Las cuencas litorales andaluzas, con un 12% menos de agua que el pasado año, también en una situación preocupante

La situación en las cuencas litorales andaluzas es algo mejor que en el Guadalquivir, pero no mucho mejor. Si aquella se encuentra al 34% de su capacidad, la media de las cuencas litorales andaluzas está al 48%, un almacenamiento en todo caso considerablemente inferior al del año pasado, cuando estaban al 60%.

Por cuencas, es el Guadalete Barbate el que se encuentra en peor situación hidrológica. Sus embalses están al 46% frente al 61% de hace un año, un 15% menos. Más aún ha descendido (un 17%) el Tinto-Odiel-Piedras, que hace un año estaba al 66% y ahora está al 49%. Finalmente, el Mediterráneo es la única de las cuencas andaluzas que está por encima de la mitad de su capacidad de almacenamiento, aunque no muy por encima, solo el 51% frente al 53% de hace un año.  Momentos pues de inquietud para todo el regadío andaluz ante la posibilidad restricciones en la próxima campaña, que dependerán en muchos sistemas de explotación de las lluvias de otoñó e invierno próximo.

Feragua solicita una reunión de la Comisión Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que será atendida en noviembre

La preocupante situación hidrológica de nuestra Cuenca, en situación de prealerta, y la aún más preocupante del Sistema de Regulación General, en situación de alerta, hacen completamente imprescindible la convocatoria de la Comisión de Desembalse del Guadalquivir. Es necesario que el organismo de cuenca informe de sus previsiones de cara a la próxima campaña, las cuales, aún siendo muy provisionales, deben servir de base para que los regantes hagan su planificación de los cultivos de invierno, cuya siembra se hace entre noviembre-diciembre. Dicho de otra forma, es momento de empezar a tomar decisiones y para ello la Confederación Hidrográfica tiene que aportar
la información oportuna.

Y es que en el momento en el que se escriben estas líneas, los embalses de la Regulación General almacenan 1619 hm3, encontrándose al 28,30% de su capacidad, mientras que el resto de embalses de otros sistemas de explotación almacenan 1200 hm3, lo que supone el 50% de su capacidad total. La Cuenca, en su conjunto, está al 34% de su capacidad de almacenamiento, un 16% menos que año anterior, un 10% por debajo de la media de los últimos diez años y solo un poco mejor que hace dos años, cuando la situación llegó a ser muy preocupante y únicamente las lluvias de marzo-abril evitaron fuertes restricciones.

Todo ello como resultado de un año hidrológico donde las lluvias han sido escasas y las aportaciones a los embalses aún menores. En concreto, el año hidrológico acabó con una precipitación de 451 l/m2, un 24 por ciento inferior a la media de los últimos 25 años, que es de 597 l/m2.  Esas lluvias se tradujeron en unas aportaciones a los embalses de 1.215 hm3, un 60% por debajo de la aportación media de los últimos 25 años. Dicho de otra forma, lloviendo un 24% menos, el agua que llegó a los embalses se redujo un 60%.

La celebración de la Comisión de Desembalse debe servir para ayudar a la planificación de los cultivos  y concienciar a los regantes sobre la muy preocupante situación actual, que, de no cambiar, en el pesimista horizonte de que no lloviera ni este otoño-invierno, ni en la primavera próxima, podría significar dotaciones del entorno de 1.600-1.800  m3/ha para la próxima campaña, si tomamos como referencia lo aprobado en la Comisión de Desembalse de febrero de 2018, en un nivel de embalse similar al actual. El sistema de explotación del Bembézar/Retortillo, en situación de prealerta, ya ha informado, de hecho, a sus regantes que la dotación disponible en estos momentos es de 2000 m3/ha.

Fuente: Feragua