Amigos de la Tierra denuncia el aumento en la deforestación que supondrá el Acuerdo UE Mercosur

En el Día Mundial de los Bosques, Amigos de la Tierra reivindica que para proteger el Amazonas es necesario rechazar el Acuerdo Comercial UE-Mercosur. Es posible que la Amazonia haya alcanzado un punto irreversible con profundas consecuencias para la biodiversidad. El 26% de los bosques del Amazonas presenta señales de degradación y deforestación y un 20% ya sufrió pérdidas irreversibles

En el Día mundial de los Bosques, 21 de marzo, Amigos de la Tierra denuncia la degradación que supondrá el Acuerdo Comercial UE-Mercosur en los bosques del Amazonas. La organización presenta un breve informe en el que expone que la única forma de proteger la selva amazónica es rechazar el acuerdo, de lo contrario la UE promoverá la agricultura y ganadería industrial en la región lo que agravará la crisis climática y la deforestación, así como las violaciones de derechos humanos.

En los últimos meses la Comisión Europea ha resucitado este acuerdo comercial a ambos lados del Atlántico con promesas de salvaguardas ambientales que en ningún caso resolverán los problemas que suponen los agronegocios. La agricultura intensiva, alimentada por los acuerdos comerciales, depende de la sobre-explotación de tierras y recursos naturales como el agua y la energía.

La Unión Europea continúa presionando por un acuerdo de libre comercio con el Mercosur, que solo aumentará la presión en los ecosistemas de la región. El Gobierno de España, que es uno de los máximos impulsores de este acuerdo, asumirá la presidencia rotatoria del Consejo Europeo el 1 de julio y tiene en su agenda política poder ratificarlo en la cumbre de líderes de la Unión Europea y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que tendrá lugar los días 17 y 18 de julio en Bruselas.

El acuerdo es incompatible con la recuperación de los bosques del Amazonas. Es probable que la destrucción a la que se ven sometidos estos ecosistemas haya alcanzado un punto irreversible con profundas consecuencias para la biodiversidad, los sumideros de carbono y la subsistencia de las comunidades. El 26% de los bosques presenta señales de degradación y deforestación, mientras que un 20% ya sufrió pérdidas irreversibles y otros 6% están extremadamente degradados.

El Cerrado, la sabana con más biodiversidad del planeta, es donde ocurre la mayor parte de la deforestación relacionada a la soja que va a la Unión Europea, un 65% del total. De hecho, la deforestación aumentó un 25% entre agosto de 2021 y julio de 2022, en relación al mismo periodo del año anterior.

Las investigaciones estiman que un 20% de las exportaciones de soja y al menos un 17% de las exportaciones de carne bovina oriundas de la región del Cerrado y de la Amazonia y que van a la UE pueden estar contaminadas con deforestación ilegal. “La Unión Europea no puede seguir siendo cómplice de esta destrucción.

Mientras está estableciendo el reglamento de deforestación importada con criterios de sostenibilidad, por otro lado pretende relanzar el acuerdo comercial que agravará los problemas de deforestación. No es posible jugar a dos bandas y contradecirse a cada paso en vez de apostar por un modelo agroecológico que proteja los ecosistemas y defienda los derechos humanos”, ha señalado Andrés Muñoz, responsable de Soberanía Alimentaria de Amigos de la Tierra. 

La ratificación del acuerdo hará también peligrar la agricultura y ganadería campesina en nuestro país al igual que en la región de Mercosur. En este sentido el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha alertado en reiteradas ocasiones sobre la necesidad urgente de transitar hacia un modelo agroecológico con prácticas agrícolas y ganaderas respetuosas con los ecosistemas, el modelo que debería implantarse en ambas regiones, en vez de promover la degradación de ecosistemas. 

Para que esta transición ocurra es necesario abandonar el Acuerdo comercial entre la UE y Mercosur y alinear la política comercial a la acción climática efectiva y a la defensa de los derechos humanos.

Fuente: Amigos de la Tierra