UPA Andalucía denuncia la permanente crisis de precios que sufre la ganadería

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Andalucía, ha realizado un balance del sector ganadero durante al año 2018. Resalta que, a pesar del aumento de muchas producciones, los precios percibidos por los productores han sido muy bajos, colocando al sector en una crisis permanente de precios que se viene perpetuando año tras año. Sin embargo, los costes de producción, especialmente los que se refieren a energía, fertilizantes y piensos, no paran de subir. Por tanto, los ganaderos ven como, lejos de cubrir esos gastos fijos en su explotación, no dejan de acumular pérdidas.

No obstante, los productos derivados de la ganadería, como son la carne, los huevos o la leche, son alimentos básicos cuyo consumo aumenta en el mercado. ¿Entonces, donde está el problema?  Básicamente, en los desequilibrios existentes en la cadena agroalimentaria. Se observa claramente que son los sectores de la distribución y comercialización los que controlan el mercado y fijan los precios. Tienen tal peso en la cadena, que son los que deciden qué valor se asigna a los productos en origen. En este libre mercado donde todo vale, no hay medidas de control ni regulación suficientes que obliguen a que todos los agentes implicados puedan cubrir costes de producción para obtener una rentabilidad que posibilite la permanencia del productor o empresario en su actividad.

Por tanto, los esfuerzos de UPA y del sector agroganadero, llevan mucho tiempo encaminados hacia esa regulación que acabe, por un lado, con las pérdidas del sector primario y las ganancias desorbitadas de la distribución y comercialización en algunos productos. También se produce otra situación negativa para el sector primario, pues la comercialización tira los precios de algunos productos básicos y los devalúa, utilizándolos permanentemente como gancho o reclamo para atraer clientela, y ejecutando prácticas comerciales desleales como es la venta a pérdidas. Desde la organización agraria consideran que, en la cadena de valor, hay margen suficiente para que todos los actores puedan realizar su labor dignamente, asegurando el futuro de todo el sector.

Pero, mientras se avanza en la consecución de esas justas e históricas reivindicaciones, es necesario hacer balance de producción y precios en el sector ganadero andaluz en el año que acaba de concluir:

Caprino

Durante 2018, el precio de la leche de cabra se ha recuperado un 30% con respecto al año anterior, situándose el litro hasta los 0,70€. Pero hemos de tener en cuenta, que partíamos de precios ruinosos. Por tanto, el precio en origen de este producto no cubre los costes de producción, por lo que el sector caprino viene sufriendo en los tres últimos años un proceso de desinversión importante.

Pese a las mejoras sanitarias y productivas, el precio no compensa el esfuerzo que realizan los ganaderos. Sin embargo, las exportaciones van creciendo en los últimos años, por lo que los grandes compradores están especulando con el precio de la leche. De continuar así, acabarán con este importante sector en Andalucía que, con un millón de cabezas aproximadamente, produce el 42% de la leche nacional y el 20% de la leche de cabra en Europa.

En cuanto a la carne, los precios han sido peores que los del año anterior, incluso en la época navideña, tradicional fuente de ingresos para el sector, que no ha cubierto las expectativas creadas, tanto en el caprino como en el ovino.

Ovino

El sector ovino ha visto aumentar su producción ligeramente con respecto al año 2017. A pesar de esto, ha sido un año de precios bajos para los ganaderos, con una pérdida media de valor en origen del 5%, tanto para la carne del cordero lechal como del pascual.

Vacuno

El precio de la leche de vaca, al igual que la de cabra sigue estancada. Si sitúa en torno a los 30-33 céntimos el litro, lo que supone unas pérdidas que ponen en riesgo este sector estratégico en el Valle de los Pedroches en Córdoba y otras comarcas de Andalucía. Estos precios apenas llegan a cubrir los costes de producción, pese al tremendo esfuerzo que realizan los ganaderos en sanidad y seguridad alimentaria en sus explotaciones. El precio en Europa si ha subido algo, llegando a los 38 céntimos, lo que no se está traduciendo en mejores precios para los ganaderos andaluces.

En cuanto a la carne de vacuno, tanto el precio de los terneros para cebadero como para sacrificio se sitúa en torno a los 16€/ 100 kg. Eso significa que los ganaderos han asumido unas pérdidas de entre el 1 y el 11%, durante el último año.

Avícola

En el caso de los pollos, durante 2018 perdieron un 19% de valor en el precio de origen con respecto al año anterior. En la avicultura de puesta, los huevos también han visto como el precio que perciben los productores bajaba hasta un 30%.

Porcino

Otro sector ganadero donde las pérdidas han sido significativas con respecto al año anterior, es el porcino. Así, los lechones blancos han visto disminuir su precio de venta en origen más de un 20% y los lechones ibéricos un 25%. Para sacrificio, los ganaderos han percibido por el cerdo blanco y el ibérico un 5 y 10% menos, respectivamente.

Apicultura

El año 2018 ha sido un buen año meteorológico, lo que hacía sospechar un buen año apícola. Sin embargo, los almacenes de los apicultores están llenos, con grandes dificultades para vender la miel, y si lo hacen es a precios ridículos. Se han producido pérdidas en todas las variedades monoflorales (azahar, romero, etc) de un 25% y de un 20% en las multiflorales.

Sin embargo, a pesar del excedente español, sigue entrando miel de otros países como China que, en muchas ocasiones, es de dudosa calidad; se mezcla con las mieles nacionales y se comercializa a precios con los que es difícil competir. Por tanto, nuestra batalla solo puede ser la de defender la calidad, por esta razón, seguimos demandando un etiquetado que indique el país o países de origen, y el porcentaje de miel pura, para que el consumidor pueda decidir con toda la información necesaria qué miel consume.

Buenas perspectivas en sanidad animal

Pero no todo son malas noticias para la ganadería, ya que gracias al esfuerzo conjunto de ganaderos, veterinarios y administración, el pasado 11 de diciembre de 2018, en el Comité PAFF (Committee on Plants, Animals, Food and Feed) de la Comisión Europea, por unanimidad de todos los Estados Miembros, se aprobó la declaración de la provincia de Cádiz como oficialmente indemne de brucelosis ovina y caprina, y de las provincias de Almería, Granada y Jaén, como oficialmente libres de brucelosis bovina.

UPA Andalucía destaca especialmente la labor llevada a cabo por los ganaderos que, mediante su esfuerzo, están consiguiendo una cabaña ganadera cada vez más saludable en nuestra región. Aparte de las provincias ya declaradas como libres de brucelosis, el resto continúan trabajando de cara a conseguir dicho estatus, con el fin de obtener la declaración oficial como indemnes de esta enfermedad en toda Andalucía. Durante 2019 se espera su erradicación total en nuestra comunidad autónoma.

En cuanto a la tuberculosis, que tantos problemas ha acarreado a los ganaderos de vacuno andaluz en estos últimos años, se están consiguiendo disminuir las prevalencias, por lo que estamos en el buen camino para exterminarla.

Otro aspecto destacado es la ausencia de brotes epidémicos de lengua azul gracias a la vacunación masiva de toda la cabaña de ovino de los serotipos 1 y 4. La vacunación es la única herramienta válida para controlar esta enfermedad, ya que la situación geográfica y de tránsito hacen que el peligro de contaminación sea elevado.