España solicita a la UE el envío de 347 millones de euros del régimen de ayudas de frutas y hortalizas para 2023

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha solicitado a la Comisión Europea el envío de 347 millones de euros para financiar los programas operativos de las organizaciones de productores en el sector de frutas y hortalizas para el año 2023. Esta cantidad es un 6 % superior a la solicitada en 2022 y un 27 % más que la correspondiente a la media de las nueve últimas campañas.

Estas ayudas van a beneficiar a 457 organizaciones de productores, repartidas en 15 comunidades autónomas. Entre ellas destacan, en términos de valor de producción comercializada y, por tanto, de ayuda solicitada, Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana, Cataluña, Aragón, Navarra y Extremadura. 

La comunicación enviada a la Comisión responde a la previsión que se realiza a principio de cada anualidad, en función de los programas operativos aprobados por las comunidades autónomas. Este año, la comunicación recoge los programas operativos que se siguen aplicando de acuerdo con la normativa anterior a la reforma de la Política Agraria Común (PAC) y los que se han aprobado de acuerdo con la intervención sectorial de frutas y hortalizas.

Estos últimos corresponden a 24 organizaciones de productores de Aragón, Andalucía, Comunidad Valenciana, Cataluña y Región de Murcia, que han previsto una ayuda total de más de 13 millones de euros.

De acuerdo con los últimos datos disponibles, España es el primer Estado miembro por ejecución de los programas operativos, con más del 30 % del total de la Unión Europea, seguido por Italia. En España, esta ayuda ha seguido una evolución al alza desde su creación en 1997.

INTERVENCIÓN SECTORIAL DE FRUTAS Y HORALIZAS

Las organizaciones de productores que constituyan un fondo operativo tienen la posibilidad de acceder a ayudas dentro de su intervención sectorial para realizar diversas acciones, en el marco de los programas operativos de carácter plurianual (entre 3 y 7 años).

Estas acciones se pueden destinar a la mejora de las infraestructuras de producción y comercialización, mejora de la calidad y medio ambiente, investigación, formación y asesoría, y prevención y gestión de crisis de mercado, entre otras.

Los fondos operativos están formados por los importes de ayuda de la Unión Europea y por las contribuciones de las propias organizaciones de productores o de sus miembros, y son los que financian las actividades. Tras la reforma de la PAC, el diseño de los programas operativos refuerza el carácter medioambiental de estas ayudas, al exigir un mínimo de un 15 % de gasto de las ayudas en objetivos medioambientales.

Este tipo de medidas se fomentan a través de un incremento del porcentaje de ayuda, desde el 50 % de las acciones realizadas general hasta el 80 % al que pueden acceder en determinados casos las organizaciones de productores.

Por otra parte, el límite del 4,1 % del valor de la producción comercializada se puede elevar hasta el 5,5 % en el caso de organizaciones trasnacionales que contribuyan a objetivos medioambientales, I+D, promoción y aumento del consumo de los productos del sector y prevención y gestión de crisis.

La siguiente tabla recoge las ayudas por comunidades autónomas:

La superficie de cultivos en España se mantuvo estable en 2022, por encima de las 16,8 millones de hectáreas

 La superficie de cultivo en España se mantuvo estable en 2022, con un total de 16.830.738 hectáreas, apenas un 0,42 % menos que en el año anterior, según los datos provisionales de la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivo de España (Esyrce), publicada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Esta encuesta se basa en una investigación en campo, en la que se toma desde 1990 información directamente a pie de parcela en una muestra georreferenciada del territorio nacional en los meses de mayo a septiembre, con más de 200 profesionales que recopilan datos directamente en todo el territorio nacional.

En la siguiente tabla se observan los resultados agregados referentes a la distribución de la superficie en los años 2021 y 2022:

EVOLUCIÓN DE LA SUPERFICIE DE TIERRAS DE CULTIVO

La superficie dedicada a tierras de cultivo presenta un ligero descenso. En 2022 se situó en 16.830.738 hectáreas (ha), 71.683 ha menos que en 2021 (-0,42%). Del total de esta superficie, 11.309.264 ha corresponden a tierra arable, 5.375.463 ha a cultivos leñosos y 146.011 ha a otras tierras de cultivo.

TIERRA ARABLE

La superficie de tierra arable incluye los cultivos herbáceos y los barbechos. Los cultivos herbáceos, al igual que el barbecho, han descendido su superficie por el decremento de cereales y hortalizas, fundamentalmente. En contraposición, destaca el aumento en un 22 % de la superficie de cultivos industriales respecto al 2021, consecuencia principalmente del fuerte incremento de superficie de girasol y colza. En el grupo de tubérculos, se produce un aumento del 10,61 %, lo que en términos absolutos supone algo más de 5.000 ha de superficie más que en 2021.

En el grupo de los cereales en general, se produce un descenso en su conjunto del 3,64 %. Salvo el trigo, desciende la superficie de todos los cereales de invierno. Arroz y maíz presentan la menor superficie de los últimos 18 años, como consecuencia, probablemente, de la situación provocada por la sequía sufrida en la campaña. El sorgo, a pesar del fuerte incremento porcentual, no llega a las 3.000 ha de aumento en valor absoluto.

Las leguminosas grano son, junto con los cultivos industriales y los tubérculos, el grupo de cultivos herbáceos que aumenta su superficie respecto al año anterior. Destaca el incremento de lentejas, yeros y judías secas. Le siguen los guisantes secos y la veza grano. Por el contrario, el altramuz pierde más del 76 % de la superficie respecto a 2021, pasando a niveles de años anteriores tras el fuerte incremento de las últimas campañas. 

Los cultivos industriales son el grupo de cultivo que más aumenta porcentualmente la superficie en 2022. Girasol y colza aumentan en más de 200.000 ha en su conjunto. Sin embargo, los cultivos de regadío muestran un fuerte descenso como consecuencia de la sequía sufrida. El tomate de industria pierde más del 41% de la superficie respecto a 2021, que junto con la remolacha azucarera y el algodón representan un descenso de cerca de 25.000 ha. La superficie de tabaco alcanza la menor cifra de superficie de los últimos 18 años, con una pérdida de cultivo del 25 % con respecto a 2021.

En el grupo de las plantas forrajeras, la superficie total desciende un 0,87% destacando la alfalfa, el maíz forrajero y otras con destino forrajero, entre las que se encuentran remolacha y nabo, coles y berzas y otras plantas de escarda. Tan solo la veza forrajera y otros cereales para forraje aumenta la superficie respecto al pasado año.

El grupo de hortalizas y flores es el que más desciende dentro de los cultivos herbáceos, con un 8,86 % de decremento respecto a 2021. Hay que reseñar importante reseñar que, debido al momento en que se efectúa la primera visita de campo de la ESYRCE, los resultados de los cultivos hortícolas no se pueden recopilar en su totalidad en este informe relativo a los datos provisionales de la Encuesta en 2022.

Las tierras de cultivo en barbecho manifiestan un ligero descenso en su conjunto de un 2,01 % respecto a 2021. Resulta destacable el aumento paulatino en los últimos años de tierras con infraestructura de regadío que se han encontrado sin sembrar en el momento de la visita.

CULTIVOS LEÑOSOS

En el grupo de los cultivos leñosos es de destacar el progresivo aumento de prácticamente todas las especies del grupo, exceptuando viñedo, olivar y otros leñosos. Viñedo y olivar descienden muy levemente, arrastrados por el descenso de la uva para vinificación y aceituna para aceite, respectivamente.

Dentro de otros cultivos leñosos, el algarrobo muestra un mayor descenso porcentual. En su conjunto, los cultivos leñosos aumentan un 0,27% su superficie respecto al 2021 y destaca el incremento de los frutales no cítricos. Dentro de éstos, el almendro y el pistacho son los que más crecen, seguidos, en menor medida, por melocotonero-nectarina y aguacate. Dentro de los frutales cítricos aumentan naranjo y limonero. Respecto a los frutales no cítricos, desciende el manzano, caqui, kiwi y mango, entre los subtropicales; y avellano en frutos secos.

El informe con los resultados provisionales de ESYRCE 2022 se encuentra disponible en el siguiente enlace:

https://www.mapa.gob.es/es/estadistica/temas/estadisticas-agrarias/agricultura/esyrce/

Fuente: Ministerio de Agricultura