La Fundación Savia pide un PERTE para los Pastos, la Dehesa y la Ganadería Extensiva

Este PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica), es más interesante, a largo plazo, que cualquier otro que se pudiera aprobar para el sector cárnico actual y, sobre todo, serviría para la recuperación del trípode medioambiental Pastos-Dehesa-Ganadería Extensiva, con el fin de iniciar un cambio progresivo en España de un modelo de producción ganadera industrial (cada día menos sostenible y con mayor rechazo social) hacia un nuevo modelo de integración agricultura-ganadería más sostenible medioambientalmente, más aceptado socialmente, y más sensato con respecto al aprovechamiento racional de recursos naturales por el ganado con vistas al futuro; pues se recuperaría para la producción ganadera 14 millones de hectáreas de Pastos (hoy abandonadas), lo que podría generar alrededor de 100.000 puestos de trabajo, y aportaría por este concepto un valor añadido adicional de 1.000 millones de euros al año a través de la venta de unas 200.000 toneladas de carnes, leche y quesos de una excelente calidad diferenciada, con un extraordinario valor nutritivo, sanitario y organoléptico, que es lo que demanda la sociedad europea actualmente.

La Fundación Savia, partiendo de la base de que la Propuesta que hace España para el PEPAC es manifiestamente perjudicial para el subsector de la Ganadería Extensiva española, solicita que el PEPAC sea revisado en profundidad, ya que crea una situación de injusticia social, económica y medioambiental respecto a los Pastos Permanentes y el ganado extensivo.

Los Pastos, la Dehesa y la Ganadería Extensiva constituyen un trípode medioambiental, que es un ejemplo paradigmático de sostenibilidad y economía circular (primigenia) que aporta gratuitamente a la sociedad Bienes y Servicios (paisaje, biodiversidad, salud, bienestar animal, descontaminación, prevención de incendios, etc., etc.).

Esta aportación le supone a España actualmente unos 2.000 millones de euros de ingresos al año, a través de medio ambiente (compraventa de Derechos de Emisión de CO2), mientras que, sin embargo, se les está penalizando en los Pagos Directos de la PAC con un trasvase económico de los PASTOS hacia las TIERRAS DE CULTIVO de más de 400 millones de euros cada año.

Esta anómala conducta de España, que está renunciando al uso y aprovechamiento adecuado de un suelo que no es apto para cultivos (en contra de toda lógica europea), y que está abdicando del aprovechamiento racional por el ganado de una ingente cantidad de recursos vegetales gratuitos (pastos naturales), nos lleva a la preocupante situación de que la Ganadería Extensiva, además de la pérdida patrimonial generada a sus propietarios (descenso del 50% del valor de la tierra en los últimos años), los deja anclados en unas importantes pérdidas estructurales que tiene un coste anual medio de 120-200 euros/hectárea, de la que es imposible que los ganaderos salgan solos, si las Administraciones no toman medidas económicas urgentes y de calado en el Plan Estratégico Nacional.

En este contexto de pérdidas estructurales, la recuperación del maltrecho subsector de la Ganadería Extensiva, los Pastos y la Dehesa tiene que sustentarse sólidamente en una propuesta de Regionalización Agraria distinta a la que plantea España (debe ser más moderna y europea), tendente a quedar reducida a solo 4-5 Regiones, y teniendo que cambiar también la dirección de las Ayudas a la Renta hacia unos Derechos de Pago Básico que busquen una auténtica convergencia europea (que no es posible conseguir en España).

Puesto que los derechos de Pago Básico están dentro del importante capítulo económico de la Ayuda Básica de la nueva PAC, que es donde se va a repartir el 60% del presupuesto total de los próximos Pagos Directos, todo lo que no sea abordar este cambio (y se centre la atención artificialmente en los ecoesquemas voluntarios, los pagos asociados, la redistribución del 10% dentro de cada Región y los PDRs) es seguir con la confusión y la injusticia para los Pastos, la Dehesa y la Ganadería Extensiva, que donde están heridas de muerte es en el Pago Básico (español), y por tanto es ahí donde hay que actuar urgentemente, porque todas las demás Ayudas son pequeños complementos y convocatorias competitivas, a las que también tienen derecho estos profesionales, igual que los tienen y los disfrutan el resto de los sectores agrarios.

Para corregir estas pérdidas estructurales, la Fundación Savia presenta las siguientes propuestas:

Estando contrastado fehacientemente que las pérdidas estructurales existentes en los Pastos y Dehesa (Ganadería Extensiva) oscilan de 120 euros/hectárea (Pastos) a 200 euros/hectárea (Dehesa), se propone:

  1. Considerar una Región Específica para ellos (dividida en zona húmeda y seca), con una Ayuda Básica que nunca debe ser inferior a 120 euros/hectárea, asegurando la posibilidad de que la Dehesa (cenit de la ganadería extensiva) pueda llegar a los 200 euros/hectárea (ya que sus buenas prácticas de mantenimiento y conservación son más costosas que las de los Pastos descubiertos).
  2. Si no fuese posible alcanzar este acuerdo, existe otra alternativa (muy solvente) avalada por el Tribunal de Justicia Europeo (Sentencia de fecha 9/06/2016) en el Fallo que emitió, a petición del Tribunal Supremo español, en el que dice: “los Pastos que se utilizan por el ganado se deben considerar Superficie Agraria”. En base a ello se propone:
  3. Incluir los Pastos mediterráneos en la Región de los cultivos de secano.
  4. Incluir los Pastos húmedos en la Región de los cultivos de regadío.
  5. Incluir a la Dehesa en la Región de los cultivos permanentes (ya que se trata de árboles productores de frutos, como son reconocidas por la propia Administración española en la Capa de Montanera).

Igualmente propone, vinculados a los fondos de recuperación y resiliencia:

  1. La necesaria “renaturalización” del campo español obliga a la Reconstrucción del trípode medioambiental Pastos-Dehesa-Ganadería Extensiva, lo que debe ser abordada desde los Fondos NEXT GENERATION (NGUE), de acuerdo con la petición que hace Bruselas para que los países miembros apliquen estos Fondos también en la reconstrucción del sector primario.
  2. España debe presentar un PLAN DE PROYECCIÓN Y RESTAURACIÓN DE LA DEHESA (joya agraria medioambiental europea), que acoja a las hectáreas reconocidas oficialmente como Capa de Montanera (para que sean manejadas con unas buenas prácticas y carga ganadera adecuada y que garanticen su mantenimiento y conservación en el futuro).

Fuente: Fundación Savia