Feragua pide en sus alegaciones al proyecto del Plan Hidrológico del Guadalquivir más inversiones para mejorar la garantía del agua

El perfil medioambientalista del Gobierno lastra la planificación hidrológica en toda España.

Feragua ha preparado sus alegaciones al Plan Hidrológico del Guadalquivir, que, no siendo enteramente satisfactorio, debemos reconocer que es el menos negativo de los planes hidrológicos que se preparan ahora en toda España bajo la dirección del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

El sesgo medioambientalista lastra la planificación hidrológica en toda España, y la Cuenca del Guadalquivir no es una excepción, pues hay un desequilibrio evidente entre las inversiones destinadas a medio ambiente y las dedicadas a mejorar la garantía de agua. Dicho de otra forma, hay mucho más presupuesto para los objetivos ambientales que para las obras de regulación y modernización del regadío.

Grandes inversiones, ya aprobadas en planes hidrológicos previos, como la modernización del Rumblar y las Vegas de Granada, la presa de Velillos y la de Castillo del Montizón brillan, pero por su ausencia, en el proyecto de Plan. En realidad, la única obra de regulación que aparece es el Recrecimiento del Agrio y los estudios alternativos (no las obras, sino los estudios y proyectos) de Cerrada de la Puerta y San Calixto.

Cierto es que en los anteriores planes estas obras fueron recogidas, pero para nada, pues no se avanzó en ellas. La Confederación asegura que el nuevo Plan ha sido redactado para que se ejecute en su integridad. Esperemos que así sea.

En este desierto de inversiones para combatir el déficit hídrico estructural de la Cuenca, encontramos al menos un anhelado oasis en el proyecto modernización del arroz, con una dotación presupuestaria de 220 millones. Es una magnífica noticia que en absoluto podemos ni queremos minusvalorar. Pero es cierto que, más allá de este proyecto, poco más hay que destacar.

La carencia de inversiones en nuevas infraestructuras ni siquiera es compensada con una apuesta decidida por la construcción de balsas y pequeñas presas a nivel de zona regable que puedan aumentar la garantía y mejorar la operatividad, funcionamiento y eficiencia de las zonas regables.

Fuente: Feragua