La Fundación Savia reivindica la protección de las razas caprinas andaluzas y rentabilidad para su conservación

Las razas autóctonas son parte de nuestro patrimonio, algunas de ellas en grave peligro de extinción pese a las enormes contribuciones y servicios públicos que presta a la sociedad y al medio ambiente. En Andalucía contamos con 23 razas autóctonas catalogadas por la administración como amenazadas.

Pero en este catálogo no se encuentran las razas caprinas andaluzas, que por su grave crisis de rentabilidad y viabilidad, las explotaciones de extensivo que las manejan están abocadas a su desaparición, pese a las ayudas a las actividades agroganaderas existentes, que se hacen insuficientes ante las presiones externas del mercado y los precios, el envejecimiento del sector y la falta de relevo generacional.

En este contexto, la Fundación Savia, habiendo sido conocedora de las reivindicaciones del sector, se ha querido sumar para solicitar medidas para el mantenimiento y la salvaguarda de las razas caprinas andaluzas, y así se lo ha hecho saber a la Consejera de Agricultura de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, a través de una misiva llena de argumentos.

La entidad presidida por Francisco Casero manifiesta que “se venden medidas más ecológicas, pactos verdes europeos, sostenibilidad… pero el caprino ambiental andaluz (tal y como lo han denominado) no puede soportar más hipocresía y presión”, y así lo demuestran las cifras. En nuestra Comunidad Autónoma quedan 6000 cabezas repartidas en una treintena de ganaderías.

Savia considera que los servicios ecosistémicos que realizan deberían estar reconocidos y capitalizados, deberían estar compensados, tal y como lo han manifestad en numerosas ocasiones en sus numerosas reivindicaciones a la administración pública para la protección y defensa de la ganadería extensiva.

La Fundación Savia enuncia que estamos asistiendo “a un trasvase de animales desde nuestra comunidad a otras como Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana donde se apoyan y si son valorados los servicios ecosistémicos que realizan estas razas.

Además, la crisis climática requiere de prevención de incendios por las altísimas temperaturas que se están dando en Andalucía y que, con el pastoreo de las cabras, logramos el control de la vegetación y, con ello, la reducción del riesgo de los incendios.

La organización se ha querido sumar a las Asociaciones de las razas caprinas Blanca Andaluza o Serrana, Negra Serrana y Blanca Celtibérica que reclaman “reconocer la importancia y el papel que juegan las razas con la labor medioambiental y social que realizan; que el cobro de lucro cesante se equipare a nuestros análogos en manejo; que se reconozca la condición de ganadería extensiva; y que se accione la legislación de flexibilidad normativa que las ampara”.

Francisco Casero solicita compromiso para “proteger a nuestras razas autóctonas en peligro de extinción, le pedimos compromiso con el mantenimiento de nuestra cultura, nuestro patrimonio y con la conservación de nuestro medio rural y natural”.

Fuente: Fundación Savia