ASAJA-Andalucía presenta en el Parlamento de Andalucía un plan de apoyo al sector agrario que contempla el incremento de la inversión en obra pública hidraúlica

El campo andaluz afronta la peor sequía del siglo descapitalizado, acorralado por las políticas medioambientalistas y con el colchón de la PAC muy mermado tras la última reforma

Tras seis años consecutivos cortos de agua, el trimestre más seco de la historia ha dado la puntilla al campo andaluz. La combinación de la sequía meteorológica y la sequía hidrológica hace prácticamente inviable la siembra de los cultivos de primavera y ha diezmado severamente los cultivos de invierno: ni cereales, ni hortícolas, ni cultivos arbóreos, ni arroz, ni algodón, ni maíz… Este año no se salva nada. El campo andaluz languidece y las pérdidas de esta campaña serán muy superiores a los 2.400 millones de euros que se perdieron en la pasada. 

Este es el panorama desolador que ASAJA-Andalucía expone hoy al grupo de trabajo de sequía constituido en el Parlamento de Andalucía al que presentará el Plan de Apoyo al sector que esta organización está trasladando a todas las administraciones públicas y en el que, junto a medidas ya tristemente tradicionales de exenciones y condonaciones, se demanda una fuerte inversión en infraestructura pública hidraúlica.

Tal como denuncia el director general de ASAJA-Andalucía, Félix García de Leyaristy, es el momento de invertir de verdad en infraestructuras hidraúlicas. Mientras países como Portugal o Marruecos han desarrollado mucho su capacidad de embalse en los últimos años, en España las inversiones han sido mínimas.

Desde la anterior gran sequía, la de 1992-1995, la capacidad de embalse de nuestro país se mantiene prácticamente inalterada. Sin embargo, el desarrollo de otro tipo de infraestructuras ha sido exponencial: España se ha situado a la cabeza de Europa en trenes de alta velocidad, pasando de los 506 km de 1992 a los 3.762 de 2022, lo que sitúa a nuestro país en segundo lugar en el podio mundial de la alta velocidad.

Ya es hora de volver la vista al campo y de invertir en sus infraestructuras. Esta es una de las diez medidas que ASAJA-Andalucía contempla en su plan: aprovechar los fondos Next Generation y posibles vías de financiación para incrementar la capacidad de embalse, así como facilitar y potenciar la construcción de pequeñas balsas de riego a lo largo de los cauces y en las propias explotaciones.

Respecto al nuevo Plan Español de la PAC (PEPAC), con el que el Gobierno de España ha castigado a Andalucía al reducir las ayudas a los agricultores y ganaderos andaluces en 500 millones de euros, reduciendo con ello considerablemente el colchón que supone la PAC para poder aforntar periodos críticos como el actual.

Desde ASAJA-Andalucía pedimos que con los fondos del Desarrollo Rural se ponga en marcha una nueva medida específica 23 de sequía de forma similar a las medidas 21, (Covid), y 22(Ucrania),contribuyendo a hacer las explotaciones agrarias más resilientes frente a la sequía.

Desde ASAJA-Andalucía solicitamos también agilidad máxima en la materialización de los pagos presupuestados por la Junta de Andalucía correspondientes a las medidas contempladas en los decretos de sequía de la pasada campaña, y demandamos ampliar el montante total de modo que ningún agricultor ni ganadero que lo haya solicitado quede fuera.

Dada la extrema gravedad de la situación actual demandamos un tercer decreto de Sequía donde, entre otras medidas se pongan en marcha ayudas directas a los agricultores y ganaderos que permitan aliviar la situación a corto plazo.

Asimismo, al Gobierno de España le exigimos la devolución inmediata de los cánones de riego ya abonados en la campaña 2022, que a día de hoy siguen sin materializarse, así como un nuevo decreto de sequía que amplíe las medidas actuales y recoja ayudas directas.

El Plan de ASAJA-Andalucía contempla también medidas de carácter fiscal como son la  reducción de módulos del IRPF, la exención del pago del IBI rústico a las fincas afectadas por la sequía, así como el aplazamiento o exención de las cuotas a la seguridad social

Para dotar de liquidez a un sector absolutamente descapitalizado solicitamos que se incremente al máximo posible el porcentaje del anticipo de la PAC, que se abran líneas de créditos ICO bonificados para agricultores y ganaderos y que se activen el fondo de reserva de la Unión Europea.

Asimismo, el Plan contempla que, en cumplimiento con la última sentencia del Tribunal Supremo, el Gobierno de España implante la doble tarifa eléctrica para regadíos. Una medida que ya se ha publicado en BOE hasta en tres normativas distintas  (Sequía, Ley Cadena Alimentaria y Ley PAC) y aún  pendiente de desarrollo normativo.

ASAJA-Andalucía urge a reformular con carácter estructural el diseño del seguro agrario, pues en muchas ocasiones no está adaptado a las necesidades del sector. Por ejemplo, en la línea de compensación de pérdidas por sequía en pastos, los indicadores no consideran muchas situaciones que deberían ser claramente indemnizables.

En su propuesta esta organización solicita también la puesta en marcha de manera urgente ayudas directas adicionales a las ya implementadas para alimentación del ganado y para acceso al agua.

Y por último, desde ASAJA-Andalucía demandamos que además de las medidas de flexibilidad de la PAC ya adoptadas por la Junta de Andalucía (barbecho, cubiertas vegetales, porcentajes de rotación, etc.), se contemplen flexibilizaciones más ambiciosas que faciliten la percepción de las ayudas de la PAC ante un escenario tan complejo para el desarrollo de la actividad agraria como es el que plantea la sequía.

Fuente: ASAJA-Andalucía