El sector pesquero estudiará las opciones legales ante las lagunas cinetíficas y técnicas en la decisión de cerrar 87 zonas de pesca

La normativa tendría consecuencias devastadoras en el futuro de la pesca de fondo en el Atlántico y, por tanto, en más de 10.000 pescadores. En nuestro país afectaría a unos 500 buques y más de 2500 pescadores.

El sector pesquero español (CEPESCA), en una reunión de urgencia, ha decidido estudiar las opciones legales ante la decisión anunciada hoy por la Comisión Europea (CE) de cerrar 87 zonas de pesca, aprobada el pasado junio por un acto de aplicación en el marco del Reglamento sobre acceso a aguas profundas.

El sector, que no descarta la convocatoria de paros y concentraciones ante distintos organismos europeos y españoles, actuará juntamente con otras organizaciones europeas a través de la Alianza Europea de Pesca de Fondo (EBFA, por sus siglas en inglés), que representa a más de 20.000 pescadores y 7.000 buques europeos. De hecho, esta organización se reunirá con carácter de urgencia mañana.

El acto de implementación todavía no se ha publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE), aunque la Comisión ya ha emitido una nota de prensa anunciándolo. A la espera de conocer el texto legal, el sector denuncia que este no ha contado con las consultas correspondientes obligatorias ni con un análisis de impacto socioeconómico y se basa, además, en informes con lagunas científicas, como el uso exclusivo de la huella de pesca de los barcos de arrastre, y no de las artes fijas.

El propio Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés) ha recocido este extremo y, además, como ya evidenció EBFA, ha utilizado en su informe la unidad de base de una CUADRA C de unos 15-25 km2 por celda, que no es representativa de la huella real de un buque pesquero.

A pesar de esto, el acto de aplicación, que estaba pendiente de terminar el periodo de consultas al Reino Unido, prohíbe todas las actividades pesqueras que conllevan contacto con el fondo marino (arrastre, palangre, enmalle, etc.) en 87 zonas de pesca de Francia, España, Portugal e Irlanda, lo que tendría, de acuerdo con el sector, unas consecuencias devastadoras.

La normativa impactaría muy negativamente en el futuro de la pesca de fondo en el Atlántico y, por tanto, a más de 10.000 pescadores. En el caso español, afectaría a unos 500 buques de distintas modalidades de pesca de fondo: sobre todo, las flotas de arrastre del Golfo de Cádiz, las de palangre de fondo -pincho y volanta- y arrastre de NEAFC (Gran Sol), y las de arrastre, palangre de fondo, volanta y rasco, y artes menores del Cantábrico Noroeste; en total unos 500 buques que capturan gamba, cigala, merluza, besugo, alfonsino y sable negro, entre otras especies, y más de 2.500 pescadores.

Según Iván López van der Veen, presidente de EBFA, “por desgracia, nos temíamos que la Comisión no iba a atenerse a razones y, por este motivo, ya estaba convocada para mañana una Asamblea General de EBFA”. “Consideramos” -añade López- “que ha habido mucha arbitrariedad en la creación de esta normativa y también dudamos que la Comisión tenga capacidad para tomar estas decisiones en algunos casos. Por tanto, queremos ver el texto legal para tomar decisiones”.

Fuente: CEPESCA