CERES Andalucía muestra su preocupación por el impacto negativo de la nueva PAC en el medio rural

La Federación de Asociaciones de Mujeres del Mundo Rural – CERES- de Andalucía celebra su asamblea anual

La Federación de Asociaciones de Mujeres del Mundo Rural – CERES– de Andalucía celebró el pasado martes 29 de junio su asamblea general ordinaria que, a causa de la pandemia, tuvo lugar de manera telemática.

La presidenta de CERES Andalucía, Inmaculada Idáñez, y las responsables de la organización en cada provincia andaluza, mantuvieron un encuentro virtual en el que además de la aprobación de las cuentas anuales, se analizaron los temas de actualidad que afectan a la igualdad y al ámbito rural, así como se elaboró la hoja de ruta que marcará los pasos de esta organización en los próximos meses.

Entre los asuntos abordados se mostró especial preocupación por las consecuencias que va a tener para la agricultura y ganadería de Andalucía las nuevas medidas que trae la reforma de la Política Agraria Común –PAC, que ha sido recientemente acordada en Bruselas.

Según ha explicado la presidenta de CERES Andalucía, “esta reforma de la PAC no es justa ni social”, por lo que el sentimiento de decepción es lo que impera entre las mujeres y los hombres que se dedican a la agricultura y ganadería, mostrando esta organización su preocupación ante el impacto negativo que puede tener la nueva reforma de la PAC en el medio rural. 

“Y es que lo que se acaba de aprobar supone abandonar aún más los mecanismos de regulación de mercado, por lo que no responde a las verdaderas necesidades del modelo social y profesional agrario, que es el que tenemos en Andalucía, el que crea empleo, cuida del medio ambiente, dinamiza el medio rural y fija población”, manifiesta Inmaculada Idáñez.

“Las consecuencias de esta política –añade- agravará la crisis de precios que está arruinando al sector agrario y no pondrá pie en pared al incremento de los costes en las rentas de las pequeñas y medianas explotaciones, que se ven, desgraciadamente, abocadas al cierre ante tanta presión”.

De hecho, y según datos del propio Ministerio de Agricultura del año 2020, un 7% de macro-empresas agrarias acapara ya la mitad del valor productivo, “por lo que esta nueva PAC acelerará el inquietante proceso de concentración de la producción. Nos jugamos dejar en manos de un puñado de multinacionales y fondos de inversión la soberanía alimentaria de Europa”, comenta la presidenta.

Por otro lado, y en lo que se refiere a los ecoesquemas que plantea el acuerdo de Bruselas, CERES Andalucía defiende la sostenibilidad medioambiental de la producción agraria, pero siempre vinculada a la sostenibilidad económica y social que esta reforma pone en grave peligro.

En este sentido, Inmaculada Idáñez destaca que la nueva arquitectura verde, en un marco de desregulación de mercados y una mayor volatilidad de los precios, cae como una pesada losa sobre el modelo social y profesional agrario, aumentando los costes de producción y la consiguiente pérdida de rentas en el sector y  agravando aún más la competencia desleal de terceros países.

Estas circunstancias, junto a otras cuestiones planteadas, llevan a esta organización a mostrar su preocupación ante el acuerdo de reforma y demandar, tal y como lo está haciendo COAG, un Plan estratégico nacional para la aplicación de la nueva PAC en España que mitigue el impacto de las nuevas reglas marcadas por la UE en las rentas de las pequeñas y medianas explotaciones.

Fuente: CERES