CREA Andalucía apuesta por un plan integral de medidas de ambas administraciones que garantice el regadío andaluz

La Asociación de Comunidades de Regantes -CREA Andalucía- propone una batería de medidas de cara a la celebración de la Mesa de la Sequía

La Asociación de Comunidades de Regantes –CREA Andalucía- propone una serie de medidas para paliar los efectos de la sequía en el regadío andaluz a tenor de la convocatoria de la Mesa de la Sequía el próximo lunes 5 de septiembre. Desde las comunidades de regantes se apuesta por un plan integral impulsado por la administración regional y la nacional. Del mismo modo, demanda la convocatoria del Consejo Andaluz del Agua recientemente constituido para abordar esta cuestión.

La situación hidrológica de Andalucía no puede ser más alarmante: recortes de agua para muchos regantes andaluces, embalses bajo mínimos y bajada generalizada de la producción. A esta situación hay que sumar la amenaza del cambio climático, un fenómeno que afecta directamente a los cultivos, que necesitaran mayores dotaciones para las que no habrá suficiente recurso hídrico. Por lo tanto, es necesario que se tomen medidas a corto y medio plazo para que los regantes puedan optar a un regadío con garantías.

Necesitamos dotarnos de mayor capacidad de regulación, incluyendo las aguas procedentes de desaladoras y aguas regeneradas además de conexiones entre los distintos sistemas hidrológicos, y siempre preservando los ecosistemas naturales.

En la provincia de Almería es necesario que se lleven a cabo ciertas medias para aumentar los recursos no convencionales, como son la ampliación de la desaladora Campo de Dalías, la puesta en funcionamiento de la desaladora del Bajo Almanzora o la ampliación de la desaladora de Carboneras, entre otras. Además, es necesaria la construcción de pequeños embalses y balsas de riego a nivel de comunidades de regantes y administración que permitan el almacenamiento de aguas de escorrentías y excedentes de aguas no convencionales.

Para la costa de Granada, CREA Andalucía propone la ejecución inmediata de los regadíos pendientes y de las obras de conducción del sistema Beznar-Rules, y que se conecte con los sistemas vecinos para movilizar recursos en momentos excedentarios.

En la zona de la Viñuela (Axarquía de Málaga) la situación es preocupante, con un embalse prácticamente seco y los cultivos sin poder regarse. Una solución viable sería establecer conexiones con sistemas vecinos, que darían mayor flexibilidad a la hora de afrontar estas situaciones, la construcción de una planta desaladora, así como el incremento de aguas regeneradas.

En el Guadalhorce existe un problema con la atomización del regadío, lo que dificulta la ejecución de los proyectos y el aprovechamiento de las aguas. Es necesario que se ejecute el plan de modernización del regadío incluido en el plan Hidrológico.

En el Campo de Gibraltar, por su parte, es necesario que se agilice el proyecto de la Presa de Gibralmedina. Por otro lado, para la Cuenca del Guadalete-Barbate se propone seguir apostando por la modernización de regadíos y las aguas regeneradas, sobre todo en las zonas costeras.

Para la provincia de Huelva, culminación de la presa de Alcolea para que se ejecute el trabase de aguas al condado y recuperación del acuífero de Doñana.

En la cuenca del Guadalquivir la situación es crítica, debido al déficit estructural, los regantes sufren continuos recortes de agua y el plan hidrológico (pendiente de ser aprobado por el Consejo Nacional del Agua) no corrige dicho déficit. Es necesario, entonces, un plan urgente de contingencia de pequeños embalses y balsas de riego a nivel de comunidades de regantes y confederación, para almacenar aguas de escorrentías invernales, así como la implantación del canon volumétrico, que incentivaría el ahorro de agua. Del mismo modo, se exige que se lleven a cabo las obras pendientes, como el recrecimiento de la presa del Agrio, entre otras.

Con todo esto, hay que poner en valor el agua como recurso público y su impacto en el tejido socio económico en los diferentes tipos de cultivos. Así, el olivar tradicional, los cultivos hortícolas u otros cultivos que generan gran riqueza por metro cúbico de agua, son un ejemplo de un modelo de regadío sostenible y, por lo tanto, hay que ponerlos en valor y hacerlos prioritarios ante otros cultivos muy consumidores de agua y que son insostenible para la cuenca del Guadalquivir.

La sequía está poniendo en evidencia el mal funcionamiento de las confederaciones y el aletargamiento en el que viven y al que tienen sumido a los regantes. No puede ser que un expediente de títulos concesionales tarde 10 años en resolverse, o que existan dudas a la hora de realizar alguna modificación. Las confederaciones necesitan más personal cualificado especialista en derecho del agua, y mayor control para poner fin a nuevos regadíos sin derecho de agua.

Finalmente, no hay que olvidar que, además de la falta de agua, los regantes están sufriendo el alto precio de la energía. En este sentido, también se deben promover medidas para incentivar el autoconsumo energético por medio de energías renovables. Comunidades de regantes como Costa Noroeste de Cádiz o Sta. María Magdalena de Jaén, son un ejemplo de iniciativa hacia la conversión energética. Otra medida que también demanda CREA Andalucía es la contratación de doble potencia.

Fuente: CREA