la construcción de nuevos aparcamientos y reducir centros atractores de tráfico.

La organización ecologista considera inaceptable la eliminación de medidas de reducción del tráfico o de carriles bicis que se están llevando a cambio desde diversos ayuntamientos tras las últimas elecciones municipales y autonómicas.

La presentación de este borrador ante la Unión Europea supone un nuevo compromiso del Estado español para reducir sus emisiones en 2030. Un objetivo que no debería someterse a una rebaja, tal y como establecen los compromisos internacionales firmados en el Acuerdo de París.

Los anuncios de pasos atrás en la lucha climática o evitar el cierre y promover la reapertura de proyectos fósiles y nucleares son, en palabras de Ecologistas en Acción, inadmisibles: “Suponen dar carta blanca a las mismas empresas e intereses económicos culpables de la emergencia climática”, apunta Javier Andaluz, responsable de Clima y Energía de la organización ecologista. Por ello, Ecologistas en Acción insiste en que la protección del futuro para las personas y el planeta pasa por enfrentar la emergencia climática.

En la web:
https://www.ecologistasenaccion.org/295475

Fuente: Ecologistas en Acción