Amigos de la Tierra: Cumbre del clima: el único camino es la reducción real de emisiones

A lo largo de estas dos semanas, se celebrará la cumbre del clima, COP27, en Sharm El-Sheikh, Egipto, bajo la promesa de “lograr una acción multilateral colectiva”. Amigos de la Tierra Internacional está presente en las negociaciones para incidir a favor de acciones basadas en la justicia climática, que pongan el bienestar de las personas más vulnerables y la naturaleza en el centro de la toma de decisiones.

Amigos de la Tierra presenta un informe con las claves de las negociaciones climáticas. En el mismo resume qué paso en la COP26 de Glasgow y en la transición hasta llegar a la COP27, así mismo, examina los puntos principales que se tratarán durante estos días en cuanto a mitigación y falsas soluciones. Por otro lado, da a conocer sus propuestas a la crisis climática: desde acelerar la transición a un sistema energético justo basado en energías limpias hasta apoyar la soberanía alimentaria, la gestión comunitaria de los bosques o crear reglas vinculantes para las grandes empresas.

El camino entre ésta y la última cumbre celebrada en Glasgow ha estado marcado por la fuerte presión de la industria de los combustibles fósiles. Ésta, junto a los bancos y fondos de inversión, cada vez más presentes en las negociaciones, promueven falsas soluciones como los mercados de carbono o la compensación de emisiones. Estos actores han pasado del negacionismo climático a presentarse como “salvadores” con la afirmación de contar con herramientas basadas en el “cero neto”. Así, bloquean la acción real y compensan las emisiones a través de soluciones basadas en la naturaleza y geotecnologías, en vez de reducirlas.  

Amigos de la Tierra señala que es un deber moral y político que los acuerdos establecidos este año limiten la temperatura global para no sobrepasar el 1,5°C. Las inundaciones, las sequías, los incendios, las olas de calor, son los impactos que ya se están viviendo en España. En el resto del mundo la situación es muy similar, y en algunos países tremendamente drástica ocasionando hambrunas como en el Cuerno de África o graves inundaciones, en Pakistán, con la pérdida de más de mil vidas humanas.

A pesar de la alarmante situación, las negociaciones de 2021, en Glasgow, se cerraban de nuevo sin concretar grandes temas como la financiación, pérdidas y daños y mayor ambición en la reducción de emisiones, por contra abría la puerta a los mercados de carbono. El “Artículo 6” legitimó el uso de las compensaciones de emisiones para cumplir los objetivos nacionales – NDC´s – socavando aún más la posibilidad de limitar el 1,5°C.

Una de las grandes brechas a las puertas de la COP27 es la de la mitigación de emisiones. Según el informe de las NDC del pasado septiembre se aumentará la temperatura por encima de los 2,5°C a finales de siglo. Sin embargo, todo apunta a que, durante la cumbre, en vez de reducir emisiones se llevarán a cabo avances en las guías técnicas para “evitar” emisiones, es decir comercializar con los créditos de carbono, así como compensar emisiones a través de soluciones biotecnológicas como captura y almacenamiento de carbono o la meteorización de rocas.

“La transición energética y la lucha contra el cambio climático deben basarse en un cambio de sistema que aborde y trascienda de todas las injusticias que el modelo actual globalizado comete contra las personas más vulnerabilizadas y, en particular, contra las mujeres. Las soluciones reales no son otras que las centradas en la reducción de emisiones basadas en justicia climática, ecológica, social y de género. Estas soluciones existen, y deben ser prioritarias”, ha señalado Cristina Alonso Saavedra, responsable de Justicia climática y energía de Amigos de la Tierra.

Ante los cada vez mayores impactos climáticos y la ausencia generalizada de acciones adecuadas por parte de los líderes mundiales, Amigos de la Tierra denuncia las soluciones irreales y reclama propuestas justas y equitativas a la crisis climática:

1. Los gobiernos deben empezar a cooperar urgentemente sobre la eliminación coordinada de la producción y el consumo de combustibles fósiles. La única solución posible frente a la emergencia climática es la eliminación progresiva y total de los combustibles fósiles y la agricultura industrial, es decir, el Cero real. Los planes actuales nos llevan a un incremento de temperatura de 2,5°C.

2. La organización ecologista demanda Justicia Climática en las negociaciones. El Norte global tiene más recursos y debe asumir su responsabilidad histórica frente a las regiones que menos han contribuido a la crisis climática y que más están sufriendo su impacto. Es necesario un compromiso firme de financiación para el Sur Global: la transferencia de 100.000 millones de dólares, tec-nología y capacitación.

3. Acelerar la transformación hacia un modelo energético basado en reducir el consumo y garantizar el derecho a la energía para todas las personas. Es necesario situar la energía en manos de las comunidades: una democracia energética 100% renovable de bajo impacto.  

4. No a las falsas soluciones. Los pueblos indígenas, campesinos, campesinas y comunidades locales deben tener pleno derecho para el manejo comunitario de los bosques. Está demostrado que sus saberes y usos tradicionales contribuyen a detener el calentamiento y la pérdida de biodiversidad, al contrario de las establecidas como “soluciones basadas en la naturaleza” y la compensacióin de emisiones.

5. El fin de la agricultura industrial y apoyar la agricultura familiar y la pesca artesanal, que siguen alimentando al 70-80% de la población del planeta.

6. Una nueva economía para las personas y el planeta, que valore el sistema de cuidados y la reproducción de la vida, que redistribuya el trabajo de cuidados entre mujeres, hombres y Estado. Son necesarias políticas basadas en la justicia ecosocial y el feminismo de base para construir resiliencia a las crisis actuales.

7. Reglas vinculantes para las grandes empresas, que pongan coto al poder de las transnacionales, y ofrecer a las víctimas acceso a la justicia y la compensación por daños.

Fuente: Amigos de la Tierra