El nivel de almacenamiento de los embalses sigue descendiendo según lo previsto con el desarrollo de la campaña

El nivel de los embalses se sitúa en Andalucía en el 24 por ciento

El descenso del nivel de embalse se produce de forma generalizada en todos los sistemas, que, de forma global, se encuentran al 24% de su capacidad. Así, el Guadalquivir se encuentra al 22% de su capacidad. El Guadalete-Barbate, también al 22%. El Mediterráneo, diez puntos por encima, al 32%. Y el Tinto-Odiel-Piedras, algo mejor, al 38%. En total, nuestras presas acumulan 800 Hm3 menos que hace un año, cuando la situación era ya crítica en casi todos los sistemas. Hoy lo es mucho más.

En el Guadalquivir, a principios de julio, hay tres sistemas en emergencia: Martín Gonzalo, Sierra Boyera y Bembézar-Retortillo. La mayoría de otros sistemas se encuentran en alerta, salvo Ribera del Huesna, Vega Alta y Media de Granada, Dañador y Guadalentín, que están en prealerta, y Aguascebas, que se encuentra en situación de normalidad.

Lo más preocupante es que muchos de los sistemas actualmente en alerta pasarán a estar en emergencia en las próximas semanas, poniendo en riesgo no ya el regadío, sino el abastecimiento. Sin embargo, y como hemos venido denunciando en los últimos tiempos, la CHG en su Informe de Sequía mensual califica de “ausencia de sequía” la situación de gran parte de las unidades territoriales, algo que lógicamente no compartimos.

Fuera de la Cuenca del Guadalquivir, la situación sigue siendo crítica en el sistema de la Axarquía, en Málaga, donde no hay agua para riego y empieza a faltar para abastecimiento, como en pueblos de la sierra de Huelva, Sevilla y Córdoba.

La dramática situación hidrológica de Andalucía merece toda la atención de los gestores públicos, pero no solo a nivel discurso, sino de hechos y acciones políticas, y exige la mayor coordinación institucional posible así como un diálogo continuo con los usuarios, a fin de ejecutar con celeridad las medidas e infraestructuras necesarias para combatir esta situación a corto plazo y revertirla a medio y largo plazo, pues no podemos insistir en las mismas políticas que nos han llevado hasta aquí.

Fuente: Feragua